Cubadebate

El portento jamaicano Usain Bolt se ratificó en 2009 como la gran referencia del atletismo internacional, al destrozar cualquier cálculo con sus estratosféricos records en 100 y 200 metros en el Campeonato Mundial de Berlín.

El fenómeno antillano confirmó ser el hombre más veloz de la historia y prácticamente monopolizó la atención en la lid berlinesa, celebrada en agosto pasado.

Bolt asombró al mundo al realizar 9.58 segundos en el hectómetro, y pocos días después correr los 200 en 19.19, para pulverizar por 11 centésimas, en ambos casos, los primados establecidos por él en los Juegos Olímpicos de Beijing-2008.

La final del hectómetro patentizó las excepcionales condiciones del corredor caribeño, al ridiculizar el tiempo de 9.71 segundos que marcó el estadounidense Tyson Gay.

Tan demoledora resultó la actuación del Relámpago, que Gay reivindicó el título de campeón mundial entre los humanos, pues, a su entender, Bolt es en realidad un extraterrestre.

La media vuelta al óvalo no fue una excepción, y el bólido de Jamaica volvió a estremecer al Estadio Olímpico berlinés, al superar por 62 centésimas al subtitular, el sorprendente panameño Alonso Edward.

La victoria con el relevo 4x100 de su país resultó el adiós soñado a Berlín, al completar su segundo triplete en una gran competencia.

La colección de éxitos del antillano tuvo como colofón el título en los 200 en la Final Mundial, que por primera vez se disputó en la ciudad griega de Tesalónica.

Todos esos méritos le coronaron como el mejor atleta del año, además de imponerse por segunda vez consecutiva en la encuesta de la agencia Prensa Latina para elegir a los deportistas latino-caribeños más destacados de cada campaña.

La cita alemana legó otro hito para la historia, con el inédito doblete del estelar fondista etíope Kenenisa Bekele en los cinco mil y 10 mil metros.

Además de convertirse en el primer hombre en conseguir semejante proeza, Bekele redondeó su brillante temporada con la victoria en la Liga Dorada, cuyo jugoso premio compartió con la estadounidense Sanya Richards y la rusa Yelena Isinbayeva.

Otros destacados en el certamen germano fueron el jabalinista noruego Andreas Thorkildsen y el pertiguista australiano Steven Hooker, ambos ganadores de sus primeras coronas en esos certámenes.

El semifondista de Bahrein Yusuf Saad Kamel se llevó dos preseas, al dominar los mil 500 y quedar tercero en los 800.

Latinoamérica sumó los metales plateados de los cubanos Leonel Suárez
(decatlón) y Guillermo Martínez (jabalina), el puertorriqueño Javier Culson
(400 con vallas) y el panameño Edward.

Entretanto, el cubano Alexis Copello (triple salto) y el mexicano Eder Suárez (marcha 20 kilómetros) alcanzaron sendos bronces.

REVANCHA DE SANYA RICHARDS    Tras cosechar varias frustraciones, la norteamericana Sanya Richards concretó su postergado desquite, al obtener su primer cetro del orbe, además de imponerse en la Golden League.

Atrás quedaron las incontables decepciones acumuladas desde el certamen universal de Helsinki-2005, donde debió resignarse al metal plateado, a pesar de poseer las mejores marcas de esa temporada.

Luego siguió la frustración de quedar fuera de los 400 para el torneo del mundo de Osaka-2007, al ser eliminada en la clasificatoria de su país, y el tercer puesto en los Juegos Olímpicos de Beijing-2008.

Sin embargo, en la final de Berlín Richards demostró desde la arrancada que no permitiría a ninguna contraria arruinarle el día de su consagración.

Esa actuación, junto a sus éxitos en la Liga Dorada y la Final Mundial le permitieron alzarse con el premio a la mejor atleta de la temporada.

Otra estrella del campo y pista mundial, Isinbayeva, compensó con la Golden League su inesperado fracaso en el torneo del mundo, donde se fue sin medallas, al no lograr ningún resultado válido.

El punto culminante de su campaña lo constituyó la implantación de su vigesimoséptimo registro planetario, al saltar 5.06 en Zurich, Suiza, apenas una semana después del fiasco de Berlín.

Su alegría se completó con la consecución del Premio Príncipe de Asturias, gracias a la ejemplaridad de su vida y obra, según destacó el acta del jurado.

El Campeonato Mundial deparó entre las mujeres el primado absoluto de la martillista polaca Anita Wlodarczyk, quien soportó la tenaz oposición de la alemana Betty Heidler, titular en Osaka.

Wlodarczyk envió el implemento hasta los 77.96 metros, para romper por 16 centímetros el récord anterior, implantado por la rusa Tatyana Lysenko el 15 de agosto de 2006 en Tallin.

Las corredoras de Jamaica resultaron grandes atracciones en la capital alemana, con destaque para Shelly-Ann Fraser (100), Brigitte Foster-Hilton
(100 con vallas) y Melanie Walker (400 con vallas), quien se quedó a ocho centésimas de la cota planetaria, 52.34.

Uno de los momentos más especiales de la lid universal corrió a cargo de la veterana jabalinista local Steffi Nerius, al adjudicarse su primera medalla de oro a los 37 años de edad, y luego de ocho participaciones mundialista.

A su vez, la balista neozelandesa Valeri Vili, la saltadora de altura croata Blanka Vlasic y la triplista cubana Yargelis Savigne repitieron sus éxitos de dos años atrás.

La gran polémica de la competencia tuvo como centro a la juvenil surafricana Caster Semenya, quien, tras su arrasador triunfo en 800, es objeto de una investigación para comprobar su género.

Las cubanas Yarelis Barrios (disco) y Mabel Gay (triple salto) completaron el botín de las féminas latinoamericanas con sus respectivas preseas plateadas.

(Con información de Prensa Latina)