- Cubadebate - http://www.cubadebate.cu -

El precio de un momento

Bandera cubana ondea en Washington, en la sede de la Embajada de Cuba en Estados Unidos. Foto: Ismael Francisco.

Bandera cubana ondea en Washington, en la sede de la Embajada de Cuba en Estados Unidos. Foto: Ismael Francisco.

Por Aidana Alonso Regalado

20 de julio de 2015. Horas antes del mediodía en ceremonia solemne, se iza la bandera cubana en la que será a partir de hoy, la sede de la Embajada cubana en Washington, es un hecho no sólo histórico sino también inolvidable.

Pero no son los años que llevan ambos países en el camino del desencuentro lo que hacen de este momento uno especial. Sino aquellos que demuestran lo que pueden lograr la perseverancia, la resistencia de un pueblo y su unidad bajo el liderazgo de una dirección patriótica. No se puede evitar la emoción y sin quererlo vienen a nosotros momentos de la historia de la revolución cubana que reviven la frase de Martí, “La libertad cuesta muy cara, y es necesario o resignarse a vivir sin ella, o decidirse a comprarla por su precio”

Sin dudas el pueblo cubano ha pagado por esa libertad un alto precio. En “buen cubano” diríamos que izar la bandera cubana en Washington, está cargado de simbolismo porque ha costado sangre, sudor y lágrimas. Sobre todo mucha sangre inocente. Sangre derramada desde los primeros años de la revolución producto de gran número de actos terroristas contra el pueblo de Cuba, dentro y fuera de sus costas e incluso enfrentando la agresión imperialista de Playa Girón y soportando una Base Naval ilegal en nuestro territorio.

Hoy, al escuchar el discurso digno y firme de nuestro canciller Bruno Rodríguez, sentimos un patriótico orgullo. A quienes no conocen la historia de luchas del pueblo cubano puede parecerle increíble que este “chispazo de tierra en el mar”, fuera capaz de soportar todos los embates del Imperio más poderoso que jamás existió y finalmente lograra sentarse en la mesa de negociaciones con los Estados Unidos de igual a igual. Sin embargo, no hay nada de místico en ello.

La soberanía nacional y la independencia de Cuba aunque tienen un alto precio, no están en venta aunque los Estados Unidos hicieron y hacen todo cuanto está a su alcance para comprarla. Claro que para los gobiernos norteamericanos hubiera sido una gran victoria que Cuba claudicara cuando supeditaron el restablecimiento de relaciones diplomáticas al cese de la ayuda internacionalista cubana a la revolución nicaragüense, o a la ayuda cubana en África, o al apoyo de Cuba a las guerrillas revolucionarias contra las dictaduras latinoamericanas. Incluso apostaron a la claudicación de la revolución al cercar con un bloqueo cada vez más férreo al pueblo cubano una vez desintegrado el campo socialista.

Todas las aristas de la Política Internacional sufrieron la manipulación norteamericana en su “no relación” con Cuba. Los Estados Unidos usaron cada tema como arma contra la revolución cubana. Acusaciones relacionadas con el narcotráfico, la inclusión de Cuba en la lista de Estados que auspician el terrorismo, repulsivas acusaciones relacionadas con el tema de los Derechos Humanos e incluso el tema migratorio han sido tergiversados sin descanso con el único objetivo de aislar a la revolución cubana y justificar las agresiones contra ella.

Muchos sacrificios le han costado al pueblo cubano todos los años de un bloqueo mil veces injusto e inhumano que aún hoy está intacto. Por otro lado, las contradicciones antagónicas existentes entre los dos sistemas, aseguran que Cuba tendrá que soportar los nuevos y variados embates del impero para los cuales Estados Unidos destina cuantiosos recursos. Como anunciara el Canciller Bruno, vendrán nuevos desafíos pero estamos preparados. No claudicamos antes y no lo haremos ahora.

A los ojos de algunos puede parecer extraña tanta necedad, pero el pueblo cubano escogió este camino. Su unidad, guiado por el ejemplo de las figuras legendarias de Fidel y Raúl, ha convertido cada revés en victoria para finalmente llegar al día de hoy en el que podemos exhibir incontables ejemplos de patriotismo, solidaridad y resistencia a las adversidades, que son la base de nuestros principios revolucionarios y la base de nuestra diplomacia de la dignidad. Esa que nuestros médicos reparten por el mundo al combatir enfermedades y desesperanza.

Hoy recordamos y agradecemos el apoyo de muchos gobiernos de América Latina y el mundo a la revolución cubana al oponerse al aislamiento de Cuba con solidaridad. Hoy recordamos al Comandante Hugo Chávez. Recordamos a quienes como él vieron en Cuba un ejemplo de valentía y resistencia y lo siguieron hasta las últimas consecuencias.

En momentos de tal solemnidad pensamos en nuestros padres, en aquellas emotivas Marchas del Pueblo Combatiente de las cuales nos hicieron parte, en las marchas por el regreso de Elián y de los 5 Héroes, plenas de antiimperialismo y reafirmación revolucionaria. Hoy sin dudas podemos celebrar el restablecimiento de las relaciones con los Estados Unidos, porque lo hicimos en pleno ejercicio de nuestra soberanía, como prueba rotunda de que “Un principio justo, desde el fondo de una cueva, puede más que un ejército”*

Referencia a una frase del Grupo Buena Fe en su canción PI 3,14

*Frase de José Martí recordada con frecuencia por el Comandante Fidel Castro Ruz.

La autora es: Msc. en Relaciones Políticas Internacionales. Profesora del Instituto Superior de Relaciones Internacionales “Raúl Roa García”.

Galería de imágenes del Restablecimiento de Relaciones Cuba-EEUU