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Síntesis: "Seguir haciendo música es lo que nos toca"

Durante más de cuarenta años Ele Valdés y Carlos Alfonso han sido compañeros de vida y carrera. Foto: Cortesía de los entrevistados.

Ele Valdés y Carlos Alfonso se conocieron en casa de Beatriz Márquez. Se enamoraron haciendo música, se casaron haciendo música, tuvieron dos hijos –músicos– y llevan 47 años juntos sin separar el día a día, la familia, de lo que también ha sido el proyecto de sus vidas: Síntesis.

Cuando este viernes a las 11 de la mañana se presente en la Fábrica de Arte Cubano el DVD conmemorativo Síntesis 4 Décadas, el material no solo estará celebrando los ya más de cuarenta años de existencia del emblemático conjunto, sino el trabajo sui géneris desarrollado con la música afrocubana, las colaboraciones con reconocidos artistas y, sobre todo, la decisión de sus fundadores de buscar una sonoridad diferente dentro del espectro popular.

A propósito del disco, que contiene el concierto dado el 14 de diciembre de 2016 en La Habana por el cuadragésimo aniversario de Síntesis, Cubadebate conversó con Ele Valdés y Carlos Alfonso sobre la trayectoria de la agrupación y sus proyecciones.

Cuatro décadas después, ¿qué significó para ustedes regresar al lugar donde dieron su primer concierto como Síntesis?

Carlos Alfonso (C): Por años le pedimos la Catedral a Eusebio (Leal), quien es bastante celoso con su plaza, porque la tiene muy cuidada. Poco tiempo antes había fallecido Fidel y se hacía difícil dar actos públicos y festividades, sin embargo, por el carácter del concierto –que no era comercial– y por los invitados nos permitieron hacerlo.

Ele Valdés (L): Más que todo era la emoción de reunir a tanta gente que ha participado de alguna manera en la vida de Síntesis como Amaury (Pérez), Silvio (Rodríguez), Ernán López-Nussa, todos los que aparecen en el DVD. Músicos que viven fuera del país vinieran a esa celebración. Resultó un reencuentro entre amigos, tanto amigos artistas que estuvieron en el grupo como otros que se encontraban en el público, gente que nos siguió en esos tiempos, con sus hijos e incluso sus nietos.  Fue muy emotivo para nosotros.

El DVD sale dos años después del concierto, ¿cómo ha sido el proceso de realización?

C: Ha sido difícil por las negociaciones y factores relativos al dinero, también debido al trabajo de postproducción, etc.

L: Escogimos a una persona bastante complicada y muy demandada. Pensamos inicialmente que Equis (Alfonso) podría hacerlo, pero tenía otros compromisos y depositamos nuestra confianza en Joseph (Ros). Quedamos muy satisfechos. Podía haber salido un poquito antes, pero nunca es tarde. Para nosotros es un documento histórico-musical donde se han reunido tanta gente importante para la música cubana y la trayectoria de Síntesis. Comenzamos a finales de los 70s, atravesando 80s y 90s, que fueron años muy difíciles para la cultura y la vida social del país. El DVD recoge las canciones que estuvieron presentes en ese período.

En los últimos cinco o seis años casi todo lo que hemos hecho son producciones independientes que luego hemos licenciado. Por una parte, somos muy celosos del sonido y, por otra, el disco físico puede significar algo después de un concierto, pero nos ha ido muy bien con la música online. Comercializamos mediante un sello español que se llama Altafonte y nos llegan reportes de sitios donde no nos imaginamos que nos escuchan como Hawái, Japón, Kuwait.

Síntesis fue la primera agrupación en llevar la música fusión cubana con elementos afro al mundo. ¿De qué manera asumieron esta responsabilidad?

C: Al principio, sobre todo en la década de los 80s, como parte del movimiento de la Nueva Trova, hacíamos más rock en español y coqueteábamos con la música cubana y afrocubana. Cuando empezamos a dedicarnos a ella de lleno fue que nos identificamos. Ahora no podemos dejar de hacer esa música, que tiene de todo: sonoridades contemporáneas, clásicas, de rock, jazz, un poco sinfónicas... Nuestro estilo de componer, al asumir la música afrocubana, es libre y no lo podemos enmarcar.

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Cuando Tema IV –cuarteto del que Carlos y Ele formaban parte desde el principio de la década de 1970– evolucionó en sonoridad y composición, surgió Síntesis. Corría 1976 y todavía el grupo no se adentraba en el trabajo con los cantos yorubas, pero ya existía el interés por la música popular.

“Jesús del Valle, en cuya casa Carlos y yo nos conocimos, nos mostró a otra compañera y a mí un trabajo con cantos populares: El pregón del gallo pelón y el Canto del Yayabo. Lo que había hecho con las voces era algo que no habíamos escuchado.

“En aquel tiempo existía un Centro de Desarrollo de la Música dirigido por Julio Bidopia, quien nos dio la posibilidad de irnos a Trinidad y Sancti Spiritus, porque había un departamento de la Universidad de Santa Clara con Samuel Feijóo al frente, donde estaban rescatando cantos populares y pregones de la provincia. Así inició nuestro amor al folclor, lo popular.

“Hicimos un trabajo de voces muy interesante, incluso formamos parte de la Nueva Trova. Después de unos años, como en el 85 u 86 Marta Valdés nos preguntó por qué no repetíamos con el grupo, ya con más sonoridades e instrumentos. Cayó en nuestras manos un disco que se llama Viejos Cantos Afrocubanos y de ahí salieron los dos primeros trabajos: Asoyín, hecho por Carlos y Mereguo, por Lucía Huergo. El disco, Hilo Directo, fue el Gran Premio de Rock de ese año”, recuerda Ele Valdés.

Los fundadores de Síntesis consideran que el movimiento de la Nueva Trova fue una actitud más que un estilo. Foto: Cortesía de los entrevistados.

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Entonces, ¿se consideran parte del movimiento de la Nueva Trova aunque su sonoridad haya sido más amplia?

C: Cuando empezó la Nueva Trova todo era la guitarra y la voz, pero a los músicos no los puedes encasillar y algunos comenzamos a tener batería, guitarra eléctrica...

L: Era una actitud ante la música.

C: Querer conservar nuestra cultura, innovar y sobre todo respetarla.

L: Todo nuestro repertorio no es yoruba; tenemos discos con textos de Amaury Pérez, Silvio, Alberto Tosca, Donato Poveda, gente que formaba parte del movimiento. De esa manera nos vimos involucrados, aunque como músicos hayamos trascendido la sonoridad. Igualmente, muchos de los trovadores que iniciaron así hoy tienen otros arreglos.

Para Carlos Alfonso uno de los orgullos más grandes que le ha dado el grupo son los artistas talentosos que han involucrado a lo largo de cuatro décadas, “gente que no ha podido dejar de hacer este trabajo jamás, aunque realicen otra música tienen influencias afrocubanas en su obra. Esos son como los hijos de Síntesis”.

¿Dirían que han logrado que Síntesis se convierta en una escuela?

L: Creo que sí. Ahora mismo tenemos un equipo maravilloso. Hoy que la música es tan comercial y las personas viven de ella, contamos con la suerte de encontrar muchachos a los que les gusta experimentar y no se apuran por hacer una obra maestra para “pegar”, sino que siguen disfrutando de este trabajo que el pueblo ha asimilado y aprenden de la cultura afrocubana.

Ambos destacan la delicadeza del trabajo con la música afrocubana, llena de detalles relacionados con las deidades, los bailes, los toques y los textos y traducciones de los cantos. Destacan que, en la música africana, se halla el origen del blues y del rock y que incluso en países como Italia y Alemania, donde supuestamente no hay sangre yoruba, sus presentaciones han suscitado gran aceptación.

Sin embargo, a lo largo de su carrera deben haber encontrado personas que consideraban la afrocubana una subcultura.

C: Pobrecitos –risas–. Siento mucha pena por las personas que no entienden que esa es parte esencial de nuestra cultura. Por desconocimiento y porque se pasaron años pensando que todo lo que hacía el negro estaba mal, nada más servía para trabajar o lo relacionaban solamente con la santería, están muy equivocados.  En el mundo solo hay tres fuentes de música popular: Estados Unidos, Brasil y Cuba, de ahí sale todo. Negar o menospreciar esa cultura, con tanta importancia como la española… pobrecitos.

Carlos Alfonso: "En el mundo solo hay tres fuentes de música popular: Estados Unidos, Brasil y Cuba, de ahí sale todo". Foto: Cortesía de los entrevistados.

L: Realmente hemos navegado con suerte. Nunca tocamos en un lugar donde nos hayan abucheado, ni en Cuba ni en el extranjero. Siempre ha habido un resultado positivo de participación.

Los recuerdos son muchos después de décadas presentándose en escenarios de todo el mundo, pero el premio al mejor concierto de su carrera –para los dos– se lo lleva también el espectáculo más temido.

“Siempre recuerdo con orgullo que trabajamos la Plaza San Giovanni, en Italia, con más de un millón de personas. Fue un festejo para nosotros porque no solo tocamos: abrimos y cerramos. Cuando vi desde el escenario al público, por poco se me va la voz. Me decía: Nunca pensé que la música yoruba podía llegar a tanta gente”, explica Alfonso.

¿Creen que en Cuba han contribuido a mejorar la apreciación de la cultura yoruba?

L: Por lo menos a sembrar la curiosidad. No sentimos presión ni de los rockeros, ni de los raperos… La gente respeta nuestro trabajo y se identifica. Por ejemplo, Tendencia, un grupo de heavy metal, ha invitado a Carlos a sus discos. De alguna manera, Síntesis ha influenciado en muchas de estas agrupaciones para su trabajo tanto de rock como de jazz.

Los públicos se han educado, pero cuando comenzaron a mezclar cantos yorubas con rock y con jazz era un gran riesgo el que estaban asumiendo.

C: Por supuesto. Yo no pasaba por la Calle C, que era donde radicaba el Folclórico Nacional. Me daba vergüenza que dijeran que era un descarado. La tranquilidad la tuvimos en un Festival de Varadero en el que pusieron nuestra cinta delante de músicos como los Papines, Omara (Portuondo), Irakere, el propio Folclórico y todos vinieron a felicitarnos por el trabajo de esos dos primeros temas. Ahí pensé: Estamos respaldados, no tenemos problema.

L: En ese tiempo también tuvimos mucha difusión, la gente se aprendió enseguida Asoyín y Mereguo. Las ponían en los cabarets, en las clases de danza. Incluso después de los discos de Ancestros hemos sabido que personas que se inician en la religión yoruba quieren hacerlo con el disco de Síntesis… ¿puedes creerlo?

A pesar de esta popularidad, en otras entrevistas se han referido a músicos que abandonaron la agrupación en búsqueda de trabajos mejor pagados. ¿Consideran que no han tenido éxito comercial?

C: Sabíamos que haciendo esta música no podíamos estar en los Hit Parade, en los tres primeros de la popularidad ni nada de eso. Es un trabajo serio que al largo tiempo se reconoce. Siempre dije: este no es un grupo para viajar, si viajamos, qué bien, pero estamos haciendo música. Cuando entré a la música tenía ese concepto: quería hacer música y, de pronto, me pagaban. Era como un extra para mí, que me pagaran por hacer lo que me gustaba.

L: No hemos contado nunca, en el extranjero, con ninguna agencia promotora fuerte y siempre tuvimos una presencia en los mejores festivales del mundo. Hemos ido al Montreal Jazz Festival, que es uno de los más prestigiosos, al Rock in Río. Y es por lo que hemos hecho, que nos distingue y nos da una sonoridad distinta a lo que la gente espera de Cuba: el Son, la Salsa.

C: No somos un grupo comercial, pero no nos arrepentimos. Es lo que nos merecemos.

Hay otros factores relativos a las nuevas dinámicas del gremio que al fundador y director de Síntesis le cuesta comprender: “La música se ha vuelto muy difícil. Tengo que acostumbrarme a que en el grupo cada músico toque con cinco, seis o siete proyectos a la vez. Para ensayar tengo que llamar a cada uno y decirle con mucha antelación el día y todos te van respondiendo:‘Sí, pero hasta qué hora es’ o‘¿Puede ser en vez del miércoles el jueves?’. Me voy acostumbrando porque los tiempos cambian y uno debe ir evolucionando con el tiempo”.

Sin embargo, hay cosas que sí no varían y, entre ellas, Ele Valdés destaca la fidelidad al repertorio que les ha dado popularidad. “No puedes dejar de hacer lo que la gente ya conoce. Equis nos define como clásicos. Dice que aunque hagamos algo nuevo el público nos va a pedir lo que ha crecido oyendo de Síntesis. Y es cierto”.

Carlos Alfonso sigue sintiendo a sus hijos, Equis y Eme, como parte de Síntesis. Foto: Cortesía de los entrevistados.

Preguntar sobre su influencia en la música de Equis y de Eme es una redundancia, pero ellos también son ya artistas con carreras propias. ¿Cómo es la retroalimentación?

C: Siento que ellos dos son parte de mi grupo. Lo que, ahora mismo, cada uno está en su solo. Pero podemos colaborar tan rápido… lo mismo para cantar que para componer. Si alguien de la familia hace un tema, enseguida es escuchado por el resto, para aprobarlo, desaprobarlo, criticarlo…

En una entrevista previa referían que deseaban ganar un Grammy, pero temían que ese momento hubiese quedado atrás.

C: El problema está en que nos nominaron en el 2002 por un disco que no era un gran disco o no era un disco que creyéramos tan importante o que iba a estar ahí. Hemos tenido muy mala dirección en cuanto a la promoción, ha sido horrible. Para colocar un disco en los Grammy hay que tener una disquera, alguien que se ocupe y ahora es que lo estamos teniendo.

A más de cuarenta años, ¿qué queda por hacer y qué recuerdan con más cariño?

L: La mayor satisfacción es que a cualquier parte de la Isla que vamos la gente nos admira, nos reconoce, nos quiere. Saben qué hacemos, aman al grupo, a la familia. Creo que ese es el mejor premio que puede tener un artista.

¿Qué queda por delante?

C: Seguir haciendo música, es lo que nos toca. Yo creo que más nada. Es seguir haciendo lo que nos gusta.

L: Sin concesiones.

Ele Valdés: "La mayor satisfacción es que a cualquier parte de la Isla que vamos la gente nos admira, nos reconoce, nos quiere". Foto: Cortesía de los entrevistados.