Fidelidad al legado histórico de nuestros próceres

Fidel logró materializar las ideas del autor intelectual del Moncada, desde la Sierra Maestra sabía que ese sería su “destino verdadero”. Foto: Archivo.

Hemos aprendido a repetir desde niños que debemos ser fieles al legado histórico de Martí de Maceo, de Céspedes, de Mella, de José Antonio, de Camilo, del Che, de Fidel; y de tantos próceres inolvidables; pero nos falta seguir avanzando para convertir esa justa declaración en práctica cotidiana, consciente, consecuente y ciudadana.

Nadie tiene una herramienta milagrosa capaz de convertir lo primero en lo segundo, pero sí disponemos de la capacidad de pensar y hacer para llevar adelante tamaño reto, que huya del mimetismo paralizante y nos conduzca por las sendas del análisis profundo y del quehacer agradecido, creativo y provechoso.

No pretendo hacer muy largo este artículo; prefiero estimular el debate culto en el cual como he defendido tantas veces, me involucraré.

Aquí van algunos pensamientos propios que comparto humildemente con ustedes.

“La lealtad a los próceres no es finalidad, es camino”

“La compañía de los próceres como estatuas, lejos de movilizarnos nos adormece”

“La enseñanza de la historia no se constituye en aliada del mejoramiento humano, cuando no motivamos a que los jóvenes deseen y necesiten aprender de ella”

“Si olvidamos a Martí o lo utilizamos panfletariamente podemos caer en el extremo de sobrevalorar las manchas y subestimar la luz; o idealizar como obra perfecta lo que sabemos tiene imperfecciones”

“No hay proceder más desleal que repetir consignas y practicar conductas que además de negarlas las traicionen”

“Fidel es mucho más que su enjundioso concepto de Revolución; es una fuente infinita de ejemplo, de gestión de conocimientos; de valores; de optimismo fundamentado”.

Luego de la histórica Asamblea Nacional del pasado 19 de abril y en las proximidades del Congreso de la FEU aprovecho para compartir estas ideas que tienen toda la intención de afianzamiento revolucionario, de combate a la desidia, al desaliento, a la cancerígena práctica de divorciar el pensar del hacer.

Las palabras del MSc. y actual presidente de los Consejos de Estado y de Ministros deben ser estudiadas a fondo por todos los cubanos, de manera que nuestro acompañamiento sea consciente y consecuente.

La profunda y carismática intervención de Raúl; su permanencia en la ANPP y su declaración de centrase ahora con más tiempo en el trabajo del Partido nos infunden confianza y nos comprometen.

Sin ánimo de pensamiento recetario, sino de una guía inacabada pienso en los siguientes vectores movilizadores, sin orden de prioridad. Los enumero para facilitar la posible referencia:

  1. Estudiar a fondo el pensamiento y la obra de nuestros próceres
  2. Estudiar a fondo el pensamiento y la obra de quienes piensan diferente, penetrar en sus esencias y aprender a debatir guiados por la fuerza de la razón
  3. Debatir cultamente con los adversarios político, esto nos hace más fuertes, más convincentes en las argumentaciones
  4. Enseñar la historia como un ente vivo y vivificante, que contribuya a no desestimarla jamás, ni la convierta en versión acrítica de los complejos problemas que nuestros héroes tuvieron que enfrentar
  5. Llevar la ciencia y la tecnología hasta lugares insospechados, en favor del desarrollo económico y social de nuestra Nación. Recordemos el consejo de Fidel a los Cinco: “Sean científicos”
  6. Crear conciencia que lo que hacemos hoy es fuente de la historia de mañana; somos los seres humanos integrados a la naturaleza los que podemos cambiar el curso de la historia
  7. Nuestro héroes y grandes próceres, sin exclusión han cometido errores, han tenido fallas como seres humanos; pero no es una buena señal quienes buscan popularidad o lucro, resaltando eventos o episodios para ofenderlos e intentar denigrarlos. No es ni justo ni meritorio. No debemos admitirlo
  8. La mayor garantía de éxito de un gran emprendimiento es la participación de todos los actores sociales. Honrar a nuestros próceres además de hacernos honrados; es un colosal emprendimiento humano
  9. Las ideas justas son más fuertes y duraderas, cuando son de todos o de la gran mayoría; aunque hayan sido uno o varios aventajados los que la enarbolaron por vez primera
  10. Sin la acción consecuente; sin obras limpias y duraderas, surtidoras de felicidad individual; de la Nación y de la Humanidad, todo quedará en simple retórica
  11. El sentido de justicia social; de la capacidad de sobreponernos a reveses; de convertir sueños en realidades; de no mentir jamás ni violar principios éticos; serán siempre una manera admirable de ser fieles al legado histórico de los próceres ya conocidos y los que vendrán.

Espero que estas casi de 800 palabras, motiven un intercambio respetuoso y provechoso para todos, y en especial para nuestros jóvenes, esa arcilla fundamental de nuestra obra al decir del Che.