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Salud en Cuba: Prioridad desde la Atención Primaria

Mientras realizan pruebas de PCR, para diagnosticar presencia del Covid-19 a cuidadanos cubanos de manera aleatoria en sus respectivas áreas de salud. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Cada 12 de diciembre se celebra el Día Internacional de la Cobertura Sanitaria Universal, en virtud de la primera resolución unánime de las Naciones Unidas, donde se hizo un llamado a promover el acceso de todas las personas a servicios médicos de calidad sin dificultades financieras.

En Cuba, la atención médica ha sido una prioridad del gobierno, refrendada en el artículo 72 de la Constitución de la República, donde se establece que todos los cubanos tienen derecho a la salud y el estado es el encargado de garantizarla.

En nuestro país el desarrollo de la Atención Primaria de Salud se logra a partir de la voluntad política del Gobierno, además de constituir una estrategia de desarrollo; lo que ha impulsado que en 36 años de implementación y perfeccionamiento del Programa del Médico y la Enfermera de la Familia, hoy contemos con 449 Policlínicos y 11 mil 406 consultorios del médico y la enfermera de la familia a nivel de las comunidades (urbanas, rurales y de difícil acceso) lo que da una cobertura de atención médica universal a lo largo y ancho del país.

Para la doctora Tatiana Durán Morales, funcionaria del Departamento de Atención Primaria de Salud del Ministerio de Salud Pública (APS), la APS y con ella, el Programa del Médico y la Enfermera de la Familia, son la piedra angular del desarrollo de la salud pública dirigida al pueblo, siendo el nivel más básico de atención y la puerta de entrada al sistema de salud.

La actividad esencial y concebida de la APS en Cuba se basa en acciones de promoción de estilos de vida saludable, la prevención de riesgo y otros daños a la salud, sobre grupos específicos de la población y la comunidad en general, aplicando sobre la población de enfermos, cuidados integrales y sistemáticos de salud; e interviniendo en la rehabilitación física, mental y social con base comunitaria.

Esto permite la accesibilidad a los servicios de salud desde las comunidades con enfoque preventivo a todos los niveles, potenciando la disminución sustancialmente de los costos de salud y los gastos directos en la población.

En la actualidad se potencia el desarrollo de áreas constituidas por los policlínicos y consultorios del médico y la enfermera de la familia, que se adapten y respondan a las reales necesidades de las localidades, enfatizando en los procesos de atención médica integral, promoviendo estilos de vida saludables y previniendo los riesgos individuales, familiares, colectivos y del medio ambiente.

En la Atención Primaria de Salud se ha desarrollado la Proyección Comunitaria de las especialidades de la atención secundaria, ofreciendo a la población la posibilidad de acceso a estas sin tener que desplazarse a grandes distancias recibiendo en su comunidad los beneficios de las mismas.

Cuba actualmente muestra resultados cualitativos y cuantitativos en la implementación del Programa del Médico y de la Enfermera de la Familia.

Ejemplos de ello es el logro de una tasa de mortalidad infantil comparable con países desarrollados, la reducción de la tasa de mortalidad materna, mantener eliminada por quinto año consecutivo la transmisión vertical de madre a hijo de VIH/SIDA y Sífilis congénita, la existencia de un programa ampliado de vacunación con 11 vacunas para 13 enfermedades inmunoprevenibles, y el logro de un incremento de la esperanza de vida en 82,5 años.

Por otra parte los cambios demográficos y sociales imponen una población envejecida con baja tasa de natalidad, por lo que desde la APS se perfecciona el trabajo en la incentivación de los nacimientos, los tratamientos a las parejas infértiles y el incremento de la calidad de vida de los adultos mayores.

El perfeccionamiento del Programa del Médico y la Enfermera de la Familia, ha permitido afrontar eventos epidemiológicos y catástrofes naturales desde la comunidad. Tal ha sido el caso del enfrentamiento a la pandemia de la COVID-19, donde el médico y la enfermera de la familia han sido protagonistas esenciales en la prevención y control de la enfermedad.


Es importante señalar las acciones que se han desarrollado en el nivel primario desde los inicios de la pandemia, liderados por los médicos y enfermeras de la familia desde los consultorios médicos, y acompañados de la participación comunitaria e intersectorialidad:

• Se realizan acciones diarias de promoción y educación para la Salud, por los profesionales de la APS, en todos los espacios (consulta médica, visitas a domicilio, servicios de urgencias, servicios de los policlínicos, centros educacionales y laborales), que van dirigidas a elevar la percepción de riesgo en la población.

• Pesquisa activa en la comunidad. Esta técnica sanitaria dirigida a toda la población, es la vía fundamental para identificar de manera temprana y oportuna los casos sospechosos de COVID-19. La pesquisa también se desarrolla en los centros escolares y laborales, en vínculo estrecho con las áreas de salud donde están situados, para accionar de manera inmediata.

• El control de foco en la comunidad se realiza siempre que se identifica un caso confirmado o sospechoso, con el objetivo de detectar los contactos, realizar vigilancia a través de la pesquisa activa durante el tiempo que se establezca para la detección de nuevos casos, y la desinfección de la vivienda del caso y de lugares donde haya permanecido.

• Los médicos y enfermeras de la familia también han participado activamente en estudios poblacionales realizados en la comunidad, en poblaciones seleccionadas mediante análisis epidemiológico previo.

• La vigilancia clínico epidemiológico mediante el ingreso en el hogar de los contactos de casos confirmados y sospechosos, con seguimiento diario por médicos y enfermeras de la familia.

• Se garantiza el seguimiento médico y la rehabilitación física, nutricional y psicológica a los pacientes convalecientes de la COVID-19 una vez que egresan del hospital.

• La vigilancia clínico epidemiológica a todo viajero internacional en la comunidad, manteniendo las medidas de aislamiento y de protección individual, así como seguimiento por el médico y enfermera de la familia, prestando especial atención a la aparición de síntomas de la enfermedad.

• Los médicos y enfermeras de la familia han sido parte importante en las investigaciones científicas desarrolladas durante la pandemia, la aplicación de medicamentos homeopáticos (PrevengHo Vir), como parte del protocolo preventivo usado en zonas de riesgo y grupos vulnerables.

El acceso y la cobertura universal de salud son el fundamento de un sistema de salud equitativo, que se construye a partir del acceso universal, oportuno y efectivo a los servicios médicos, lo que constituye una utopía para muchas naciones.

(Tomado de Minsap)