Con 10 grados Celsius

Confirmado…llegó el frío en Cuba. La ratificación no viene de una imagen satelital de la que tanto han compartido en las redes los entusiastas de la meteorología. Hoy vi a dos turistas con abrigos caminando por el malecón. Como se sabe a veces se anuncia un frente frío y todo el mundo sale con bufanda a la calle hasta que una parejita de rubitos ojiazules le pasa a uno por al lado en shorcitos y camiseta. Pero hoy vi a esa parejita con abrigos y cara de día nublado. Habrá que ver si esto del cambio climático nos espanta también a los turistas porque con Trump ya tenemos bastante.

Los dos o tres días de frío que anualmente hay en Cuba han generado tradiciones. Es el momento de sacar del escaparate la ropa de moda europea que está cogiendo polvo. Lo malo es que a veces esa moda europea es la de la revista Sputnik de los años 80 y de pronto te topas con varios cincuentones en una cuadra y te parece que estás caminando por Checoslovaquia (a los que nacieron en los dos mil, Checoslovaquia hoy no existe, se dividió en dos países, lo mismo pasó con Yugoslavia, que todavía se sigue dividiendo en varios países). También hay gente que se resiste al frío y sigue vistiendo igual, pero entonces parecen locos entre la gente, como mismo pasa con los rockeros, que en agosto usan abrigos negros y pijamas con calaveras.

Que haya frío, de verdad, tiene cosas buenas. Por ejemplo, a la gente no le molesta ir apiñada en la guagua. Todo el mundo va calladito aprovechando el calorcito del P-4 y el que se bajaba una parada antes porque no aguantaba más ahora lo hace una parada después. También hay menos colas en Coppelia donde se aprovecha y sacan sabores como chocolate y almendra, que no se ven durante el verano, cuando es común encontrar limón, platanito y “averigua cuál es”.

También es buen momento para comprar chancletas, pelotas de playa, salvavidas, bañadores y camisetas en las tiendas que habitualmente hacen rebajas o ponen a la venta estas mercancías aprovechando la coincidencia entre las bajas temperaturas en Cuba y el comienzo del verano austral en Argentina y Sudáfrica.

Este año un amigo me ha señalado que las bajas temperaturas han coincidido con una ausencia de preservativos en las farmacias. Fanático de las teorías de las conspiraciones sostiene el colega que se trata de una estratagema para incrementar el índice de natalidad en el país a lo cual le argumenté que los abrigos son más baratos, a la larga, que los pañales desechables.

Lo peor del frío es que inspira a los poetas. Con el mar embravecido, la tarde triste, el cielo encapotado y la tranquilidad que generan las bajas temperaturas; muchos bardos se inspiran y el resultado lo vemos meses después entre las novedades literarias de las ferias del libro. Como las temperaturas bajas no suelen ser tan bajas y estos son días cortos, se pueden imaginar la calidad de dichos versos.

No quisiera caer en el camino trillado de la gente que no se baña en los días fríos. Eso es un asunto estrictamente personal, hay otros que no se bañan en los días normales y no lo andan publicando en Facebook. Que se ahorra agua y electricidad sí aparece registrado en las estadísticas de Recursos Hidráulicos y la Unión Eléctrica, pero ello pudiera estar relacionado también con la influencia del anticiclón del Atlántico Norte.

El frío también tiene el hándicap que fomenta las manifestaciones de regionalismos. En Oriente existe la percepción de que los habaneros se cogen todo el frente frío para ellos y lo mandan cuando ya está debilitado y más que de frente, entra de costado y casi sin ganas. Sería bueno que algún meteorólogo investigara sobre este asunto y ofreciera una explicación convincente.