Adriana y Efrén, los mártires cubanos en Portugal

Tarja conmemorativa a Adriana Corcho y Efrén Monteagudo, quienes fallecieron víctimas de un atentado el 22 de abril de 1976. Foto: Embajada de Cuba en Portugal.

“La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida”. Decía José Martí y decía bien.

Este 22 de abril se cumplen 40 años del atentado terrorista contra la sede de la Embajada de Cuba en Lisboa en 1976, en el que murieron los diplomáticos cubanos Adriana Corcho e Efrén Monteagudo, un día como hoy, en este mismo edificio.

A pesar de sus breves vidas, ellos ya eran jóvenes sobresalientes. Adriana fue una joven cubanas que se incorporó muy temprano a las actividades de lucha clandestina contra la dictadura de Batista. Tenía tres hijos y su esposo cuando murió.

Efrén, padre ya de dos niñas, trabajaba en Portugal con su esposa que era maestra y había sido delegado al Festival de la Juventud en Argelia y acompañado al Presidente Fidel Castro a la Cumbre de los No Alineados.

Frecuentemente cuando vienen delegaciones de Cuba a Lisboa nos piden hacer colocar flores en la tarja que les rinde homenaje, y prestar tributo ante ese recuerdo que en nuestra embajada permanece en un sencillo monumento que honra la memoria de los jóvenes mártires.ç

Ellos perdieron su vida a las edades de 32 y 35 años en un acto vil que dejó marcada para siempre por un dolor irreparable la vida de sus hijos y seres queridos. Faltaban pocos minutos para que los niños regresaran de la escuela, solo la casualidad impidió que también perdieran la vida. El pueblo de Cuba lloró entonces por ellos y aún somos muchos los que recordamos aquel hecho con idéntica consternación.

Debemos enaltecer el desprendimiento, generosidad y heroísmo que Adriana y Efrén tuvieron al sacrificar sus vidas. Ambos se percataron de lo que ocurría y avisaron con ecuanimidad a los demás para que pudieran salir, Efrén hasta subió al sexto piso para comprobar y tal vez tratar de desactivar el mortal artefacto. Fueron seis kilogramos de explosivos los que destruyeron la Embajada Cubana que ocupaba dos pisos (quinto y sexto) en este mismo edificio, arrancando la vida de Adriana y Efrén e hiriendo a otros cuatro compañeros.

La solidaridad del pueblo portugués se manifestó cuando centenares de hombres y mujeres en las inmediaciones de la sede diplomática cubana se congregaron y manifestaron su indignación. En aquellos años también se dieron actos terroristas contra sedes del Partido Comunista de Portugal que costaron la vida a hombres y mujeres que lucharon contra el fascismo.

A Manuel María Candeias, dirigente de los Sindicatos Minero Metalúrgico y Transportistas de Portugal, le nació una nueva hija apenas dos horas después de ocurrido el hecho terrorista a quien decidió nombrar Adriana.

La oleada de atentados contra objetivos cubanos incluyó la detonación de explosivos en las Embajadas de Cuba en Perú, México, Nueva York y otro países. Cuando hablamos de estos temas no podemos dejar de mencionar y denunciar la complicidad, la impunidad y la responsabilidad de Estados Unidos con los autores de estos actos brutales que sumaron más de 100 durante los años 1975 y 1976.

Tanto Orlando Bosh como Posada Carriles, connotados terroristas, destacados entre las organizaciones responsables en aquella época de estos y otros actos criminales dentro y fuera de Estados Unidos hicieron titulares con la explosión del avión de Cubana de aviación en pleno vuelo el 6 de octubre de 1976, el asesinato en Washington DC del canciller Orlando Letelier, del Presidente Salvador Allende y su asistente estadounidense y el asesinato a quemarropa del colega diplomático cubano en Nueva York Felix García Rodríguez.

Hoy también queremos dedicar estas flores a los médicos cubanos que han perdido la vida en el reciente terremoto en Ecuador Leonardo Ortiz Estrada, Bárbara Caridad Cruz y Eric Omar Pérez.

“El personal médico que marcha a cualquier punto para salvar vidas, aun a riesgo de perder la suya, es el mayor ejemplo de solidaridad que puede ofrecer el ser humano”.

Cuba, que ha perdido tres mil 648 vidas víctimas del terrorismo, continuará luchando por la paz mundial.

Creo que hoy Adriana y Efrén se sentirían orgullosos al ver que el pueblo de Cuba no se detuvo ante aquella ola de ataques ni ante los que se sucedieron después y continuó construyendo su Revolución con altísimo sacrificio y dignidad y defendiendo las conquistas y las ideas por las que ellos entregaron su vida.
Gracias a ellos y gracias a todos los que han venido esta tarde.