El presidente estadounidense, Donald Trump. Foto: Carlos Barria/ Reuters.
El presidente estadounidense, Donald Trump, confirmó este jueves que el buque de asalto anfibio USS Boxer derribó un dron iraní en el estrecho de Ormuz, lo que representa un nuevo capítulo en las tensiones entre ambos países.
En declaraciones en la Casa Blanca, el mandatario republicano alegó que la Fuerza Naval procedió de ese modo después de que la aeronave no tripulada se acercó a unos 915 metros del buque. “El dron fue inmediatamente destruido”, afirmó.
Trump, cuya decisión en mayo de 2018 de abandonar el acuerdo nuclear con la nación persa abrió un camino de confrontación, marcado por las fuertes sanciones norteamericanas contra Teherán, sostuvo que el artefacto amenazaba la seguridad y la tripulación del barco.
El jefe de Estado, quien ha tratado de buscar apoyo de la comunidad internacional en su campaña contra ese país, con presiones para que otros territorios se alineen con los castigos de Washington y no compren petróleo iraní, calificó lo sucedido de acción provocativa.
Según Trump, Estados Unidos se reserva el derecho de defender a su personal, sus instalaciones e intereses, y “pide a todas las naciones que condenen los intentos de Irán de perturbar la libertad de navegación y el comercio mundial”.
El hecho de este jueves ocurre menos de un mes después de que el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán indicó en un comunicado que derribó una aeronave espía no tripulada de Estados Unidos en la provincia de Hormozgan, en la costa norte del estrecho de Ormuz.
Mientras, la nación norteamericana indicó que ese aparato estaba en aguas internacionales, la organización militar aseguró que el dron, identificado como RQ-4 Global Hawk, violó el espacio aéreo del territorio persa.
Con ese evento como argumento, el gobernante republicano aprobó ataques militares contra Irán el 21 de junio, los cuales suspendió en el último momento, y atribuyó el retroceso en la decisión a que habría causado muchas muertes.
Varias fuentes dentro y fuera de Estados Unidos han visto ese incremento de tensiones como una consecuencia directa del abandono por parte de Trump del Plan de Acción Integral Conjunto alcanzado entre Irán y seis potencias mundiales en 2015.
El presidente norteamericano dio ese paso, y comenzó la imposición de sanciones, a pesar de que el Organismo Internacional de Energía Atómica, la comunidad de inteligencia de su país y aliados de Washington señalaron que Teherán estaba cumpliendo los compromisos del pacto y llamaron reiteradamente a Trump a respetarlo.
De hecho, este jueves el Gobierno norteamericano anunció castigos contra compañías e individuos de China, Bélgica e Irán, de los que dijo que están vinculados a una red dedicada a adquirir “materiales sensibles” para el programa nuclear de este último país.
(Con información de Prensa Latina)