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En busca de la soberanía alimentaria: Autoabastecimiento municipal

Que cada cubano pueda acceder a 15 libras de viandas, 10 de hortalizas, dos de granos y tres de frutas todos los meses, constituye un propósito del Programa de Autoabastecimiento Municipal, estrategia en función de la soberanía alimentaria en el país.

Desde que se comenzó a implementar el Programa en el año 2016, la cantidad de libras alcanzadas oscila entre 15 y 20 mensuales, lo que posiciona al cumplimiento de la tarea en un 50 por ciento, declaró Ydael Pérez Brito, viceministro primero de Agricultura a la Agencia Cubana de Noticias.

Es una herramienta de control, de impulso a la siembra y garantiza un buen abastecimiento; es un Programa que no está terminado, que demora y requiere de un desarrollo en el sector, explicó.

Está pensado para que sea un suplemento de la canasta básica, para el comercio en una red de mercados y puntos de venta autorizados por los Consejos de Administración Provinciales y Municipales, y rectorado por la Unión de Acopio con sus empresas provinciales, añadió Ydael.

Según un informe presentado al Parlamento Cubano sobre el Programa de Autoabastecimiento Municipal, aunque en el 2018 se apreciaron discretos avances, persistieron insatisfacciones de los consumidores fundamentalmente por las bajas ofertas de hortalizas y frutas, inestabilidad en la diversidad de surtidos, precios que no se corresponden con la calidad del producto, así como también la no confiabilidad de los medios de pesaje.

Entre las dificultades identificadas se incluyeron el déficit de semillas con potencial genético; no aprovechamiento total de las potencialidades para la producción de bioproductos, la utilización de la  tracción animal en las atenciones culturales, el transporte de insumos y traslado de cosechas; e incumplimientos en las cifras contratadas como expresión de falta de vinculación con la base.

En marzo último, durante una reunión de los presidentes de las Asambleas Provinciales del Poder Popular en el país, encabezada por Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, se resaltó la importancia del programa de Autoabastecimiento Municipal para la seguridad y soberanía alimentarias.

Intencionar las producciones fuera de época y tener en cuenta tradiciones de cultivos y los requerimientos de los territorios, el uso de la ciencia, además de lograr la selección y especialización de cooperativas y productores, resultaron pronunciamientos en el análisis, con particular atención a la contratación.

El viceministro primero Pérez Brito comentó que ninguna de las capitales provinciales del país logra el objetivo de autoabastecerse, es por ello que los polos productivos agrícolas en los municipios ayudan a suministrar los alimentos a estos lugares.

La voluntad de productores, comercializadores y directivos resulta esencial para el éxito de una de las medidas más revolucionarias del Sistema de la Agricultura en Cuba en los últimos años, de cara a la soberanía alimentaria.

Foto:Ismael Francisco

Pérez Brito comentó que el transporte y los envases han ido mejorando para fortalecer el sistema de Acopio, y se promueve el balance de área mediante siembras intencionadas por lo cual ahora hay una mayor inclinación a cultivar viandas, no solo para el programa sino también para el alimento animal.

Según el viceministro primero, para que el Programa de Autoabastecimiento crezca es necesario diversificar la siembra, hacer más mercados minoristas, seguir fortaleciendo a Acopio y centrarse en la planificación agrícola desde la contratación.

Las condiciones para producir –dijo- ahora son más difíciles, la población está envejecida y por tanto hay menos fuerza de trabajo; llevamos casi dos años tratando de implementar completamente el programa, dando seminarios, reuniones, chequeos, pero es difícil la tarea de abastecer al total de habitantes contra un mercado seleccionado.

Se ha tratado de estructurar la agricultura en programas, los cuales tienen una meta en 2030 y en ellos se integra a todos los institutos del Ministerio de la Agricultura como un soporte tecnológico esencial para el desarrollo, manifestó el directivo.

El Programa se basa en los productores y se gestiona fuerza calificada de los politécnicos y universidades para sumarlas; autoabastecimiento es mejor planificación agrícola, ciencia, no es sembrar por sembrar; todas las escalas de la agricultura son necesarias para alimentar al país.

Foto: Alejandro García/ Invasor.

Pródiga en suelos fértiles, Ciego de Ávila enrumba el camino para explotar al máximo la tierra, y aunque una de las mayores limitantes en el año 2019 ha sido el poco aseguramiento en fertilizantes y productos químicos, esenciales para obtener mayores rendimientos, acude al empleo de los medios biológicos y fertilizantes orgánicos en sus cultivos, cuya ventaja es ser menos dañinos a la salud humana, según Orlando José Pérez Pedreira, delegado de la Agricultura en la provincia.

A pesar de todos estos esfuerzos, a la mesa del avileño todavía no llegan las 30 libras per cápita, pues en los primeros cinco meses la media fue de 15 libras, obtenidas a través de placitas, puntos de venta y otras formas de comercialización aprobadas.

Adis Esther García Pérez y Marta Echemendía Consuegra, pobladoras del municipio cabecera, refieren que a diferencia de los centros que funcionan bajo gestión estatal, donde la oferta es bien pobre con predominio de plátano y coco en los estantes, en los locales particulares de venta hay mayor cantidad de productos en estado fresco pero con precios alarmantes.

Adis Esther opina que los esquemas estatales de comercialización no son los más adecuados y no siempre se puede ir a “morir” con los particulares, que en su mayoría son intermediarios y no sudaron la camisa como el campesino, porque venden muy caro y nadie les pone freno.

Marta considera que hay descontrol e improvisación en los procesos de distribución porque antes de que el Estado venda la malanga, por ejemplo, ya el particular la tiene y sin escrúpulos le pone un precio por las nubes.

Antonio Gross Morales, director comercial de la Empresa Acopio Ciego de Ávila, puntualiza que esa entidad, encargada de rectorar el acarreo de los alimentos desde las bases productivas hasta el lugar de expendio, reorganiza el trabajo para lograr un sistema de abastecimiento en momentos de reajustes del combustible asignado.

Si la provincia cuenta con potencial humano y empresarial, a pesar de tener limitaciones en la adquisición de recursos, puede organizarse mejor para poder ofrecer a cada poblador las 30 libras per cápita de alimentos que tanto se necesitan, y son bien recibidas en la mesa de cualquier cubano sin que el bolsillo se inquiete mucho más.

Foto: Osvaldo Gutierrez

Vendré a ver la yuca que sembraron, afirmó el presidente Miguel Díaz-Canel al cierre de la más reciente visita gubernamental al territorio de Matanzas, y llegar al ciento por ciento de los cordeleros es la orientación de la Delegación provincial de la Agricultura.

El control del cumplimiento del Programa de Autoabastecimiento Municipal de viandas, hortalizas, granos y frutas en la red minorista de la Empresa Acopio Matanzas, indica que, como promedio durante los primeros cinco meses del año, se comercializaron en la provincia 18,7 libras per cápita.

Específicamente durante mayo último, resultó como promedio 16,3 libras de productos per cápita; entre los 13 municipios del territorio, en seis se superaron las 20 libras, los índices más altos se dieron en Ciénaga de Zapata, Jagüey Grande, Los Arabos y Martí, y los indicadores más bajos en Matanzas, Pedro Betancourt y Cárdenas.

Aunque la Empresa Acopio Matanzas se fortalece, en el envejecido parque de transportación radica todavía una debilidad que atenta contra la agilidad en el traslado de las mercancías, comentó Arístides Lauzurique, director de esa entidad.

Roberto Gómez Guerra, jefe del departamento Agrícola de la Delegación provincial de la Agricultura, explicó que durante los primeros cuatro meses del año, en la producción de viandas se incumplieron los planes de malanga, yuca y boniato fundamentalmente por bajos rendimientos; y en el caso de las hortalizas, el tomate fue el cultivo con mayor deuda; las frutas y granos se sobrecumplieron.
Carlos Luis Naranjo Suárez, subdelegado general de la Agricultura, explicó que con miras al autoabastecimiento, en función de la densidad poblacional de cada municipio hay un programa que implica la siembra de una hectárea de yuca y de plátano cada 75 habitantes.

La estrategia se lleva hasta los consejos populares con una visión provincial porque municipios como Ciénaga de Zapata, Matanzas y Cárdenas no tienen áreas cultivables suficientes, explicó Naranjo Suárez.

Osvaldo Rodríguez Martínez, director general de la Empresa Agropecuaria Máximo Gómez, en Perico, explicó que esa entidad es la encargada de abastecer al municipio, suministrar también productos a Cárdenas y Matanzas, y actualmente en plena cosecha del boniato sobrecumplen los planes y tres productores logran rendimientos de hasta 40 toneladas por hectárea.

Luis Ricardo Menéndez, delegado de la Agricultura en Matanzas, insiste en que hay que llegar a los tenentes de tierra para que todo el mundo contrate producciones con el Estado, que es un mercado seguro; hay que aprovechar las potencialidades para el Programa de Autoabastecimiento, todo el mundo tiene que estar.

Imposible tomar a la ligera en Matanzas la reflexión de Liván Izquierdo Alonso, primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC) en la provincia: La del Programa de Autoabastecimiento es la comida más segura que tiene el pueblo, y la expresión del presidente, es oxígeno para trabajar.

Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.

Aunque en Isla de la Juventud aún no se logran los volúmenes per cápita de viandas, hortalizas, granos y frutas; los resultados en el primer cuatrimestre del año la sitúan por encima de la media nacional (17 libras mensuales de las 30 previstas).

Sergio Anido Pérez, director de la unidad comercializadora de la empresa agroindustrial “Jesús Montané Oropesa”, dijo a la ACN que al cierre de abril último la población local recibió un promedio de 19,8 libras per cápita, lo cual representa el 66 por ciento de las más de cuatro mil toneladas de alimento sano y balanceado previstas a expender en la red de mercados.

Citó entre las causas del incumplimiento el aplazamiento de la campaña de frío, primero por la sequía y luego por las intensas lluvias de mayo durante más de 20 días, situación beneficiosa para el frijol y adversa para el tomate, sobre todo para las nuevas variedades, y el resto de los cultivos.

Sin embargo, Yoani Naranjo Luis, delegado del ramo en el municipio especial, consideró como el asunto más álgido la contratación, proceso del que se desencadenan los planes entre las bases y el productor, y a partir del cual se conforma la visión económica y financiera de las cooperativas y sus respectivas demandas.

Agregó que gracias al plan de importaciones aprobado en el Programa de Desarrollo Integral, la empresa agroindustrial se benefició con la entrada de tractores de baja, media y alta potencia lo cual, junto a la garantía de insumos y personal calificado, lo que permite tributar mayor eficiencia a los procesos productivos.

Aunque precisamente las ferias son el destino por excelencia para que la familia satisfaga sus demandas, no siempre es así, a veces los productores llegan tarde, la unidad de medida en ocasiones no es libra, quintal o kilogramo, sino el “bulto”, coinciden en comentar Yosnaidi Peña Mendoza y Alién Díaz Navarro, pobladores del municipio especial.

Es verdad que existe variedad de frutas, viandas, hortalizas y granos, pero por ejemplo la malanga la encuentras en un lugar a 5.00 pesos el kilogramo y en otros a 10.00 o 15.00 pesos, según le convenga al vendedor, muchas veces intermediario; por eso a pesar de las “colas” (filas) prefiero ir al Kayacito, mercado agropecuario estatal, donde los precios son módicos, apuntó Peña Mendoza.

En el programa de autoabastecimiento desempeña un papel importante la agricultura urbana, suburbana y familiar con un fuerte componente de usufructuarios, pero esas tierras se entregaron a fin de producir alimentos destinados al pueblo no para abusar de él, afirmó Naranjo Luis.

Aseguró que se realizan inspecciones sorpresivas para detectar irregularidades relacionadas con los precios en los puntos de venta.

Los recorridos por las bases productivas sugieren que la Isla de la Juventud puede concluir el año 2019 con un promedio per cápita de 19 o 21 libras, acotó Anido Pérez, director de la unidad comercializadora de la empresa agroindustrial “Jesús Montané Oropesa”.

Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.

En unos con más celeridad que en otros, poco a poco en cada territorio del país se consolida el Programa de Autoabastecimiento Municipal, que precisa aún de chequeos sistemáticos a todos los niveles, de control y del seguimiento necesario para llevar a vías de hecho su principal propósito: estabilizar la oferta de viandas, hortalizas, granos y frutas a la población en cada lugar.

Desde hace poco más de dos años se escucha hablar del tema pero la realidad es que aún los objetivos del programa, humanista y revolucionario, no se concretan.

En el surco comienza la solución, porque desde el surco se planifica y se distribuye, en un ciclo cargado de gestiones imprescindibles para que los alimentos lleguen con la debida presencia y precios asequibles a la población cubana, que confía en que vencer el reto, será posible.

(Tomado de ACN)