Sabor y tradición: Atol de sagú o atol de arroz

 

Manjar blanco. Foto: Elcomidista.com

Cuando oímos este nombre manjar blanco, a muchos se les activan las papilas salivares y trae a la memoria y al paladar algo muy nombrado y degustado un nuestra infancia. Era un manjar para dioses y lo degustaban desde los más pequeños hasta nuestros mayores.

¿Qué es el manjar blanco? Para muchos, alimento para niños pequeños o personas de avanzada edad, alimento para enfermos, para otros, algo que se tomaba, sobre todo en el invierno para calentar nuestros estómagos y otras dirán que es un postre. Y para otros un ajuste de cuenta, pues el manjar blanco —acompañado con arsénico— es el primer postre que se refleja en las crónicas habaneras. Sirvió para envenenar al Gobernador General de Cuba, Francisco de Carreño, allá por el siglo XVI.

En verdad se empleaba bajo de azúcar como alimento para niños pequeños y personas de edad avanzada. Pero también, bien punteado de azúcar se utilizaba como postre.

¿Qué lo diferenciaba de la natilla? El manjar blanco se hace con los mismos ingredientes de la natilla, leche, maicena azúcar, canela, pero sin utilizar el huevo. En el caso de la leche se le podía sustituir por agua y en muchos casos se hacía con leche de coco o leche de almendras.

¡Para que no me digan! ¿ De dónde se saca la leche de almendra?. Les diré algo, quizás no tengamos esas almendras grandes, pero le contaré que de pequeña la tía María nos llevaba a mi y a mi hermano de paseo por la línea del tren, que esto era un espectáculo para los niños, el pito de la locomotora más ver pasar los trenes y verlos maniobrar cambiando los vagones.

Pero a lo que iba; allí había muchas matas de almendras y nos entretenían recogiéndolas del piso, llenábamos “cartuchos de papel”. ¡Que no debieron desaparecer para el bien del planeta. Y los llevábamos a casa. Y otra forma de mantenernos ocupados era con una piedra. Partíamos con ella la semilla para sacarle almendra, que es deliciosa. Todavía hoy en día cuando las veo las recojo y la echo en una jaba, a pesar que del que dirán y mi esposo me pelea, pero yo tengo almendra y leche de almendras de esa forma. Así que ustedes también pueden tenerlas. ¡ No se van arrepentir!

También me viene a la mente el sagú, que se hacia de la raíz o una yuca pequeña de la mata del mismo nombre, donde esta se rallaba, se le añadía agua mezclándola bien y luego se colaba con un paño para sacarle todo y se dejaba que se asentara para obtener un almidón con el que se hacía algo parecido al manjar blanco. También se hacía con el arroz molido para obtener una harina, en algunos casos se le decía atoles de sagú o de arroz.

No tan solo tenemos olvidados el manjar blanco, el atol de sagú, de arroz, de maíz, el majarete…. Infinitos y muy variados son los postres criollos olvidados, que tanto se degustaron y que las nuevas generaciones ni siquiera los han oído mentar, pero que son deliciosos.

Hoy les propongo el manjar blanco, atol de sagú y arroz. En otro momento tendremos el atol de maíz, majarete y la harina dulce. Espero que lo disfruten.

Atol de sagú o atol de arroz

Atol. Foto: hispanickitchen.com

Ingredientes:

Cuatro tazas de leche o agua,
4 cucharadas de almidón de sagú o 4 cucharadas de harina de arroz, 2 granos de anís, ½ cucharadita de canela, una pizca de sal, azúcar al gusto.

Preparación:

Reserve una taza para diluir el almidón o la harina. Ponga a la candela un jarro con la leche o el agua restante, el anís, la sal y el azúcar; revuelva con una cuchara de madera hasta que rompa el hervor; agregue, sin dejar de mover, hasta que tenga el espesor deseado. Ponga en un pozuelo o jarra, espolvoréele canela y tómelo caliente.

Nota:

Cada persona tiene su gusto propio, algunas personas les gusta, para aromatizar, la vainilla, la canela, el anís, la corteza de limón, la corteza mandarina o naranja…..etc. Por lo que yo digo que toda receta es de autor, pues usted le pone su propia impronta, solo la receta le sirvió para una guía.

Manjar Blanco

Ingredientes:

Cuatro tazas de leche,
2 cucharadas de maicena, 2 rajitas de corteza de limón, 1⁄2 cucharadita de canela, una pizca de sal , azúcar al gusto.

Preparación:

Reserve una taza de leche para diluir la maicena. Ponga a la candela un jarro con la leche restante, la corteza de limón, la sal y el azúcar; revuelva con una cuchara de madera hasta que rompa el hervor; agregue, sin dejar de mover, la leche con la maicena hasta que tenga el espesor deseado.
Ponga en un pozuelo o jarra, espolvoréele canela y tómelo caliente.

Nota:

Algunas personas le añaden una pizca de sal a la leche cuando la hacen o la hierven, como se hace en el campo. Dicen que le da mejor sabor, yo lo creo.
En cuanto al espesor está en dependencia de cómo lo va a usar. Si es como alimento de niños o personas mayores déjelo un poco espeso como una papilla, por lo contrario déjelo más líquido.