Marisol Gil, delegada en la provincia de Matanzas del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), declaró a la ACN que los trabajos para restituir la vegetación del área costera fueron los más abarcadores acometidos en los últimos años en la Península de Hicacos.
La experta significó que ejemplares de casuarinas, lechugas de costa y otros representativos de especies exóticas invasoras en Cuba, resultaron sustituidos por plantas como la uva caleta, a fin de preservar los paradisiacos paisajes del principal polo turístico de sol y playa en la Isla.
Movimientos de arena para mejorar los sectores más erosionados, monitoreo permanente de la calidad del agua, y comprobación del estado geomorfológico de la playa al norte y sur de la Península, figuraron entre las labores más importantes desarrolladas durante la etapa, refirió Gil.
A decir de la delegada del CITMA, constituye ventaja contar cada año con el financiamiento necesario para evaluar las condiciones ambientales del balneario, situado a unos 120 kilómetros al este de La Habana, y célebre en todo el mundo por sus aguas de característico tono azul turquesa.
Si bien la temporada ciclónica a lo largo del 2015 transcurrió sin sobresaltos para Varadero, en la urbe se registraron afectaciones al estado de su blanca arena provocadas por los fuertes vientos procedentes del Norte, de ahí la importancia de mantener la vigilancia, comentó Marisol.
Según valoró Gil, en la etapa que casi termina se demolieron varias construcciones perjudiciales para la duna en el balneario, sobre la base de un minucioso estudio previo, y para 2016 está previsto colocar señalética especialmente diseñada para sensibilizar a los bañistas con el cuidado del entorno.
Con 22 kilómetros de playa y un área de sol de aproximadamente 850 mil metros cuadrados, la Península de Hicacos se posiciona entre los principales destinos caribeños, y ofrece atracciones diversas para el esparcimiento como paseos a bordo de catamaranes, pesca deportiva, buceo, y excursiones.
(Con información de ACN)