Cuba: desempeño económico en 2014 y proyecciones para 2015 (I)

Sesión de clausura del IV Período Ordinario de Sesiones de la VIII Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en el Palacio de Convenciones, el 20 diciembre de 2014. Foto: Ladyrene Pérez/ Cubadebate

Al cierre de cada año se impone un recuento del desempeño de la economía cubana, cuya primera evaluación integral se produjo el pasado 19 de diciembre en la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP). Los datos expuestos por el ministro de Economía, cuya intervención fue transmitida por la televisión cubana los días 19 y 22 de diciembre, permiten realizar una valoración preliminar de los resultados en 2014 y de las proyecciones para el año entrante, aunque una visión más integral y precisa del período que culmina solo podrá efectuarse cuando se disponga de las cifras del Anuario Estadístico de Cuba.

El año que concluye fue un momento de notables dificultades, especialmente durante el primer semestre, cuando el PIB creció solo 0,6%, con una disminución de -1,8% en las inversiones y una caída de la producción industrial, así como una zafra por debajo de lo planificado en 12%, y un incremento del turismo de solo 4,6% hasta mayo, entre los indicadores más significativos.

Solamente un notable esfuerzo durante el segundo semestre hizo posible crecer alrededor de 2,2% en los últimos seis meses, para lograr un aumento del 1,3% del PIB en 2014, cifra –no obstante– por debajo del 2,2% planificado originalmente. Las causas de este desempeño se ubicaron fundamentalmente en una caída de los ingresos externos en divisas, factores climáticos negativos e insuficiencias en la gestión económica interna.

En relación con la caída de ingresos externos puede asumirse una afectación negativa por el descenso de los precios del azúcar de -9,7% este año, unido a una zafra inferior a lo previsto, y un descenso de la producción de níquel a partir de una capacidad de producción reducida por las reparaciones capitales emprendidas, que no se compensa con el alza de 9,4% en los precios.

También la caída de los precios del petróleo, a partir de junio, afectó los ingresos por exportaciones de portadores energéticos. A esto se añade un crecimiento del turismo de solo 4,3% hasta octubre, de un plan superior al 10% en este año, con la correspondiente reducción de las entradas previstas por esta vía.

La sequía que ha afectado a la agricultura durante el presente año, sumada a las limitaciones para desarrollar el riego con el agua represada, impidieron la siembra prevista de varios productos como el arroz, lo que tuvo una incidencia negativa en el sector, que se extendió también a la agricultura cañera.

Las insuficiencias de la gestión económica interna se apreciaron en la existencia de 151 empresas que cerraron con pérdidas su gestión y acumularon un saldo negativo de 439 millones de pesos en el año, mayormente en el Ministerio de la Agricultura, con 71 entidades con saldos deficitarios. Adicionalmente, hubo 320 empresas que pagaron 189 millones de pesos de salarios sin el indispensable respaldo productivo.

Por otro lado, se pusieron de manifiesto un grupo de dificultades en la reestructuración empresarial, especialmente en lo referido a la gestión de las Unidades Empresariales de Base (UEB), cuyas facultades se vieron reducidas en muchos casos, dando lugar a mayores complicaciones para su gestión, cuestión que se deberá rectificar, según se anunció.

Los resultados esperados para 2014 no contaron con un análisis sectorial detallado, por lo que en estos momentos solo se pueden ofrecer algunos estimados.

Entre los indicadores básicos informados se encuentran el ya mencionado crecimiento del PIB, que alcanzó 1,3%, muy cerca del pronóstico de 1,4% anunciado al cierre del primer semestre. Destaca también la reversión en la caída de las inversiones, las que alcanzaron unos 5 595 millones de pesos, para un incremento de 7,2% en relación con 2013.

La agricultura no cañera –según los datos publicados hasta septiembre– alcanzó en los nueve primeros meses del año un aumento en el volumen del 16,5%, mientras que su crecimiento en términos de valor agregado fue de 5,6% en el primer semestre. Todo esto permite suponer que el incremento en 2014 debe estar entre 5 y 6%, cifra superior al 4,7% logrado en 2013. No obstante, los crecimientos registrados y el aumento de la oferta en los mercados no permiten aún incidir en una disminución de los precios.

Sobre este polémico tema se explicó que la intervención estatal para lograr esos objetivos debe dirigirse al auge de la oferta, preferentemente con una mayor producción doméstica, aunque también puede lograrse el mismo efecto con importaciones, pero a un costo superior. Al respecto se subrayó la inefectividad de fijar precios bajos de forma administrativa en un mercado abierto a la oferta y demanda, lo que provoca –en la mayoría de los casos– el acaparamiento por los especuladores y el desarrollo de la economía sumergida en las operaciones comerciales. El ejemplo referido por el ministro de Economía en la ANPP, en el caso del arroz, ilustra una acción estatal más adecuada en ese sentido, al incrementar la oferta para bajar los precios combinando producción nacional e importaciones.

El sector industrial no azucarero se mantuvo deprimido durante el segundo semestre del año, por lo que no se espera que haya crecido, tomando en cuenta las limitaciones financieras que frenaron las importaciones necesarias para ello. En la construcción cabe suponer un crecimiento igual o superior al 8% logrado en 2013, aunque la cifra de viviendas construidas no rebasó las 23 mil que se terminaron el pasado año.

Las restricciones afrontadas en 2014 repercutieron también en el presupuesto del Estado, especialmente en el impuesto de circulación y ventas, que dejó de recaudar 826 millones de pesos por la caída en la oferta. No obstante, los ingresos fueron sobrecumplidos en 7%, en tanto que se ejecutó un 6% más en los gastos. También se destaca el crecimiento de 29% en los impuestos pagados por el sector privado y cooperativo, aunque ello representa solo el 4% de los ingresos brutos.

En general, se pudo reducir el déficit presupuestario a 4,1% en relación con el PIB, cifra ligeramente inferior a lo planificado, al tiempo que se logró mantener el equilibrio fiscal, a pesar de erogaciones adicionales como el aumento salarial en el sector de la salud.

Factores externos

Los factores externos no tuvieron para Cuba el desempeño esperado durante 2014, un año en que el esfuerzo del segundo semestre permitió revertir la contracción del crecimiento durante la primera mitad. Junto al impulso a la inversión extranjera, el país mantuvo una política dirigida a cumplir sus compromisos financieros y preparar condiciones internas y externas para un despegue a partir de 2015, al tiempo que continuaba la expansión del sector no estatal.

Según estimados, el valor total de las exportaciones -que ya en el primer semestre quedaron 17% por debajo de lo previsto en el plan- muestra un ligero descenso calculado en 1,6% en el año. Un dato positivo de última hora, en lo que se refiere a exportación de servicios, refleja un crecimiento del turismo de 5,3%, lo que permitió llegar a la cifra de tres millones de visitantes en el año.

Se estima que en el año recién concluido el valor de las importaciones totales aumentó en torno al 7%, básicamente influenciado por aumentos de precio en un grupo significativo de productos.

El valor de la importación de alimentos alcanzó los 2 057 millones de dólares, incrementándose en 8,3% en relación al 2013. Al respecto, la información disponible el 30 de diciembre del 2014, comparada con igual fecha del año anterior, destaca que los precios se incrementaron 28,1% en el caso del maíz; 12,3% el pollo en cuartos; 22,5% el arroz; 6,6% los frijoles; 71% los chícharos y 49,1% el café tipo Arabia. Solamente reflejaron disminuciones los productos del complejo de la soya, mientras que mantienen sus ya elevados precios productos como la leche en polvo.

Los combustibles importados mantuvieron su tendencia al alza en los precios durante el primer semestre del año, con un incremento del barril de petróleo WTI de 6,1%, mientras que en los últimos seis meses del año se produjo un descenso de 43,6% en los precios. La tendencia neta de la reducción impactó positivamente en las importaciones, pero también redujo el valor del combustible exportado en la segunda parte de 2014.

En general, se mantuvo un saldo comercial positivo en el año, estimado en unos 1 591 millones de dólares, aunque resultó inferior en 47% al logrado en 2013. También se reportó un saldo ligeramente positivo en la cuenta corriente.

Durante el año que concluye se estima que se recibieron remesas por unos 1 700 millones de dólares, aunque otros estimados realizados en el exterior consideran que la cifra supera los 2 000 millones. En este sentido, cabe señalar que estos últimos cálculos contemplan como remesas todas las transmisiones de valores en efectivo o en especie hacia Cuba, lo que tiende a inflar las cifras.

En el marco de la actualización de las relaciones económicas externas, durante 2014 continuó aplicándose una política dirigida a cumplir los compromisos internacionales asumidos a través de la renegociación y el pago gradual de la deuda externa vencida.

Renegociaciones muy favorables, como la llevada a cabo con Rusia sobre los adeudos reclamados como parte de la deuda con la antigua URSS, permitieron cancelar el 90% de unos 35 000 millones de dólares -según cifras rusas-, convirtiendo el pago del 10% restante en una operación que se financiará mediante créditos y facilidades de inversión. Esta renegociación permitió borrar una cifra significativa de los adeudos pendientes de pago con el Club de París y abrió nuevas posibilidades comerciales y financieras con la economía rusa.

Los niveles de la deuda externa total de Cuba -según el Economist Intelligence Unit- se calculan en 25 212 millones de dólares, una estimación que toma en cuenta tanto la deuda renegociada como la no renegociada, con un pago se servicio de unos 3 100 millones de dólares en este año.

En marzo de 2014 se aprobó una nueva Ley de Inversión Extranjera con una clara definición de la política a seguir en cuanto a los sectores a priorizar, incluyendo un reglamento con condiciones más flexibles en relación a la anterior legislación de 1995.

En este ámbito se destaca el anuncio sobre la necesidad de recibir entre 2 000 y 2 500 millones de dólares anuales de este tipo de flujo financiero. Con posterioridad se dio a conocer la Cartera de Oportunidades de Negocios, con 246 fichas contentivas de proyectos por un valor de 8 700 millones de dólares. Todo esto se complementó con el lanzamiento de la Zona Especial de Desarrollo de Mariel, que ofrece condiciones más favorables para el inversor foráneo.

En el ámbito de la política económica interna, en el año concluido se continuó avanzando en la preparación del proceso de reunificación monetaria. Sobre el posible impacto de este complejo proceso, el presidente Raúl Castro subrayó en su discurso durante la clausura del período de sesiones del Parlamento, el pasado 20 de diciembre, que “se garantizarán los depósitos bancarios en divisas extranjeras, pesos cubanos convertibles (CUC) y pesos cubanos (CUP), así como el efectivo en manos de la población y las personas jurídicas nacionales y foráneas”.

De igual modo, continuó el crecimiento del pequeño sector privado urbano, en el que se computaron más de 477 000 trabajadores por cuenta propia al cierre del año, para un crecimiento de más de 30 000 nuevos emprendimientos durante el ejercicio.

En este sector se registra todavía una baja participación del crédito bancario en el financiamiento de las operaciones, ya que solo le correspondió el 2% de los créditos otorgados a personas naturales; al mismo tiempo, otros estimados calculan que alrededor del 50% de las remesas funcionan como capital de trabajo o inversiones para el sector privado o cooperativo.

Por otro lado, se han aprobado ya 498 cooperativas no agropecuarias, de las cuales se encuentran funcionando 329. Se destaca en este ámbito el programa de transferencia a esta forma de gestión de 12 988 pequeños negocios estatales en la esfera de la gastronomía y los servicios menores, de los cuales ya se ha reconvertido el 27%, en un esquema que contempla un proceso que puede durar hasta el 2016 e incluso más allá. En todos estos casos el Estado continúa manteniendo la propiedad sobre los medios de producción fundamentales, que se entregan en arriendo.

Finalmente, durante 2014 continuó adelante la descentralización de la gestión en las empresas estatales, proceso que posibilitará un aumento salarial significativo en la medida en que se avance, y que tiene como límite un coeficiente salarial de 0,33 en relación al nuevo valor creado para retribuir a los trabajadores por los aumentos de productividad.

En términos de la política salarial -además del aumento en el sector de la salud, que importa unos 2 750 millones de pesos anuales- se aprobó una tasa de conversión de diez pesos por CUC ingresado como pago de la fuerza de trabajo para los trabajadores de la ZEDM y de dos para los trabajadores del resto de las empresas mixtas del país. Acerca de las retribuciones, se informó que se produjo un incremento del 9,1% en el salario medio en el año.

Algunos ajustes en la política fiscal registraron un incremento en los aranceles no comerciales para personas naturales y en el valor de referencia de las viviendas objeto de compraventa.

El 2014 concluye así con el notable esfuerzo realizado por el país durante el segundo semestre, que posibilitó remontar la contracción en el aumento del PIB en los primeros seis meses. El año se destacó por el significativo impulso a la inversión extranjera y la permanente atención al pago de los compromisos externos como elementos clave para asegurar las condiciones que permitan las condiciones de financiamiento externo indispensables para un despegue a partir de 2015, un año que supone importantes transformaciones.

(Continuará)

(Tomado de Cubacontemporánea)