Vocación y formación para la ciencia desde edades tempranas

El 31 de enero de 1974, hace 48 años, se inauguró oficialmente la Escuela Vocacional Lenin, por los entonces máximos dirigentes de Cuba y de la URSS, Fidel Castro y Leonid Brezhnev. El curso escolar ya había comenzado en septiembre de 1973, con alumnos de Secundaria Básica y Preuniversitario. Entonces resulta propicio que dediquemos este ejercicio de pensamiento analítico y creativo a un tema relevante: vocación y formación para la ciencia desde edades tempranas.

No es mi intención hacer la historia del trabajo que la Revolución Cubana desarrolló desde los primeros años de su triunfo en 1959, ni tampoco una valoración crítica de su evolución, incluyendo el paso a los Institutos Preuniversitarios de Ciencias Exactas (IPVCE). Esta es una tarea que merece un diseño y trabajo en equipo, bien concebida. 

Tampoco quisiera que se piense que desconozco los antecedentes del surgimiento de La Vocacional Lenin, con sus encomiables experiencias de la Escuela de Monitores de Vento, y del prestigioso instituto preuniversitario Cepero Bonilla.

En similar sentido va mi reconocimiento a las Escuelas Vocacionales que se fueron fundando en otras provincias, fraguas de excelentes científicos y profesionales.

Tuve la oportunidad de colaborar con casi todas, las de aquella división política-administrativa inicial (Federico Engels de Pinar del Río; Carlos Marx de Matanzas; Che Guevara de Las Villas; Máximo Gómez de Camagüey; José Martí de Oriente Norte y Antonio Maceo de Oriente Sur).

La tarea que hoy les propongo en  la Columna Para Pensar de Cubadebate, es precisamente pensar, opinar, proponer, sugerir sobre un tema de tanta importancia y diversidad como el desarrollo del trabajo vocacional y de formación para la ciencia, desde edades tempranas; de manera que nos asegure una buena cantera, para contar con jóvenes científicos en las diferentes disciplinas de la Ciencia que sean protagonistas principales en el colosal reto de construir y desarrolla el socialismo próspero y sostenible que necesitamos.

Hace más de tres años trabajamos en un ejercicio con cierta afinidad: Ideas creativas para captar, desarrollar, emplear y retener a las personas  talentosas en Cuba. En esta ocasión tratamos una etapa anterior, la referida a la organización escolar.

Para organizar el intercambio de ideas y opiniones, compartiré con ustedes algunos componentes básicos y preguntas que considero apropiados para un ejercicio que además de enriquecedor resulte de utilidad para los decisores en las diferentes instancias de dirección.

Es ciencia constituida que la inteligencia tiene un componente genético y otro social y ambiental; hay múltiples inteligencias (lógica-matemática, espacial, corporal, lingüística, musical, interpersonal, naturalista, emocional), que al encausarse adecuadamente propician el desarrollo de personas talentosas y exitosas. La motivación juega un papel determinante en el éxito. El éxito puede ser en el campo de las ciencias exactas, naturales, económicas, sociales; en las ingenierías; en la literatura, la danza, la pintura, la actuación, la música, el deporte, etc.

En la etapa estudiantil, en no pocas ocasiones se malogran inteligencias superiores, por falta de una detección precoz, por ausencias de maestros y profesores preparados y motivados, y más recientemente por causas económicas familiar y social. El problema como todo fenómeno complejo es multidimensional, multifactorial y no lineal.

Aunque la inteligencia colectiva siempre será superior a la individual, no debemos desconocer el papel que inteligencias superiores pueden jugar en favor de nuestra batalla económica y social.

Existen varias formas de tratar a los alumnos talentosos: la segregación, el enriquecimiento y la aceleración. 

La segregación completa implica la creación de las escuelas y las aulas especiales, y solo se acepta, casi por consenso, para los talentos artísticos y deportivos, aunque en la enseñanza privada se utiliza, ya que la educación de los talentos es también un negocio. 

Los detractores de esta modalidad exponen que es una alternativa para crear élites y multiplicar las diferencias sociales. Por otra parte, la escuela normal se queda sin el estímulo que estos alumnos representan para el resto. 

La aceleración consiste en vencer un programa, una asignatura o un grado en menos tiempo que el estipulado para los alumnos promedio. Se utilizan los llamados exámenes de suficiencia que dan la oportunidad de convalidar asignaturas o grados.

Los partidarios de esta alternativa plantean que es más económica, porque el estudiante sale antes del sistema educativo y se incorpora más rápido al  trabajo y no es necesario cambiar los programas. 

El enriquecimiento consiste en que el estudiante se quede en su grupo regular y se le ofrezcan actividades variadas además del currículum regular. Es la forma más utilizada y aceptada para estimular el desarrollo de los niños talentosos porque, entre otras razones, no implica ningún riesgo sicológico para el alumno y es una opción más flexible que las otras. Posibilita que el estudiante se eduque con sus coetáneos y reciba una atención a la altura de sus posibilidades.

Las formas de atención a los sujetos talentosos aquí mencionadas no son excluyentes, se pueden utilizar de manera combinada. Por ejemplo, en las escuelas y en los grupos especiales se ofertan programas de enriquecimiento, que pueden a su vez, facilitar la aceleración.

Los concursos de conocimientos forman parte del estímulo a superarse, de retar al talento individual de estudiantes y profesores.

Para atender de manera efectiva el desarrollo del talento de los alumnos, es indispensable la calidad del personal docente encargado de ponerlos en práctica, porque los docentes son los que tienen que concebir las nuevas experiencias pedagógicas. 

Existen muchas especulaciones y algunas investigaciones empíricas sobre las características generales y específicas que son necesarias para este tipo de maestros o profesores; pero hay consenso en que no todos los docentes están en condiciones para enseñar a estos alumnos. 

Por todos es conocido que el mejor programa en manos de un mal profesor no sirve y que un programa mediocre impartido por un buen profesor puede tener  resultados satisfactorios; o sea que quien tiene la responsabilidad del éxito del programa es, en gran medida, el docente.

La preocupación por el desarrollo del talento de la población cubana tiene tres elementos de base muy importantes que son el acceso a la educación, a la salud y a la cultura para todos. 

Se utilizan las modalidades siguientes:

Existen las escuelas de arte y deporte como forma de segregación correcta.

En la educación general politécnica y laboral se usan las formas de enriquecimiento que aparecen a continuación:

En la educación superior se aprecian las prácticas siguientes:

Como es habitual en este tipo de ejercicio en Para Pensar, planteamos algunas preguntas para incrementar la motivación en la participación

  1. ¿Desde qué edad se debe ir desarrollando la vocación por la ciencia?
  2. ¿Es posible detectar en la culminación de la enseñanza primaria e inicio de la secundaria, vocación y aptitudes para determinadas disciplinas científicas?
  3. ¿Cómo tratar en la edad infantil el acercamiento al pensamiento científico; atributos comunes y atributos propios?
  4. ¿Cómo preparar a los maestros y profesores para tratar con niños y jóvenes con inteligencia, talento e inquietudes que resalten por encima de la media grupal?
  5. ¿Cuáles son las diferencias entre el profesor de talentos y un buen profesor de todos los estudiantes?
  6. ¿Cuál sistema es el mejor para desarrollar el talento y la creatividad de niños y jóvenes aventajados; la segregación, aceleración o el enriquecimiento.
  7. ¿Cómo influye la valoración social y su estatus de vida de los científicos, en la motivación de los jóvenes para matricular carreas científicas?
  8. ¿Cuáles ideas creativas, innovaciones organizacionales y programas de comunicación social propondrías, para estimular la vocación por la Ciencia?

Adelante con sus opiniones, respuestas, discrepancias, concordancias, nuevas preguntas y sugerencias.

Recuerden que:

“La única idea inservible es la que no se comparte”.

¡Manos y mente a la obra!