Boicot en la NBA ante el reciente caso de violencia policial racista en Estados Unidos: “Exigimos un cambio”

LeBron James y cía. con la remera del Black Lives Matter. Las consignas no fueron suficientes. Foto: AFP

La histórica decisión de los jugadores de Milwaukee Bucks de no presentarse a disputar su partido de Playoffs de la NBA ante el reciente caso de violencia policial racista en Estados Unidos no tardó en generar apoyos en el resto de la liga.

“Exigimos un cambio. Asqueado de esto”, disparó en su cuenta de Twitter LeBron James, nada menos que el gran símbolo actual de la NBA, poco después de darse a conocer el boicot iniciado por los Bucks y con un muy posible destinatario: Donald Trump, quien se juega la reelección el noviembre próximo.

El alero de Los Angeles Lakers, máximo candidato al título, ya se había manifestado muy seriamente al episodio en el que un policía baleó al menos siete veces por la espalda al afroamericano Jacob Blake, cuando éste intentaba meterse en su auto en Wisconsin (estado al que pertenece Milwaukee).

“Si mirás el video, hubo varios momentos en los que, si quisieron, podrían haberlo tackleado... Podrían haberlo agarrado. Podrían haberlo hecho. ¿Por qué siempre tiene que llegarse a un punto en el que vemos armas disparando? Honestamente, estamos jodidos como comunidad”, había opinado James una vez finalizado el triunfo de su equipo ante Portland el lunes pasado.

Otro de los que no dudó en expresar su apoyo fue la estrella de Utah Jazz, Donovan Mitchell. “Demandamos un cambio. Felicitaciones a los Bucks”, tuiteó. Algo similar expresó el base canadiense de Denver Nuggets, Jamal Murray: “Demandamos justicia”. Incluso el emblemático ex Chicago Bulls Scottie Pippen se sumó, haciendo un juego de palabras en entre el poder de los Bucks (“Bucks power”) y el Black power, movimiento político originado en los '60 en EE.UU. para defender los derechos de la comunidad afroamericana de ese país.

Lo cierto es que ya se venían manteniendo conversaciones entre varios de los equipos para tomar una medida de fuerza más resonante ante el avance del racismo y la violencia en el país del norte. Previo al reinicio del torneo en la Burbuja de Disney, con el fresco antecedente del asesinato del afroamericano George Floyd, asfixiado por un policía blanco, los jugadores se habían limitado a poner diversas frases en lugar de sus nombres en las camisetas, haciendo alusión a numerosos reclamos, desde el “Black Lives Matter” hasta consignas educativas y electorales.

Pero el reciente caso de Blake, quien se encuentra hospitalizado y difícilmente vuelva a caminar, y los posteriores asesinatos durante las manifestaciones obligaron a los jugadores a tomar una postura mucho más definida. Los integrantes de Boston Celtics y Toronto Raptors, los únicos clasificados a la siguiente ronda y que iban a iniciar su serie este jueves, habían tenido reuniones para definir acciones que anticipaban el boicot y hasta habían pedido asesoría legal al sindicato que los representa. Finalmente, los Bucks se les adelantaron -aunque con foco puesto en su comunidad y no en la liga- y la NBA decidió suspender el resto de la jornada, misma definición que tomó la WNBA femenina.

“Así que no nos escuchan... Bueno, ahora tampoco pueden vernos”, expresó el escolta J.R. Smith, de Lakers, en una excelente definición de lo que significa este boicot que por ahora se atañe a los tres partidos que se iban a jugar este miércoles: Milwaukee-Orlando, Houston-Oklahoma y Lakers-Portland. Queda por verse hasta cuándo se extenderá la medida ya que, de depender del fin de la violencia racial en Estados Unidos, no habría más NBA.

Tiroteo policial resuena en todo Estados Unidos

La gente protesta frente al tribunal del condado de Kenosha después de que la policía disparara varias veces a Jacob Blake. Foto: Stephen Maturen / Reuters

El fiscal general de Wisconsin, Josh Kaul, identificó este miércoles a Rusten Sheskey como el agente blanco que disparó siete veces por la espalda de Jacob Blake después de que este abrió la puerta de su auto el domingo. Kaul dijo también que los investigadores hallaron un cuchillo en el suelo del vehículo.

Según reportó Reuters, el anuncio, junto al arresto de un sospechoso de 17 años acusado de homicidio por los tiroteos de la noche previa, fijaron el escenario de lo que podría ser otra noche de caos en las calles de Kenosha, a unos 60 kilómetros al sur de Milwaukee.

La onda expansiva de lo ocurrido en la ciudad, de unos 100 000 habitantes, se dejaba sentir por todo Estados Unidos, ya que los deportistas profesionales comenzaron una huelga y las protestas callejeras contra el racismo se intensificaron en otras ciudades. En la Convención Nacional Republicana, el vicepresidente Mike Pence y otros oradores exigieron “ley y orden”.

No obstante, en Kenosha, después de tres noches de disturbios -incluyendo incendios, vandalismo y tiroteos que dejaron dos muertos- la calma pareció reinar en la noche del miércoles y en la mañana del jueves.

Unos 200 manifestantes desafiaron el toque de queda y marcharon de forma pacífica por las calles de la ciudad, entonando eslóganes como “Black Lives Matter” y “sin justicia no habrá paz” en respuesta a los disparos que recibió Blake, de 29 años, en presencia de tres de sus pequeños hijos.

Los agentes del orden mantuvieron un perfil bajo y destacó la ausencia de contramanifestantes y de los grupos que operan como milicias armadas.

En las noches previas se pudo ver a civiles con rifles, uno de ellos el joven de 17 años Kyle Rittenhouse, que fue arrestado el miércoles acusado de homicidio en conexión con los eventos de la noche del martes. Rittenhouse fue arrestado en su casa de Antioch, Illinois, a unos 30 kilómetros.

Liderados por los Milwaukee Bucks, los jugadores de la NBA comenzaron una huelga en los playoffs en protesta por la injusticia racial, poniendo en peligro el resto de la temporada.

Asimismo, jugadores de la liga de béisbol MLB, de la de fútbol MLS y de la de baloncesto femenino WNBA también comenzaron huelgas, mientras que la tenista Naomi Osaka se retiró de un torneo en Ohio.

En Mineápolis, las autoridades declararon el estado de emergencia el miércoles para apaciguar las protestas provocadas por la muerte de un negro sospechoso de homicidio que, según la policía, se disparó a sí mismo.

En video, Kyle Rittenhouse mató a dos manifestantes y dejó a uno más herido durante las protestas

Abren investigación por tiroteo policial contra Jacob Blake en EE.UU.

El gobernador de Wisconsin, Tony Evers, declaró el martes el estado de emergencia. Foto. Reutres.

El Departamento estadounidense de Justicia abrió una investigación de derechos civiles sobre el tiroteo policial contra el afronorteamericano Jacob Blake en Kenosha, Wisconsin, un hecho que sigue generando protestas hoy en esa ciudad.

De acuerdo con el diario The New York Times, será el Buró Federal de Investigaciones la agencia de esa entidad encargada de realizar la pesquisa, en cooperación con las autoridades del estado.

Esta es la segunda investigación lanzada por el Departamento de Justicia este año que involucra a un oficial de policía blanco que disparó contra un hombre negro, luego de que se abrió una indagación similar sobre Derek Chauvin, el agente de Minneapolis acusado de la muerte del afronorteamericano George Floyd a finales de mayo.

Sin embargo, defensores de los derechos civiles, e incluso abogados de la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia, dudan que la entidad anuncie una decisión o tome medidas antes de las elecciones presidenciales del venidero 3 de noviembre.

El Times señaló que eso se debe, en buena medida, a que el mandatario Donald Trump, quien buscará un segundo mandato en esos comicios, ha construido su campaña de reelección en parte en torno a su firme apoyo a los agentes del orden.

Según reportes de prensa e información de las autoridades, el domingo pasado oficiales de policía de Kenosha estaban respondiendo a una queja doméstica cuando intentaron arrestar a Blake delante de sus tres hijos.

Los agentes usaron una pistola Taser, pero no pudieron someterlo, y el oficial blanco Rusten Sheskey, quien tras lo sucedido fue puesto en licencia administrativa, le disparó siete veces por la espalda.

El fiscal general de Wisconsin, Josh Kaul, comunicó ayer que Blake había reconocido tener un cuchillo 'en su poder' cuando ocurrió el tiroteo y que los investigadores encontraron después un arma blanca en el piso del lado del conductor de su automóvil.

La ebullición generada por lo sucedido con Blake, quien quedó parcialmente paralizado por el tiroteo, tiene lugar después de la ola de protestas contra el racismo y la brutalidad policial que se extendió por el país y otras naciones tras el asesinato de Floyd en Minneapolis.

(Tomado de Página12)