El Huracán Max, con categoría 1 en la escala Saffir-Simpson, tocó tierra en el poblado Pico del Monte, en el estado mexicano de Guerrero, el pasado 14 de septiembre. Ahora, degradado a tormenta tropical, sus fuertes precipitaciones y vendavales han dejado, hasta el momento, un saldo de dos personas desaparecidas y unas 600 casas inundadas.
Entre otros daños, se reportan caída de árboles, derrumbes en caminos y la destrucción de un puente en el municipio de Cuautepec.
La Secretaría de Protección Civil del estado ha indicado que las inundaciones afectaron a viviendas en los municipios de Coyuca de Benítez, Atoyac de Álvarez, Ometepec, Acapulco y San Marcos.
Así mismo se produjo el desbordamiento de algunos ríos, lo que afectó a un total de 439 viviendas en los municipios de Acapulco y en las regiones de Costa Chica y Costa Grande.
Por su parte, Héctor Astudillo, Gobernador Constitucional del Estado de Guerrero, ha recorrido algunos territorios dañados para valorar las afectaciones e implementar las medidas necesarias.
Al tocar tierra firme, y por no ser capaz de ser alimentada su fuerza por agua cálida del Pacífico, Max se degradó este viernes a una amplia área de baja presión, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos. Si bien, sus remanentes todavía tienen potencia para causar fuertes lluvias en Guerrero y en el vecino estado de Oaxaca.
(Tomado de Russia Today)