Más allá de bajar los precios (+ Podcast)

A raíz de la publicación de las medidas para el ordenamiento de la comercialización de productos agrícolas así como la rebaja de precios de alimentos y otros productos para incrementar la capacidad de compra del peso cubano, Cubadebate conversó con Silvio Gutiérrez, director de agroindustria del Ministerio de Finanzas y Precios y el periodista Ariel Terrero, especialista en temas económicos.

¿Se trata solo de bajar los precios?

Silvio: Primero debemos resaltar que todas estas medidas son parte de las políticas que tiene nuestro país para incrementar el nivel de vida de nuestra sociedad y sobre todo el nivel de acceso a los alimentos fundamentales. En este sentido debo decirte que para lograr este objetivo se pueden realizar tres acciones fundamentales: Uno es incrementar la oferta de productos a partir de estimular la producción nacional o a través de las importaciones; otra alternativa sería realizar una rebaja generalizada de los precios o un incremento de los salarios.

En el caso nuestro se decidió hacer una rebaja de los precios en determinados productos atendiendo a la coyuntura internacional. Se tuvo en cuenta por ejemplo la rebaja de los precios de los combustibles y a su vez en los costos de producción agrícola, así como la disminución de los precios de ciertos productos de importación en el mercado internacional: esto ha permitido que con la misma divisa que contábamos para la importación de alimentos tengamos acceso a una mayor cantidad de alimentos.

Sobre la base de estos elementos el país decidió evaluar puntualmente la disminución de precios, no de manera generalizada pues no contamos con todos los recursos financieros para ello. Tampoco se decidió elevar el salario de manera generalizada pues se incrementaría la demanda y no contaríamos con todos los recursos que respondan a esa demanda. Por ellos es importante que se entienda que estas rebajas se están realizando en aquellos productos en los cuales hay un respaldo que nosotros podamos ir garantizándolo.

Dentro de este primer paquete de medidas están las adoptadas en las tiendas en divisas y el establecimiento de precios máximos en los agromercados. En el caso de esta última medida, no es solo para elevar la capacidad de compra, sino para evitar esos picos en los precios ante determinados fenómenos que ocurren en la producción agrícola y que los propios consejos de la administración municipal y provincial de algunos territorios habían adoptado ante los irritantes precios que afectaban a la población.

Ariel: La formación de un precio es compleja, y en Cuba podríamos decir que es doblemente compleja. Sobre un precio influyen muchos factores que tienen que ver con la producción misma de ese producto, que incluye desde los costos de la materia primas, hasta el uso de fuerza de trabajo y otros múltiples elementos que tiene que ver con la propia producción.

Luego se le suman los precios de comercialización que tiene que ver con el comercio mayorista, con el transporte, con el flete y con el impuesto por solo mencionarte algunos aspectos. Cuando te decía que en Cuba es doblemente complejo es porque en nuestro país hay una enorme segmentación con el sistema de precios. Además de que tenemos una dualidad monetaria, que agrava o complica más el problema, también tenemos un sistema de precios diferente en las tiendas en divisa, en las llamadas bodegas, en el turismo y en el propio sistema agrícola también hay diferenciaciones- Mercados de Oferta y Demanda y los Mercados Agropecuarios Estatales). Todo esto hace muy difícil reglar uno de esos precios.

Los precios tienden a ser rígidos para bajar, normalmente ellos tienden a subir como tendencia normal en el mundo. Lo que hay que lograr entonces es regularlos, hay que lograr que esos precios suban de manera equilibrada con la capacidad adquisitiva de la población. Cuando los precios suben y la capacidad adquisitiva de la población no sube puede generarse hasta una crisis; entonces estas medidas que se han logrado llevar a cabo en estos primeros meses del año 2016 de bajar determinados precios – que han sido muy puntual- se ha realizado porque no abarcan todo el sistema de precios del país.

Considero entonces que la habilidad que deben demostrar ahora a la hora de bajar los precios es que hayan ido justamente al punto donde más beneficio puedan tributar tanto al consumidor como a la propia economía.

¿Es recomendable topar precios?

Ariel: El tema de topar los precios como medida urgente puede ser aceptado porque es real que se había producido una situación descontrolada sobre este tema en el mercado de los productos agropecuarios. Había una tendencia de los precios a subir. Seguían altos y no reaccionaban para equilibrarse a pesar de que hubiese un incremento de la producción o una contracción de la demanda.

Como una medida de emergencia tú puedes topar el precio, ahora bien, no es una medida efectiva en el largo plazo ni en el mediano plazo ya que para trabajar con la variante de precios topados hay que estarlo revisando constantemente porque el mercado y la economía funcionan, varía y pueden variar los precios en el mercado mundial.

Esto ha sucedido antes y sin embargo en Cuba llevábamos años sin que se viera un movimiento efectivo de los precios en los mercados de las tiendas en divisas. Tal pareciera que la economía cubana estaba dentro de una campana de cristal desconectada de la economía mundial y eso no es así.

Estas rebajas de precios, volviendo al tema de los mercados agropecuarios, no es una medida efectiva. Topar los precios no será una medida efectiva porque si la dejas estable, si no la mueves no va a reflejar lo que ocurra, por ejemplo, en los tiempos de determinadas cosechas que puede tener una excelente cosecha o una mala cosecha.

En este momento yo creo que es muy complicado además por el factor de la segmentación del sistema de precios en el país y la dualidad monetaria. Hasta que no se resuelva la dualidad monetaria, no haya una economía bien estructurada desde ese punto de vista va a ser muy difícil lograr un sistema de precios coherente en este país, habrá que acudir a medidas de poco efecto. No es la primera vez que se topan precios en el mercado agropecuario. En su momento tuvieron y -tienen en los primeros instantes- un efecto medianamente positivo pero después se pierde totalmente ese efecto.

¿Se benefician los productores agrícolas con estas medidas?

Silvio: Antes de hablar concretamente del papel del productor, del beneficio o la afectación posible que pudiera tener con la medida, me gustaría recalcar la idea que estaba dando Terrero. El asunto quizás no es ni topar ni liberar, yo creo que ya la literatura en el mundo deja bien claro que los precios deben de tener una determinada regulación, o sea, pueden estar regulados de una forma directa o pueden estar regulados de una manera indirecta.

Generalmente en un país con una poderosa economía pueden estar regulados de una forma indirecta a través de mecanismos fiscales como decía Terrero.

Los productores a través y sobre todo del precio de ACOPIO recuperan los gastos y los márgenes de utilidad que debieran tener para poder ellos reinvertir en la producción. Por eso es muy importante el precio que en esta Resolución la 157 se fijan tanto a los precios máximos de ACOPIO como los precios minoristas.

Los precios de ACOPIO tienen que cubrir el total de gastos y las utilidades del productor y digo el total de gastos y lo recalco porque tú puede decir el total de gastos en las condiciones mejores, el total de gastos en las condiciones medias o en las condiciones peores; hay tres condiciones de producción en la agricultura.

En el trabajo que se hizo siempre se tendió a acercarse a las condiciones que no fueran las más propicias donde la tecnología es la menos común, donde el riego no era los más usados de la forma más cotidiana, o sea, dentro de las peores, porque hay mucho peores siempre o sea, que le permitiera a los productores de manera general recuperar la inversión, eso es un trabajo que se hizo digamos desde hace muchos años, digamos cinco años trabajando en esto, actualizando la ficha de costo.

Lo primero que se hizo hace dos o tres años atrás, fue que el Estado daba más de 200 millones de pesos de subsidio a los insumos y se eliminó ese subsidio y luego se incrementaron algunos precios de los insumos y se mantuvo niveles de utilidades que pudieran estar hasta en un 30% sobre los costos y se fijaron determinados precios a los productores.

Déjame decirte que antes de esta medida habían 12 productos, ahora son 26, que sus precios estaban centralizados y que también son precios muy estimulantes para los productos, claro, son productos que después se venden a la población y se subsidiaban como el caso de la leche, una parte del cerdo que se vende a la población o el caso mismo del café.

Muchos productos de estos que se le compran a los productores a precios muy estimulantes y después se subsidia cuando se le vende a la población.

En general, te podemos afirmar que los costos se respetaron y que además, usted intercambia con la mayoría de los productores que sí que los precios que tienen les permiten seguir produciendo en sus condiciones de vida y de producción.

Ariel: No me gusta generalizar. Yo creo que hay que partir de la eficiencia que logre cada productor, de los costos que tenga cada campesino. Para poder evaluar estos dos aspectos que te mencioné hay que incluir incluso las variables meteorológicas. No es lo mismo producir hoy en las Tunas, que en la zona de la llanura Habana-Matanzas.

La medida puede ser que no le convenga a un productor, pero en general si la medida se estudió bien no creo que sea un problema hoy para los productores. Yo creo eso sí, que la medida su principal efecto es político, sobre todo si vemos las medidas establecidas en el mercado agropecuario y otras medidas que se han ido adoptando como el cierre reciente del mercado mayorista del trigal.

Todas estas medidas lo que le está demostrando a los productores y a los comercializadores es que el estado no permitirá el desorden que había con los mercados agropecuarios, con los precios que estaban afectando a la población.

Le envía un mensaje a la población de que se hará todo los posible por regular los precios. Esta primera medida es muy poca cosa, pero es un paso. Si a continuación se sigue ordenando todo el sistema de productos del agro y el sistema tan complejo que te mencionaba con anterioridad pueden ser medidas efectivas.

Algo positivo de la aplicación de las regulaciones es que aunque los mercados de oferta y demanda están excluidos de estas medidas han tenido que bajar los precios. ¿Hasta cuándo lo harán? Ya lo veremos, pero lo cierto es que hay resultados.

Creo que el reto fundamental que nos queda es que el productor logre mayores rendimientos productivos. El salto de no será mágico, pero espero- e insisto- que estas primeras medidas- puedan repercutir en un incremento de la producción de alimentos en Cuba.

¿Rebajar precios o elevar la producción?

Silvio: En la producción está la clave de los problemas que tenemos en la comercialización y en la adquisición de los productos por parte de la población. Creo que también hay que acabar con los esquemas monopólicos en la comercialización porque no siempre cuando aumenta la producción se resuelven los problemas.

En la propia resolución 157 c, el resuelvo XV y el resuelvo XVII divulga las medidas para estimular la producción agropecuaria, con el 50 % de reducción del interés para los productores y muchos creerán que es casuística esta medida, pero realmente es para lograr mayores rendimientos en el campo.

Ariel: Yo creo que la palabra de orden para lograr una mayor producción es Inversiones. Tanto del estado cubano como las extranjeras. Hace falta una agricultura desarrollada que no la tenemos todavía. Estas inversiones pueden incluir los subsidios por el estado que no se han realizado muchas veces de la manera correcta y esa resolución que menciona Silvio habla de un fondo de desarrollo. Hay que lograr de una vez, que los productores tengan los recursos de manera oportuna para producir esos alimentos.

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