Obama en su entrevista con la cadena estadounidense CBS ha afirmado que los ex combatientes de Al-Qaeda expulsados de Iraq por las tropas locales y, a su juicio, también por EE.UU., pudieron reunirse en Siria y formar la agrupación Ejército Islámico.
"Creo que nuestro jefe de la comunidad de inteligencia, Jim Clapper, sabe que subestimaron lo que estaba pasando en Siria", ha admitido el mandatario en referencia a su director nacional de inteligencia.
En otra parte de sus aseveraciones, para justificar sus ataques aéreos contra Iraq y Siria bajo el pretexto de la lucha contra EIIL, considera parte de la solución de esta crisis como militar, mencionando los ataques liderados por su país al respecto.
A pesar de que reconoce que Damasco y Bagdad son los que tendrán que resolver sus crisis, en unas declaraciones contradictorias el mandatario estadounidense subestimó la habilidad de las fuerzas iraquíes para solventar este conflicto.
En este sentido, cuando se le pregunta si Washington también sobrevaloró la habilidad o voluntad de los militares iraquíes para combatir a los terroristas por su cuenta, Obama responde: "Eso es verdad. Es totalmente verdad".
Obama ha admitido la presencia de los ciudadanos extranjeros, entre ellos, estadounidenses y europeos en las filas del EIIL tras reiterar que la propaganda de este grupo está siendo "muy inteligente" con las redes sociales y que atrae a nuevos reclutas de Europa, Estados Unidos y Australia, así como de países musulmanes.
Las declaraciones de Obama sobre la reaparición repentina de EIIL, contradicen los testimonios del exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (NSA, por sus siglas en inglés) Edward Snowden, en los que explica que este grupo fue creado mediante un trabajo conjunto de los servicios de Inteligencia de Estados Unidos, el Reino Unido y el régimen de Israel.
Recordemos que EE.UU comenzó el pasado martes una campaña de ataques aéreos contra el territorio sirio con el pretexto de luchar contra los elementos del Estado Islámico, después de iniciar el pasado 8 de agosto ataques contra sus posiciones en Iraq.
La campaña militar de EE.UU. y sus aliados en Siria ha sido objeto de fuertes críticas en un gran número de países, por carecer de la autorización del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) y, más importante aún, por no haber sido coordinada con el Gobierno de Damasco.
(Con información de agencias)