Parqueadores en La Habana, ¿dueños de la calle?

La Resolución No.122, emitida por la Dirección Provincial de Finanzas y Precios en el año 2007 establece la tarifa para autos ligeros en los parqueos. Foto: Granma.

El diario Granma publicó este lunes un extenso reportaje acerca de la situación de los parqueos a raíz de la situación descrita por M. A. Jiménez Reyes en la sección Cartas a la Dirección.

El 27 de noviembre del pasado año el estadio Latinoamericano fue sede del encuentro beisbolero entre los equipos de Industriales y Granma. M. A. Jiménez Reyes, aficionado del deporte nacional, se dirigió junto con su familia hacia el recinto deportivo para disfrutar del partido.

Pero, cuál sería su sorpresa cuando, después de colocar su auto particular en el parqueo del Coloso del Cerro, fue abordado por un parqueador que le exigió el pago de 5.00 CUP por adelantado sin entregarle el ticket.

Jiménez, consciente de que el juego ya había comenzado y duraría como máximo dos horas, se negó a la imposición del pago y mucho menos a no recibir comprobante. La respuesta del mencionado parqueador fue tajante: si no paga, su vehículo no puede permanecer aquí.

M. A. Jiménez Reyes se retiró indignado del lugar con su familia sin disfrutar del partido de pelota. Mientras algunos parqueadores presentes catalogaron su actitud de ridícula, Granma entendió la razón de la denuncia e investigó sobre el asunto.

CALCULITOS "BOBOS"

El estadio Latinoamericano cuenta con dos zonas de parqueo, una trasera destinada para vehículos abonados -—por los que se paga una tarifa fija mensual para su custodia y estacionamiento— y otra que abarca el área restante y está activa solo en el periodo de la Serie Nacional.

Esta última sección es un parqueo eventual, de tránsito, convenido con la Empresa de Provincial de Aseguramiento de Servicios de La Habana (EPAS), que posee una capacidad de 75 u 80 carros y aproximadamente 60 motos.

En los días de actividad en el Coloso del Cerro los vehículos son custodiados por seis parqueadores que en grupos de dos atienden las zonas del estacionamiento.

Estos trabajadores son estatales contratados por un convenio establecido entre ellos y la EPAS, que es avalado por el Consejo de Administración Municipal. Estos, denominados "convenidos", pagan una tarifa al estado — en este caso diaria— , no contribuyen a la seguridad social ni reciben sus beneficios y sus ingresos salen del excedente que queda al entregar al gobierno —o empresa que los representa— desde un 40 a un 70 % de lo que perciben.

En el caso del Latino el impuesto que paga cada parqueador por un día de trabajo al estado es de 3,00 CUP y debe, según la Resolución No.122 — emitida por la Dirección Provincial de Finanzas y Precios en el año 2007— , cobrar a vehículos ligeros 50 centavos por la primera hora de estacionamiento y 25 centavos a partir de la segunda.

Si los 5,00 pesos que ilegalmente cobran por cada auto se multiplican por la cantidad promedio de carros que pueden estacionarse en el parqueo del Coloso del Cerro — 75-— y a este resultado — 375 pesos— se le resta el total de dinero que todos los trabajadores del parqueo abonan al estado — 18 CUP— y se divide entre los 6 parqueadores, vemos que ganan alrededor de 59 pesos en una noche.

El Director de Parqueo de la Empresa Provincial de Aseguramiento de Servicios de La Habana (EPAS), Antonio González Núñez, explica que el Latino, como otros parqueos de eventos múltiples, presenta la problemática de que al retirarse una gran cantidad de carros al mismo tiempo, resulta muy difícil cobrarles a todos. Por esto la Empresa redactó un documento interno que está en aprobación y difiere de lo estipulado en la Resolución 122/07, el cual permite cobrar por adelantado el precio aproximado que se pagaría según las tarifas legisladas en esa resolución.

Pero el documento, que aún no está en vigor e inexplicablemente contradice una norma legal, solo admite que el parqueador del Latino pueda cobrar por adelantado de 1 a 1,25 pesos por el periodo de tiempo que duran los juegos.

En cuanto a los tickets, los trabajadores de rojo y solapín del Coloso del Cerro atestiguan que a veces no les da tiempo a entregarlos debido a lo rápido que se retiran los vehículos, por lo que los colocan bajo el limpiaparabrisas. Pero suponiendo que se admita la idea de cobrar por adelantado, ¿no sería lógico que entregaran el comprobante a la vez que realizan el cobro?

En todo el estacionamiento del estadio capitalino solo hay un deteriorado cartel con las tarifas de la Resolución 122/07 y para colmo está situado al final del parqueo, puede entenderse que los tickets se convertirían en un aviso lumínico que denunciaría la estafa en la que incurren algunos parqueadores.

LA "CARTA BOMBA"

A partir de la queja recibida por Granma y comunicada a la Empresa Provincial de Aseguramiento a los Servicios de La Habana, se inició una investigación de los trabajadores del Latino, a cargo del Jefe de municipio del Cerro, Osvaldo Chávez Zambrana y la especialista principal de parqueo en la entidad, Nancy Sarrías.

La Empresa separó de manera definitiva del Sistema de Estacionamiento de la Ciudad a los tres parqueadores implicados en el incidente del 27 de noviembre del 2013, por violar la Resolución No. 122/07.

Debido a incidencias que se siguen presentando con algunos parqueadores del Latino, el subdirector de Parqueo de la Empresa, Juan Luis Díaz, comenzó el pasado viernes, 25 de enero, averiguaciones sobre los implicados en los cobros inflados de la vigilia y estacionamiento de los vehículos.

LOS PARQUEOS PRIVADOS ¿EN LA CALLE?

Los estacionamientos cubanos se encuentran divididos en la actualidad en tres ramas madres: estatales, estatales por convenio y particulares.

Los primeros son los que originalmente estaban destinados solo para abonados, por lo que están emplazados en lugares casi siempre cerrados, con algunas excepciones como el situado en el parque El Curita, en Centro Habana.

Los segundos son aquellos denominados "de tránsito", que se crearon para suplir la necesidad de algunas tiendas, supermercados o lugares muy confluidos que requerían de un espacio donde los vehículos pudieran permanecer durante un horario reducido que casi nunca excede las doce horas. En La Habana podemos encontrar claros ejemplos en los parqueos de El Capitolio, Carlos III y otros.

Por último están los particulares que pueden ser establecidos por cualquier persona que solicite un permiso a determinados organismos y emplace en un terreno de su propiedad —casa, garaje u otro espacio particular— el estacionamiento.

Dentro de la capital se observan diversas violaciones referidas a los parqueos privados.

Sobre este tema el Director de Parqueo de la EPAS comenta que los denominados estacionamientos particulares solo son admisibles si se emplazan dentro de su local o residencia y no pueden interferir en la regularidad vial.

Antonio González asegura que "en caso de que alguna persona quisiera ocupar un pedazo de la vía para entablar un parqueo, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) debe comunicar a la Empresa, buscar la aprobación del Ministerio del Transporte, el Instituto de Planificación Física, la Administración de la Vía  y después todas esas firmas se dirigen al Consejo de Administración Municipal (CAM ) y si este aprueba el área como parqueo, discuten con nosotros lo referente al espacio y los trabajadores."

El incumplimiento de estos trámites se ha observado con mayor incidencia en el municipio capitalino de Playa, según el director de parqueo la EPAS. Allí, burlando lo establecido por el Ministerio de Transporte, cierran espacios públicos con un cordel y se autoproclaman "dueños de la calle".

LA OTRA CARA DE LA MONEDA

Actitudes como la de los implicados en la queja de M. A. Jiménez Reyes, no constituyen un indicador común en los casi 3 mil trabajadores de los 670 estacionamientos emplazados en La Habana.

Existe un gran número de parqueadores que como Raúl Marrero cumplen sus obligaciones de trabajador de los servicios y prefieren sustituir la imposición de un precio elevado por esa frase tan común en algunos estacionamientos cubanos: "deme lo que usted quiera, mi hermano".

Raúl, empleado del parqueo de Galiano — convenido con la EPAS — expresa que "hay una cosa que es real: el usuario siempre ve al parqueador como aquel que viene a quitarle el dinero y no se da cuenta de que el parqueador está previniendo el delito... "

¿Parqueos cuentapropistas?

En el 2001 se tuvo la idea de que los parqueadores "convenidos", llamados así porque su cláusula de contrato se basaba en un convenio de trabajo, fueran jubilados que además de la pensión recibirían un "dinerito extra" por este servicio.

Se concertó con los ciudadanos interesados un convenio de trabajo, vigente actualmente dentro de las leyes avaladas por el MTSS. Los asidos bajo este contrato y denominados por los organismos implicados como los "convenidos", se diferencian de los estatales regulares en dos cuestiones fundamentales: no poseen ni seguridad social ni salario fijo del Estado. La primera de las cuestiones siempre ha sido fuente de preocupación para los parqueadores.

Como respuesta a esta situación y como parte de las políticas de actualización del modelo económico, se está estudiando la opción de pasar a los empleados de los estacionamientos como integrantes de la rama de los servicios, al sector por cuenta propia, comentó el Director de Parqueo de la EPAS de La Habana, Antonio González.

Pero mientras se analicen las ventajas de esa decisión o se pongan en práctica nuevos modelos de gestión, lo cierto es que habrá que continuar velando porque siempre haya un buen servicio allí donde se brinda, y porque se cumpla con las más elementales reglas de la protección a los clientes y el respeto a la legalidad.

Lea el reportaje íntegro en Granma