Cuatro caminos a un mercado (+Fotos)

Por la Calzada del Monte y las calles Cristina, Matadero y Arroyo, se llega a la Plaza de los Cuatro Caminos, en La Habana. El inmueble ocupa toda una manzana, donde como siempre, cuatro entradas, cuatro relojes y cuatro cuernos de la abundancia reciben al visitante.

La Plaza de Cuatro Caminos, abre sus puertas el próximo 16 de noviembre de 2019, día del gran festejo por el 500 aniversario de la ciudad de La Habana, como mercado único de su tipo en el país. La opción comercial es receptiva de nuevos trabajadores, al crear para su funcionamiento 535 empleos.

La construcción de estilo neoclásico data de 1920 y ha sido recuperada por el Grupo empresarial CIMEX S.A, titular del inmueble, a través de su Empresa Cubana de Servicios, conocida como ECUSE S.A y de las Cooperativas ARCON y la Primera de Plaza. El sector estatal y privado no solo ha estado vinculados en la fase constructiva, sino que también compartirán los espacios del magnífico inmueble, en los servicios a la población.

El mercado dispone de dos pisos en su interior. En la planta baja se ubica el Mercado agropecuario con su oferta de cárnicos, granos y conservas, la floristería SHEDI, el mercado de aseo de CIMEX, Idea fija del Fondo Cubano de Bienes Culturales, licorería, panadería, punto de venta de productos que comercializa Tecnoazùcar y cárnicos El Rey. También han concebido un taller de servicios técnicos de garantía y post garantías de los equipos que allí se comercializan, cajeros automáticos y un punto servicios de ETECSA.

En la segunda planta encontrarán útiles del hogar, electrodomésticos y ferretería. En ese nivel, han concebido una cafetería con un espacio para la recreación de los niños.

El Mercado de Cuatro Caminos, ofrecerá servicios concebidos desde la esencia comercial contemporánea, a partir del uso de las más modernas tecnologías que facilitarán los procesos de compra, como el pago a través de las cajas registradoras con sus terminales de punto de venta TPV o POS.

El arquitecto de CIMEX, Yosbel Hernández Peñate y la ingeniera civil Dolores Díaz Álvarez, explicaron que el novedoso mercado ha demorado cuatro años en su recuperación, dadas las complejidades en su estructura y el respeto a las normas patrimoniales, en éste caso con “Grado 2 de Protección Patrimonial”. Según los especialistas, uno de los momentos más complejos, fue el desmontaje de la cubierta y su posterior reconstrucción.

El inmueble será operado por un diseño inteligente en cuanto a la climatización, seguridad, telefonía y electricidad. Aunque ya se instalan y se usarán paneles solares para generar energía, no será hasta el próximo año que se completen los necesarios para toda la edificación.

El diseño de luces está previsto como otro atractivo que realzará en las noches, la majestuosidad de la edificación en la manzana completa, entre las calles Monte, Cristina, Matadero y Arroyo, en los límites entre los municipios de Habana Vieja y El Cerro.

Cuando en los próximos días abra sus puertas el Mercado de Cuatro Caminos, sobre sus paredes vibrará la memoria de su próximo centenario, a celebrarse en 2020. Como cuando fue fundado, actualmente impresiona por su belleza y magnitud. Entonces rodeado de tranvías que facilitaban el acceso al lugar, concedido en exclusividad y sin competencia comercial -por tres décadas- en 700 metros a la redonda, a Alfredo Homedo Suárez, político y empresario de la época.

El mercado era un sitio lleno de “color y vida” refiere el novelista Alejo Carpentier.

“No había en Cuatro Caminos espacios subutilizados. Un humilde metro cuadrado podía producir al que lo operaba ganancias de consideración, por no hablar de las grandes tarimas para el expendio al por mayor. Era como una colmena. La mercancía entraba tarde en la tarde o ya de noche. Se distribuía por las casillas y se vendía de madrugada. Por la mañana, a las nueve, apenas quedaban productos en oferta y si quedaban se vendían a precios bajos a los carretilleros. Resultaba preferible salir de ellos de cualquier manera que guardarlos en las cámaras de frío del mercado. Sobre las 11 de la mañana cesaba todo tipo de negociación. Era la hora de la limpieza”. Nos recuerda el cronista Ciro Bianchi.

Mercado, es mercado, pero éste es especial. No se apure, a las nueve de la mañana, de manera sincrónica abrirán sus puertas por la hora que dictan sus cuatro relojes. Pueden ser vistos desde su exterior e interior, conectados a uno central que transmite la hora exacta por el Sistema de Posicionamiento Global -GPS- y tiene hasta las nueve de la noche, para el asunto.