Silvio en Alturas del Mirador: Llegar y poner

Presentación de Silvio Rodríguez, Trovarroco, Niurka González y Oliver Valdés en Alturas del Mirador, San Miguel del Padrón; con Aldo López-Gavilán y su grupo, y Víctor Casaus como invitados.

Tan sencillo como eso. Establecerse, crecer, echar nueva raíz. Adaptarse, improvisar. Es la filosofía que dio origen al "llegaipón" de Alturas del Mirador. La mayoría de sus habitantes nació lejos de ahí; algunos en Holguín, otros en Camagüey, Las Tunas, Guantánamo, Santiago de Cuba... Han levantado por su cuenta innumerables casitas, una comunidad silvestre, sin programación, sin disposición uniforme, sin deuda de obediencia a otro criterio que la voluntad propia. Simplemente llegaron y "plantaron", "pusieron".

Los pobladores del asentamiento, salvo un reducido número, no tienen dirección particular registrada en La Habana ni propiedad del terreno en que han levantado sus moradas. No pueden, en consecuencia, trabajar en instituciones estatales por la condición de ilegales ("como se dice" refiere un vecino a propósito del término). Por eso la mayoría se desenvuelve en la economía informal. "Vendo cualquier cosa, lo que aparezca", dice Lourdes, que en Camagüey trabajó como maestra primaria.

Recuerdo que hace unos años hice un trabajo sobre otro asentamiento de este tipo: La Guayaba. Entonces, cierto funcionario en el Cerro nos dijo a quienes investigábamos sobre el tema que "el carácter humanitario de la Revolución no puede conducir al no respeto de la ley; porque, de lo contrario, la sociedad se convertiría en un caos. Estamos en la mejor disposición de resolver los problemas; pero si hiciéramos cualquier tipo de construcción allí, sería fomentar ese fenómeno". En la década del 90 proliferó la tendencia migratoria, por el impacto económico del Período Especial. "En todo momento fue política del gobierno y del Partido la no proliferación de este tipo de colocaciones. Incluso se efectuaron levantamientos".

Una colega suya añadió en aquel momento que no se disponía de recursos suficientes para asumir la infraestructura que requería el lugar (calles, alcantarillado, instalaciones eléctricas, conexiones hidrosanitarias y viviendas en condiciones de habitabilidad). Aparentemente ahora, y en el caso de Alturas del Mirador, tampoco se dispone. Pero en la comunidad hay optimismo, incluso cierto conformismo porque, vamos, están en la capital, y eso parece ser más que suficiente.

Desconozco las condiciones en que vivían antes y eso invalida cualquier juicio. Puedo sólo reproducir lo que dicen: que han llegado a La Habana "buscando vida", en palabras de Rafael, presidente de uno de los CDR instituidos, y responsable de la mayoría de los tendidos eléctricos de la comunidad. "Gracias a esas tendederas gestionadas por los mismos vecinos, tenemos acceso a energía eléctrica".

Rafael vive en Alturas del Mirador desde 1996. Viene de Santiago de Cuba. "La migración se ve a nivel mundial, y todo el mundo lo hace para mejorar; aunque a veces se empeora". Vivía en La Maya, pero donde estaba su casa, "lo único que había era un central cañero y lo iban a desbaratar. ¿Qué iba a quedar ahí?"

Ahora trabaja como liniero en la Empresa Eléctrica, y dentro de la comunidad, donde no tiene horario fijo: "La gente, si tiene algún problema, me busca aunque sea de madrugada. Tienen confianza en mí". Por estas labores, Rafael no cobra: "...me dan algo, lo que quieran, me estimulan pero no hay que pagarme. Este es el sistema de nosotros aquí adentro".

Hasta cerca de "aquí adentro" llegó el domingo la Gira por los barrios, que ha recorrido ya más de treinta comunidades. A Rafael le parece una iniciativa "buena. Esto nunca había pasado aquí. Ojalá que muchos artistas lo hicieran. Cambiaría la forma de pensar de muchas personas. Esto es como cortar una enfermedad, nos hace pensar distinto: te borra todo lo malo que tengas en la cabeza, porque te enfocas en la emoción de lo que está pasando. Todo el mundo va a ir a ver Silvio, todos están hablando de eso. Yo quiero terminar mis quehaceres lo más temprano posible para llegar ahí con mis hijitos".

Y llegó. Y puso. Sentimiento, gratitud.

Otros también deberían llegar y poner. Atención, propuesta alternativa.

Ventanas de guagua con nuevo destino. Foto: Alejandro Ramírez Anderson/ Cubadebate.

Bebé en casa. Foto: Alejandro Ramírez Anderson/ Cubadebate.

Maternidad. Foto: Alejandro Ramírez Anderson/ Cubadebate.

Paseo vespertino. Foto: Alejandro Ramírez Anderson/ Cubadebate.

Rafael. Foto: Alejandro Ramírez Anderson/ Cubadebate.

Iluminando. Foto: Alejandro Ramírez Anderson/ Cubadebate.

Asomo. Foto: Alejandro Ramírez Anderson/ Cubadebate.

Vecinos. Foto: Alejandro Ramírez Anderson/ Cubadebate.

Aldo López-Gavilán. Foto: Alejandro Ramírez Anderson/ Cubadebate.

Presencia cubana. Foto: Alejandro Ramírez Anderson/ Cubadebate.

Presencia cubana. Foto: Alejandro Ramírez Anderson/ Cubadebate.

La más chiquita entre los asistentes. Concierto de Silvio Rodríguez en Alturas del Mirador, municipio San Miguel del Padrón, La Habana, Cuba. Foto: Alejandro Ramírez Anderson/ Cubadebate.

Silvio. Contorno por luna. Foto: Alejandro Ramírez Anderson/ Cubadebate.