Para el Cepeda que conozco: 43 velas y un cake

Frederich Cepeda celebró este 8 de abril su cumpleaños 43. Foto: Tomada de la página en Facebook del autor.

Hay peloteros que son ejemplo y entrega. Hay otros que son historia y sencillez. No faltan los inteligentes, responsables y carismáticos. Y como si fuera poco, los hay también queridos y amados por la afición hagan lo que hagan en los terrenos o fuera e ellos. Pocos reúnen todas esas virtudes y uno solo vive en Sancti Spíritus, lleva el 24 en su espalda y está de cumpleaños este 8 de abril: Frederich Cepeda.

Hace menos de un mes tuve la oportunidad de compartir con Frederich Cepeda una jornada de puro reporterismo, en la que conocí al niño que nació en un barrio muy humilde, por donde pasa todavía una zanja frente a su casa; y que tiene a sus padres como paradigma por haberlo educado en el amor a su terruño.

Quizás por eso, Cepeda haga lo mismo con Cepeda Jr, un niño de 15 años al que lleva al estadio y se sienta en las gradas (no en asientos preferenciales o banco) para tirarle fotos y videos, que luego ven juntos y corrigen errores técnicos. "Yo creo que me retiraré cuando él llegue a la Serie Nacional", me dijo riendo el pelotero más fiel a Cuba y a Sancti Spíritus sin pedir por eso nada a cambio, pues la gente se lo dice en cada esquina, en cada saludo, en cada palabra dicha desde el corazón.

Este 8 de abril Cepeda seguramente volvió a hacer lo mismo que viene haciendo hace más de 30 años, cuando decidió que el béisbol era su novia preferida, aunque haya soportado golpes de celos, bajezas de directivos y hasta más de una injusticia. Este sábado 8 de abril se levantó temprano y antes de las 7 de la mañana estaba corriendo solo en el estadio, porque "el entrenamiento es lo principal para jugar pelota", me dijo sentado en su casa como quien confiesa el secreto de tantas glorias vividas.

Cepeda no me perdonará que revele cosas que pude apreciar ese sábado como hijo, padre, esposo, espirituano y cubano. El dolor de haber quedado fuera injustamente del V Clásico Mundial lo llevaba en la mochila de su espalda, pero tanto o más le pesaba las muestras de cariño, solidaridad y apoyo que casi todo un pueblo expresó en las redes sociales, en los medios de comunicación y en las calles. "Debiste estar por lo que simbolizas en ese evento y no solo para Cuba", me atreví a decirle con la fuerza de la razón. Y agradeció la frase con esa sonrisa de fidelidad sin límites al cajón de bateo.

Las 43 velas y un cake para Cepeda hoy van acompañadas de ese reportaje pendiente entre padre e hijo; de una amistad probada y sin mencionar ninguna de las estadísticas que de memoria podemos repetir casi todos. Las felicitaciones sinceras del pueblo deben llegarle hoy con el Cepeda que cada quien haya construido: sea el del jonrón de la final del Primer Clásico, el jugador más valioso de la Serie del Caribe del 2015, o el del jonrón contra Australia en los Juegos Olímpicos del 2004 por solo apostar a un trío inolvidable de momentos.

¡Cumpleaños feliz y en medio de otra Serie Nacional para el 24! Para Frederich Cepeda. Para el Cepeda que conozco y del que me honra ser su amigo.

(Tomado de la página en Facebook del autor)