Fiss, encendido.
Lo reconozco: pasé las vacaciones al margen de la Serie Nacional. No vi el partido inaugural, y ni siquiera estuve atento a la conformación de los equipos. Pero ahora, de vuelta a mi columna de ‘cubadebatiente’, prometo actualizarme a la carrera.
Y lo primero es lo primero, como dijo Monsieur Perogrulleaux. Lo primero es revisar las posiciones y advertir que los campeones pinareños vagan por el fondo, maniatados (¿batiatados?) por la peor ofensiva del evento. Peraza, Quintana, Donal, Saavedra... los “janaqueros” del equipo se combinan para average de .183, y toda la plantilla suma tres jonrones en 332 turnos oficiales.
Muy notable es también la arrancada de Ciego de Ávila, que en ausencia de Vladimir García cuelga de las muñecas del incombustible Yoelvis Fiss y la eficacia al campo. E igual de buenos son -aunque estuvieron en los cálculos de todos- los comienzos de Industriales y Matanzas, líderes de la etapa clasificatoria en el campeonato precedente.
Sorprende Sancti Spíritus. Sorprende que la escuadra sotanera de hace un año (14 éxitos y 31 fracasos) haya podido recargar el tanque de las ilusiones y se ubique momentáneamente cuarta. Sin Yuliesky y Cepeda, pero con un slugging superior a .400.
Hinchada hasta el absurdo por dieciséis novenas donde ocho eran más que suficientes, la tabla enseña una porfía de la que Camagüey y Mayabeque amenazan con zafarse prematuramente, mientras el elefante novato de Cienfuegos lucha en desventaja por la supervivencia.
En materia de números, resalta la artillería de los Cocodrilos con un increíble .432 de porcentaje de embasado y .464 en el bateo de poder, al tiempo que los pitchers de la capital –no me pregunten cómo- obran el milagro de promediar 2.27.
Por lo demás, los jonrones continúan siendo una de tantas asignaturas pendientes (73 en 86 encuentros); el acierto en el robo de bases se mantiene por debajo del cincuenta por ciento (74-78); y la cifra de lechadas, otrora tan complejas de hilvanar, ya anda por 14.
El torneo aún es joven, y desde aquí le seguiremos cada paso. ¿Que si veo un candidato de fuerza a la corona? Ahora mismo, Matanzas. Sin embargo, como digo desde hace dos campañas, más vale esperar por el día de petición de los refuerzos. Entonces habrá más luz -muchísima más luz- en el camino.