Roberto Smith, presidente del ICAIC, recibió el primer lote restaurado de los emblemáticos Noticieros ICAIC de Santiago Álvarez, junto al rollo original que dio lugar a ese trabajo en París. Foto: Maribel Acosta.
El Festival de Cine de La Habana siempre deja un sabor a vida compartida, que se reparte en los cines, en las calles, en nuestras intimidades. Sin embargo, esta vez esa huella tuvo entre sus momentos excepcionales, la presentación y proyección de los emblemáticos Noticieros ICAIC que dirigiera Santiago Álvarez - por primera vez desde que dejaron de salir en 1990.
Tras el Convenio entre el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) y el Instituto Nacional Audiovisual (INA) de Francia, para restaurar ese tesoro de nación proclamado por la UNESCO Memoria del mundo, los noticieros de Santiago nos devolvieron la Historia de Cuba para revisitarla desde el presente.
Mathieu Gallet, presidente y director general del INA, entregó a Roberto Smith, presidente del ICAIC, el primer lote restaurado, junto al rollo original que dio lugar a ese trabajo en París. Este es un acontecimiento histórico: Mil cuatrocientos noticieros realizados entre 1960 y 1990, que recorren treinta años de la vida cubana y de buena parte del mundo, seguirán llegando hasta nosotros como memoria de la epopeya de tres décadas.
En estos días han desfilado por el Cine La Rampa los sucesos del país. Muchos de nosotros no habíamos nacido o éramos tan pequeños que no pudimos participar en aquellos primeros años de noticieros. Pero cuando fuimos grandes -las generaciones que alcanzamos a verlos- no olvidamos las salas de cine, repletas y expectantes ante el noticiero de la semana. Hoy reencontramos las imágenes increíbles de las nacionalizaciones de 1960, los gestos de Fidel, los ojos de la gente. Vimos la visita de Fidel a la URSS, su paso rápido, el brillo de su mirada. Redescubrimos las dramáticas imágenes del ciclón Flora de 1963. Compartimos la vista a Cuba de la cosmonauta soviética Valentina Tereshkova, la primera mujer del mundo que viajó al espacio extraterrestre. Sus imágenes contra el racismo, contra la desidia. Cuando cada noticiero terminaba, el cine se llenaba de aplausos, antes y ahora… en estos días.
Me admiro de la inmensa honestidad y talento que esos noticieros derraman. Me convenzo más de cuánta falta nos hacen. Y pienso en Santiago Álvarez. Creo que dije en otra ocasión que lo narraría en imágenes y luego en el cuarto de edición, nervioso y mucho Santiago como cuentan sus colegas de trabajo.
Palabreando con Santiago como tal vez dijera el poeta venezolano Andrés Eloy Blanco, le traemos hasta acá. Cruza el umbral, presuroso, mira con ojos de lince y ternura los espacios de la sala de cine. Repara en los rostros nuevos, se pregunta por la noticia, la encuentra. Echa a andar su cámara escrutadora, vibra la sagacidad y el no miedo a la batalla. Empuña el verbo filoso, registra primerísimos primeros planos hasta construir una historia verdadera. ¡Pronto, que estamos al cierre!!! Y luego, al nuevo empeño, que esa es la vida de periodista. Es que por estos días, Santiago está en el cine, junto a nosotros.
¡Pronto, que estamos al cierre! Por estos días, Santiago Álvarez está en el cine, junto a nosotros.