China y sus retos

El Partido Comunista de China celebra su XVIII Congreso en medio de una coyuntura internacional que obliga al gigante asiático a plantearse cambios en su estrategia económica. Antes de analizar esos retos, es importante recordar la situación actual de China y las perspectivas.

Bajo el mandato de Hu Jintao, el país cuadriplicó su Producto Interno Bruto y quintuplicó sus exportaciones, las cuales, junto a la inversión extranjera, son la base de su colosal desarrollo. Otro detalle, según previsiones de organismos internacionales, este año China superará a la economía de la Eurozona, y en solo dos años empujará a la de Estados Unidos a un segundo lugar.

En la actual cita partidista Beijing busca adaptar su modelo económico a las nuevas circunstancias mundiales y hacerlo menos vulnerable. Sus dos principales mercados, Estados Unidos y Europa, están en crisis y los altos índices de desempleo en ambas regiones afectan el consumo de los artículos fabricados en el país asiático, además, debido a esta dependencia, los chinos también han tenido que salir a apuntalar al euro.

Recordemos la última cumbre China-Unión Europea, cuando el premier Wen Jiabao se comprometió a depositar dinero en los fondos creados para palear la crisis de algunos países europeos. Es un paso obligado, pero bastante caro y lleno de incertidumbres.

Entonces... ¿Cuál es el camino? ¿Cómo la dirigencia china resuelve el problema del mercado de una economía esencialmente exportadora? Para muchos analistas la solución está, en parte, en impulsar el consumo interno, crear un mercado nacional para las producciones nacionales y así depender menos de las exportaciones, aunque esto no quiere decir que China deje de ser un gran exportador.

Para estos cambios el gigante asiático debe prepararse, un primer paso es aumentar el nivel de vida de la población. Hay una clase media en ascenso, pero el propio gobierno reconoce que aún queda mucho por hacer en materia social.

Para que los chinos consuman más, debe perfeccionarse el sistema de seguridad social, sobre todo en materia de salud y educación. Se debe desarrollar la infraestructura al interior del país y aumentar los gastos sociales en todo el país.

Los analistas también señalan la necesidad de reestructurar el control de la migración interna, se estima que en los próximos diez años unos 400 millones de trabajadores rurales se trasladen a las ciudades, y ese factor, por supuesto, ayudará a desarrollar esa demanda interna.

Quiero precisar algo. A diferencia de Estados Unidos y Europa, el gobierno chino se caracteriza por tener una visión pragmática de sus problemas y la voluntad de enfrentar sus retos con soluciones favorables para todos; a tal punto, que los dirigentes nacionales no consideran al país como una nación desarrollada a pesar de su alto crecimiento. China tiene un punto a su favor: sabe lo que debe hacer y tiene el dinero suficiente para impulsar los cambios necesarios.