Londres 2012: El consuelo de las vallas

Hubo lluvia abundante, y alguna que otra marca distinguida. Así discurrió el turno inaugural del atletismo en los Olímpicos de Londres, donde el campo y la pista cubanos debutaron con notas dispares.

Bien por Amaury Valle y, sobre todo, Omar Cisneros, clasificados a la segunda ronda de los 400 con obstáculos. Valle marcó 49.19 segundos, record personal, y lideró su heat tranquilamente. Cisneros, que en los Panamericanos de Guadalajara tuvo algo más que brillo, logró su pasaporte con 48.63 en la mejor carrera de la ronda, escoltando al potente puertorriqueño Javier Culson y al consagrado norteamericano Kerron Clement.

Mal, en cambio, les fue a las triplistas. Y horrible a Carlos Véliz en la bala, con 18,57 patéticos metros. (Aquí, como era de esperar, lideraron los estadounidenses, y como era imposible de prever, se quedó en el camino el multimedallista bielorruso Andrei Mikhnevich).

Lo de Yargelis Savigne pasa de castaño a oscuro. Ya ni siquiera es preocupante, sino lamentable. La muchacha, que fue la jefa planetaria de la especialidad, ahora apenas -echando la vida en el intento- consiguió 14,28 y, por fortuna, avanzó por los pelos.

Sin embargo, peor les fue a las jovencitas Dailenys Alcántara (13,97) y Josleidy Ribalta (13,88), para las que los Juegos acabaron prematuramente.

En general, no hubo saltos de consideración, aunque el 14,79 de la kazaja Olga Rypakova sea, cuando menos, aceptable. Ausente ya el fantasma de la camerunesa Françoise Mbango Etone, titular en Atenas y Beijing, la porfía por el podio queda abierta para un grupo en que se aprietan Rypakova, la ucraniana Saladuha, la local Yamilé Aldama, la colombiana Catherine Ibargüen y mi siempre admirada Tatyana Lebedeva, multicolor, incombustible, enorme.

La nota matutina llevó el sello de la heptatlonista anfitriona Jessica Ennis, que devoró el hectómetro con vallas en 12.54 segundos y escupió 1195 puntos en su cuenta personal. ¿Podrá la subcampeona del mundo superar la barrera de los 7000? No lo creo. Definitivamente, no corren ya los tiempos de Jackie Joyner-Kersee. Ni tampoco los de la malograda Karolina Kluft. Pero lo cierto es que Ennis hizo un crono formidable. El mismo de Dawn Harper cuando ganó esta prueba individual en la Olimpiada precedente.

Por lo demás, la cuatrocentista Amantle Montsho abrió un boquete de ilusiones para su país, Botswana. Vigente campeona universal, la morena paró los relojes en 50.40, suficiente para ponerle tope a la clasificatoria pese a atacar la meta con la parsimonia de un anciano. Sí, tendrá que contender con Deedee Trotter, Sanya Richards, Novlene Williams y otras, pero anda sobrada la africana y puede darle un premio histórico a su tierra.

Al momento de escribir estas líneas, el cubano Roberto Janet estaba envuelto en la eliminatoria de lanzamiento del martillo, y las "damas de hierro" andaban enfrascadas en el salto de altura. En la tarde continuará la brega, con finales en bala masculina y 10 mil para las féminas.