Víctor y Matanzas, entre los cuatro grandes
El pasado 15 de mayo en este mismo portal publiqué mis opiniones bajo el título de Víctor es mucha Mesa. Lo hice cuando el explosivo, irreverente a la vez que excelente jugador y manager de los equipos de Villa Clara Y Matanzas, contra todo pronóstico llevó al sotanero conjunto de Matanzas al tercer lugar de la última serie nacional.
En la Atenas de Cuba, el jardinero estrella de los equipos Cuba, devino un héroe a quien mujeres, niños, hombres, jóvenes o no, le rendían honores de todo tipo. Cuando Matanzas pasó a ser uno de los cuatro grandes, el público lo bandeó a él y no a uno de los jugadores, porque los aficionados matanceros conocían la hazaña que había hecho Víctor con un grupo de jugadores que apenas se sentían un equipo.
La noticia de que Victor será el mentor del equipo que se enfrentará a un conjunto de peloteros norteamericanos y también en la Semana Beisbolera de Haarlem, Holanda, llena de alegrías a todos los que desde esta página clamamos porque a la explosión naranja se le diera la oportunidad de dirigir un equipo Cuba.
Ahora lo hará y no sé si todo le saldrá tan bien como aspiramos quienes creemos que él es un pelotero caribeño de pies a cabeza, y como tal dirige, sin asomos de cricquet o actitudes anglosajonas.
Víctor para demostrar que sí puede ser tan buen director como fue jugador del equipo Cuba, debe cuidar su fogosidad a la hora de discutir, especialmente con los árbitros. Lo demás: hacer jugadas, mover al contrario, sorprenderlo... es algo tan habitual en él, que bueno... sólo espero verlo con su uniforme manager que seguro no le quedará grande.