Noelvis lanzó de maravillas, pero no ganó. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.
Y bueno pues, un día más de play offs. Industriales salió en tromba ante Cienfuegos y le ganó en el 5 de Septiembre un juego lleno de jonrones y otras hierbas, mientras que Sancti Spíritus sufrió lo indecible pero logró el propósito de doblegar a Matanzas en el Huelga. Así, Azules y Gallos sacaron un paso por delante en sus respectivas semifinales de occidente. Estos fueron los detalles principales de ambos choques...
Industriales, intenso: Los Leones arremetieron contra el zurdo Yuniel Leyva y otros dos lanzadores anfitriones, al punto de fabricar ocho carreras en el primer tercio de juego. Del carro tiraban los veteranos Tabares y Malleta, junto al joven slugger -¡qué pinta!- Yasmani Tomás. Sin embargo, pasaron a la fase de meseta ofensiva en adelante, al tiempo que el rival iba ganando espacio con la ayuda de la ineficacia de Rudy en la antesala (cometer cinco errores en dos choques merece, y exige, atención inmediata). Para colmo, en el tramo final el cuerpo técnico de los Leones -habitualmente astuto en el movimiento de las piezas del pitcheo- optó por subir al montículo al inexperto Adrián Sosa, que apenas laboró siete y un tercio en la etapa regular. Ignoro por qué no se apeló a hombres más hechos y de abundante brega en la campaña, como Darwin Rafael Beltrán o Antonio Romero. Lo cierto es que fue demasiado audaz extender la faena del muchacho, que abandonó el montículo sin sacar out en el noveno y después de permitir dos embasados. En su auxilio vino entonces el hombre que debiera encargarse de cerrar cada encuentro del equipo, Julio Rayzan Montesino, que devolvió la intensidad a los Azules y liquidó la rebelión "a piedra limpia".
Noelvis, mal pagado: El béisbol no fue justo con el diestro espirituano Noelvis Hernández. Había sacado 25 outs con un trabajo extraordinariamente fino -dos hits sin base ni carrera, diez ponchados-, y cometió un error de índole técnica que acabó por expulsarlo de la loma. Esto es, salió tarde hacia primera con una conexión a su izquierda. Así, Ariel Sánchez le ancló en la almohadilla, y a seguidas Yurisbel Gracial se apuntó un texas. Entonces, el manager Zamora sustituyó a Noelvis por el novato Guardarramas -que dicho sea de paso también mastica chicle-, y un instante después el partido ya estaba igualado, gracias a un imparable oportunísimo del gran Garlobo. Para fortuna de los Gallos, el extrainning dirimido después -menos mal, no está en vigor la Regla IBAF- se inclinó a favor de ellos. Sin embargo, Noelvis Hernández no tuvo crédito en el triunfo. Había escrito el poema, pero no lo firmó.