Strike 3: De Urquiola y otras transparencias

Los (aparentes) aires de apertura informativa que soplan en la Comisión Nacional de Béisbol, acaban de traer la espléndida noticia de que el pinareño Alfonso Urquiola llevará las riendas del equipo absoluto cubano en el Campeonato Mundial de Panamá y los Juegos Panamericanos de Guadalajara, México.

No debía (no podía) ser de otra manera. Urquiola se ha ganado con creces el regreso al piso alto de la escuadra, ese mismo del que una vez –y sin explicación alguna a los aficionados- lo bajaron antes de las Olimpiadas de Sydney’00.

Su astucia estratégica es incuestionable. E igualmente su capacidad para aglutinar al grupo, como lo demostró en la última contienda doméstica. Pinar del Río fue campeón gracias a Donal, Quintana, Torres, Baños y otros más, pero también a Urquiola, que movió sus peones con habilidad de Gran Maestro.

Algo más trajo el viento. Ya se sabe que cada campeonato del patio comenzará siempre el último domingo de noviembre –fin a la era del misterio con respecto a la apertura del torneo-, y que habrá Serie de Desarrollo desde el 13 de agosto con la participación de 16 planteles.

Pongo el parche antes de que salga el hueco de las insinuaciones: a este cronista nadie lo ha exhortado a “aflojar” con las críticas al máximo organismo beisbolero insular. Lo que ocurre es que, a decir verdad, están apareciendo signos de un trabajo más transparente y adecuado a los efectos de la cobertura mediática del béisbol.

Ojalá que las cosas prosigan así. La pelota es un orgullo patrio, y hay que limpiar el marabú que salga en su camino. Cero intrigas, y no habrá espacio para las especulaciones.