Strike 3: Presagio a fines de la tregua

Serie Nacional de Béisbol de Cuba

A punto de reiniciarse las hostilidades de la Serie Nacional, echemos un vistazo a las posiciones de los equipos envueltos en la liza.

En Occidente, concentrémonos en los cinco planteles con opciones reales de avanzar a la postemporada. (Cualquier camino que conduzca a la clasificación de Isla de la Juventud, Matanzas o Metropolitanos, no puede ser catalogado sino como milagroso. Y el campeonato puede dar sorpresas, pero no cabe esperarlas).

El quinteto de marras lo encabeza ahora mismo ese Cienfuegos lleno de talento joven, rematado por veteranos como Osvaldo Arias y Norberto González.

A un juego de diferencia anda La Habana, en su última oportunidad para alcanzar un campeonato con esa denominación. A dos está Pinar del Río, que tira de la casta más que de sus actuales potencialidades.

Luego, a 4,5 de la cima, se ubican los monarcas de Industriales, que cerraron el año con la amargura de una barrida soberana en tierras de tabaco. Y a cinco marcha Sancti Spíritus, inestable pero siempre peligroso.

¿Qué puede suceder en adelante? A mi juicio, dos de estos conjuntos llegarán sin duda alguna a la fase decisiva: La Habana, apoyada en un pitcheo profundo como el mar, e Industriales, que batea -nunca mejor usada la expresión- a diestra y a siniestra.

En cuanto a los demás, se me antoja que las mayores posibilidades corresponden a cienfuegueros y espirituanos. Los primeros no me parecen listos aún para aspirar al trono, aunque ya saben inspirar respeto suficiente, y los segundos van al "todo o nada": esa generación brillante tiene deudas enormes por pagar, y puede desvanecerse sin cosechar la gloria, a la manera -por ejemplo- de aquel tremendo Portugal de Figo y compañía.

Mientras, por el Oriente hay seis escuadras que disponen de justificadas esperanzas clasificatorias, toda vez que las otras, Holguín y Camagüey, son apenas corderos en la mesa de los lobos.

¿Cómo van? Pues manda Ciego de Ávila, que también debe mucho a su afición, y Villa Clara lo persigue a juego y medio. Seguidamente, a dos, se abrazan guantanameros y granmenses, al tiempo que Santiago de Cuba ancla a cuatro y Las Tunas, a cinco.

Dos de ellos no podrán acceder a la instancia crucial. ¿Cuáles podrían ser?, me pregunto, y entonces el pronóstico se torna mucho más riguroso. Arriesgo: sé que Ciego y Villa Clara llegarán sin problemas a la postemporada, y Guantánamo luce en perfectas condiciones de hacerles compañía.

Para el pasaporte restante, mi candidato principal no es otro que Santiago, debilitado por factores muy diversos -deserciones, envejecimiento, lesiones...-, pero con un gigante corazón que (casi) siempre le responde a la hora cero.

(Ah, sí, verdad, granmenses y tuneros usan el madero con el poder de mil demonios, mas sus cuerpos monticulares se derriten como la mantequilla ante la cercanía del calor).

Así pues, ya le dije mis ocho nominados para el premio del año. ¿Coincide usted conmigo?