Cubadebate rescata dos pequeñas joyas testimoniales de la vida de Juan Almeida. Primero, un texto que le dedicara el escritor uruguayo Eduardo Galeano en su clásico "Memorias del Fuego", donde narra la participación del mítico Comandante de la Revolución en el combate de El Uvero, en 1957, preludio del triunfo del Primero de Enero.
Y un fragmento del documental "Elogio de la virtud", del cineasta cubano Roberto Chile, donde Almeida habla, emocionado hasta las lágrimas, de Fidel.
Juan Almeida dice que tiene adentro una alegría que todo el tiempo le hace cosquillas y lo obliga a reír y a saltar, muy porfiada alegría si se tiene en cuenta que Almeida nació pobre y negro en esta isla de playas privadas cerradas a lo pobres por pobres y a los negros porque tiñen el agua, y que para más maldición decidió hacerse peón de albañil y poeta, y que por si fueran pocas las complicaciones echó a rodar la vida en este juego de dados de la Revolución cubana y fue conquistador del Moncada y fue condenado a prisión y a destierro y fue navegante del Granma antes de ser el guerrillero que está siendo y que acaba de recibir dos balazos, no mortales pero jodidos, uno en la pierna izquierda y otro en el hombro, durante el combate de tres horas contra el cuartel de El Uvero, a orillas del mar.
Tomado de: Eduardo Galeano: Memoria del fuego: El siglo del viento (volumen 3). Siglo XXI de España Editores, Madrid, 1988, p.199
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