En el primero, fechado el 8 de septiembre de ese año, los asesores del entonces presidente estadounidense, Richard Nixon (1969-1974), avisan sobre un posible intento de golpe en el país latinoamericano.
Mientras, el segundo, emitido el propio del 11 de septiembre, informa sobre varias unidades militares claves para apoyar la intentona.
Según el Departamento de Estado estadounidense, sacar a la luz estos documentos demuestra su “compromiso continuado” en las relaciones con Santiago.
Los informes presidenciales son documentos elaborados por los servicios de inteligencia cada día para informar al mandatario de la actualidad nacional e internacional y son estrictamente confidenciales.
En los textos sacados a la luz y correspondientes al 8 de septiembre, los asesores de Nixon detallan que Allende no tenía armas suficientes para enfrentarse al Ejército y, por tanto, considera la disuasión política como la única salida a la crisis.
El escrito señala la preocupación del mandatario por las presiones de la oposición y, en especial, por las intenciones del Ejército.
Según agrega, el propio 11 de septiembre los servicios de inteligencia de Washington avisaron del apoyo de sectores claves del Ejército a la situación, pero advirtieron que los militares quizá no tenían un plan efectivo y coordinado para aprovechar la oposición civil al Gobierno.
Seguidamente, hablan sobre las esperanzas de Allende de postergar una decisión para evitar un conflicto mayor.
Pero, en la tarde de mismo día, el mandatario socialista se suicidó y el país entró en un largo y triste periodo de 17 años de dictadura militar, durante los cuales más de 10 000 personas murieron o quedaron desaparecidas.
Miles de documentos desclasificados desde el mandato de Bill Clinton (1993-2001) demuestran la profunda hostilidad de Richard Nixon y la de su mano derecha, Henry Kissinger, hacia Salvador Allende desde su llegada al Palacio de la Moneda.
Además, es de dominio público el apoyo y financiamiento de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos a grupos para desestabilizar al Ejecutivo sudamericano en ese periodo.
Demanda histórica
Históricamente, Chile demandó a Estados Unidos la desclasificación de documentos sobre lo ocurrido durante los días del golpe y la posterior dictadura instaurada en el país.
A comienzos de agosto, el embajador chileno en Washington, Juan Gabriel Valdés, recordó la tantas incógnitas al respecto, pues varios textos publicados en estos años muestran todavía fragmentos tachados en negro, como los expuestos en el Museo de la Memoria de Santiago de Chile.
(Tomado de Al Mayadeen)