Tercera derrota enciende las alarmas para Cuba en la Liga de Naciones de Voleibol

Nada ha funcionado bien en el equipo cubano. Foto: Volleyball World.

Luego de seis años de ausencia y tras un peleado boleto a la edición de 2023, el conjunto cubano de voleibol llegó a la Liga de las Naciones aupado por un público deseoso de ver sobre la cancha los progresos de un grupo de hombres líderes en diversas y sólidas ligas a nivel mundial.

Sin embargo, tres partidos después las preocupaciones comienzan a ganar espacio entre quienes siguen a una selección incapaz hasta ahora de lucir su verdadero poderío.

El primer día dolió la derrota 2-3 ante Canadá, pero quedó el sabor de un triunfo posible. Más tarde Países Bajos se encargó de barrer a un conjunto con figuras destacadísimas en ligas de tanto poder como la italiana y la brasileña.

No obstante, este viernes llegó la confirmación de que algo anda mal con el mejor equipo cubano del momento: derrota ante una Italia que llega con el cartel de campeón mundial, pero que jugó ahora con segundas y hasta terceras figuras.

A pesar de ganar un set, este fue el peor partido para los cubanos en lo que va de torneo. Parciales de 20-25, 19-25, uno mejor de 25-20 y el definitivo de 18-25 despiertan todas las alarmas posibles.

Y no solo porque nada funciona bien dentro del conjunto nacional; tampoco porque está en serio riesgo la permanencia en el principal torneo anual de selecciones, sino también porque luego de estos tres partidos Cuba ha perdido más de 18 puntos en un ranking mundial clave para la clasificación olímpica.

Como sucedió ante norteños y tulipanes, frente a los transalpinos la selección caribeña regaló 30 puntos por errores no forzados, una cifra exageradamente alta para el nivel de la Liga de las Naciones. Asimismo, cometió las increíbles cifras de 25 pifias en el bloqueo y 20 en el saque. Como pocas veces sucede en un partido donde juega Cuba, otra vez sus rivales fueron mejores al ataque, el gran pilar antillano.

Mientras, tal parece que el técnico Nicolás Vives espera un verdadero milagro en cada partido, al mantener sobre la cancha contra viento y marea a hombres con una forma muy por debajo de su habitual y demostrado nivel.

El ataque cubano, la principal fortaleza del equipo, luce demasiado inestable. Foto: Volleyball World.

En la banca permanecen Adrián Goide, Endriel Pedroso o José Miguel Gutiérrez, mientras con salidas esporádicas aparecen Miguel David Gutiérrez o Christian Thondike. Cierto que pocos de ellos tienen mejor calidad que los regulares, pero cuando el barco hace aguas por todas partes, el inmovilismo no es la solución.

En definitiva el máximo anotador por la Isla fue Miguel Ángel López con 14 tantos, seguido por Marlon Yant con once y Javier Concepción con diez. Sin embargo, hay otros números a tener en cuenta.

Por ejemplo, ante Italia un hombre como el opuesto Jesús Herrera, el de mejor rendimiento por Cuba en el actual torneo, apenas anotó seis puntos por ataque, pero falló siete. A su vez, la efectividad de los auxiliares no llegó al 35 por ciento y dos centrales como José Massó y Javier Concepción solo marcaron cinco puntos por bloqueo y tocaron seis balones para frenar el ataque rival.

En medio del partido esos números son prácticamente desconocidos para la dirección técnica cubana, los únicos de todo el torneo que no cuentan con herramientas estadísticas como el Data Volley o el Volleystation, par de instrumentos imprescindibles en el voleibol moderno para enfrentar cualquier tipo de competencias de nivel mundial.

Este sábado Cuba cerrará su participación en la primera semana de competencias frente a Brasil. Frente a ellos, y de ahí en adelante, la principal meta debería ser en primer lugar cambiar la cara mostrada hasta ahora.

Un mejor trabajo en equipo, la aparición de un líder, la fuerza a la ofensiva y la organización del juego, surgen desde ya como esenciales. Hasta tanto, las expectativas seguirán muy por debajo de la realidad.

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