Yaimé Pérez consiguió en Oregón su mejor marca del año. Foto: Ezra Shaw/Getty Images)
Desde antes del inicio del Campeonato Mundial de Atletismo se sabía que Yaimé Pérez no era aquella que tres años atrás impuso su fuerza y subió a lo más alto en Doha. Ni siquiera lucía igual a la discóbola que hace apenas una temporada ganó un buen bronce olímpico, pero a una competidora como ella siempre se le deja el beneficio de la duda.
Ella misma se encargó de consolidarlo durante la ronda de clasificación, tras conseguir su mejor envío del año y por primera vez en la campaña ir más allá de los 65 metros. Entonces Yaimé inflamó esperanzas y opciones de acercarse al podio en una final donde tanto la local Valarie Allman como la siempre eficaz Sandra Perkovic parecían escapadas del resto.
Sin embargo, esta noche la cubana apenas llegó a 63.07m y terminó en la séptima posición. Es otra vez una de las mejores del mundo y mantiene una tradición del disco femenino cubano que ya llega a ocho finales consecutivas en citas del orbe, pero cuando uno mira lo sucedido esta noche en el Hayward Field le cuesta no imaginar cuánto pudiera una Yaimé con la misma forma que lució en la ronda preliminar.
Al final la cuarta plaza terminó en 64.97m, una marca asequible para ella aun en un año inestable como este. La superó durante la clasificatoria, cuando crecieron las esperanzas de verla dar más batalla ahora. Esta vez no pudo ser. Tal vez el foul del principio fue el primer indicio, quizás los 62.36s del segundo intento y el 61.32m del tercero confirmaron que esta no era su noche.
Luego avanzó hasta 63.07m y salió del octavo lugar, pero en definitiva terminó con 62.94m y 62.36m que redondearon una competencia discreta. Cinco veces en el año llevó el disco más lejos que hoy en Oregón.
Aun así, esta es su cuarta final mundial consecutiva, y la consigue en una temporada discreta para ella, en la que tal vez por primera vez en los últimos años llegó a un torneo sin el cartel de favorita. En medio del silencio por un séptimo lugar que sabe a poco para una campeona mundial, ese es sin dudas un motivo de alegría.
En la cima de la lista ocurrió lo imprevisto y la china Bin Feng se adueñó del título con un gran lanzamiento de 69.12m, más de tres metros por encima de su anterior marca personal.
Las dos grandes candidatas al oro: Sandra Perkovic (68.45m) y Valarie Allman (68.30m) terminaron ahora por detrás de la asiática, en un resultado que le da al gigante asiátic su segunda campeona mundial del lanzamiento del disco en la historia de estos eventos.
Luego de esta noche a Cuba le queda el triplista Lázaro Martínez como la gran esperanza de podio en Oregón. Mientras, hay que valorar el resultado de Yaimé en su justo sabor agridulce: es la permanencia de una gran tradición que ahora ella misma demostró durante la ronda de preliminares que podía ser mejor.
En video, declaraciones de Yaimé Pérez
En video, el envío ganador
Roxana Gómez por debajo en 400 m planos
Roxana Gómez quedó en semifinales por tercer mundial consecutivo. Foto: Reuters.
El remate de los últimos metros no le bastó para más. No podía ser de otra manera cuando estuvo casi toda la carrera en la última posición, demasiado lenta para descontar distancia en pocas zancadas. A Roxana Gómez no le faltaron fuerzas al final, sino que no las supo organizar al inicio, y así es imposible vencer entre tantas mujeres de calidad.
Llegó a la curva final en la séptima plaza, en la meta entró cuarta. Sin embargo, su 51.12 s no le bastó siquiera para avanzar con uno de los dos mejores tiempos entre la no clasificadas de manera directa, en un heat donde la dominicana Marileidy Paulino consiguió marca de 49.98 s para lanzar otra vez su candidatura al podio.
Solo más rápida que ella la bahamesa Shaunae Miller-Uibo, cómoda con 49.55 s para demostrar por qué es la mejor del orbe desde hace tres campañas.
Para Roxana, a pesar de un lugar 13 en el ordenamiento general que es su segunda mejor actuación en campeonatos mundiales, podía ser una mejor competencia.
No tanto porque terminó ligeramente por encima del 50.93 s de su año, sino porque en esta semifinal no supo distribuir bien sus fuerzas. Pasó última por los 100 metros, al final también en los 200 m y séptima en los 300 m. Solo entonces comenzó a descontar.
Sydney McLaughin: Sexta marca de la historia… y todavía falta la final
La estadounidense vuelve a salir como favorita. Foto: Sam Barnes/Sportsfile via Getty Images)
La recordista mundial de los 400 metros con vallas, la estadounidense Sydney McLaughin, lideró la ronda semifinal de la prueba con crono de 52.17 s, el sexto más rápido de todos los tiempos.
Por detrás de la estrella local y máxima favorita al título llegaron otras grandes rivales como la holandesa Femke Bol (52.84 s) y la también estadounidense Dalilah Muhammad (53.28 s).
Ellas tres tienen los diez mejores tiempos de la historia en los 400 metros con vallas. McLaughin tiene seis de ellos, incluyendo el récord mundial de 51.41 s, mientras que Muhammad posee tres y Bol uno.
3 000 con obstáculos (f): Norah Jeruto impone su clase
Norah Jeruto dominó una gran prueba. Foto: World Athletics.
La nacionalizada kazaja Norah Jeruto dominó los 3 000 metros con obstáculos con crono de 8:53.02, récord para los campeonatos y el tercer mejor tiempo de la historia.
En lo que en definitiva fue la primera carrera en la que tres mujeres bajaron de nueve minutos, la plata y el bronce fueron a los cuellos de las etíopes Werkuha Getachew (récord nacional incluido de 8:54.61) y Mekides Abebe (8:56.08).
Programa de Cuba para el jueves 21 de julio
El triplista Lázaro Martínez inicia este jueves su camino en Oregón 2022. Foto: World Athletics
- 8:26 pm – Rose Mary Almanza (Clasificatoria – 800m)
- 9:20 pm – Lázaro Martínez y Andy Hechavarría (Clasificatoria – Triple salto)