SandLast llenó de campeones a Tarará

La promoción inicial del evento fue simple. Sandlast será una reunión de amigos donde el arte se ejercita y el deporte se divierte. Sin embargo, lo vivido este 14 de diciembre en la Marina de Tarará, en La Habana, superó cualquier cálculo. Campeones olímpicos y medallistas mundiales se encontraron para lidiar en tres equipos y cinco pruebas en la arena. Lo vivido, aquí les va.

Una carrera espectacular de 30 metros entre Carlos Tabares, Yoandri Betanzos y Anier García abrió la fiesta. Risas, caídas estrepitosa en la arena, lesiones leves y el abrazo final más el aplauso de todos restó importancia al ganador, a la postre el triplista avileño, quien quería participar en todo, aunque el capitán de uno de los equipos, Javier Sotomayor, velaba de cerca que lo acordado se cumpliera: cada competidor solo podía participar en un evento.

Pero las sorpresas y las emociones no cesaron. Yoelvis Quesada y Mabel Gay recordaron sus años de triplistas exitosos a nivel planetario, pero solo la segunda pudo ganar en el salto quíntuple, un ejercicio que según ellos mismos cuentan es normal para quienes se dedican a la especialidad del triple. Dailén Ortega dejó “al Chispa” sin la corona, pero la nota atractiva y divertida la puso el luchador Filiberto Azcuy, quien representando al conjunto que dirigía Yumilka Ruiz, terminó tercero con más de 10 metros.

En el lanzamiento de la bala, el subcampeón del orbe en salto de altura, Víctor Moya sorprendió y de qué manera. Mandó hasta casi los 20 metros el implemento de 5 kilogramos tanto de frente como de espalda, por delante de Isbel Luaces y el mismísimo Héctor Milián; mientras una balista conocida, Misleidis González recordaba sus buenos tiempos con disparos por encima de los 13 metros.

Tocó entonces el turno a la prueba reina del Sandlast, el salto alto con estilo tijera, para la que se afiló los dientes nuestro recordista mundial, quien recordó  que en sus buenos tiempos de atleta hacía 2,15 con ese estilo. Sotomayor fijó los pasos, chequeaba las alturas y comenzó con 1,30 metros sin problemas, así como pasó sin dificultad el 1,40.

La presión y el pedido de sus seguidores de un poco más lo aceptó y el listón subió hasta 1,60, pero falló. Sin embargo, como todo buen campeón, no se quería ir derrotado y pidió 1,65 para irse satisfecho. Se concentró, volvieron las palmadas que tantas veces lo acompañaron en competencias internacionales y con apenas cuatro pasos de impulso estuvo a punto de sobrepasarlo si no fuera por una arena húmeda que lo traicionó a la hora de entrarle de lado a la varilla.

Ocurrió lo que esperábamos. Todos aplaudieron al filo del mediodía y Sandlast parecía con solo este hecho ya haber cumplido su cometido. Quedarían dos pruebas más, los 600 metros y el relevo, que a la postre dieron el triunfo al team comandado por el ídolo de Limonar con 91 puntos, escoltado por la formación que dirigía Norberto Téllez con 74, mientras en tercera posición quedó la selección que guió Yumilka Ruiz.

Y he descrito lo ocurrido solo por la objetividad periodística, pues lo más rico y estremecedor de las tres-cuatro horas de este sábado en Tarará fue el recuentro de figuras que dejaron ahora la “piel sobre la arena” o participaron como simples espectadores, pues además de las ya mencionadas, estuvieron Regla Torres, Pablo Lara,  Silvio Leonard, Andrés Simón, Silvia Costa, Zulia Calatayud,  entre otros.

Punto a favor y respetable para Sonis Hernández Barbón, presidente del Comité Organizador, quien adelantó que piensan ya en una segunda experiencia de Sandlast, pues lo más interesante fue que el pretexto deportivo se convirtió en el espacio ideal para confraternizar glorias deportivas no solo del atletismo, sino de todo el deporte cubano.