"Papa Hemingway" llegó a Cuba hace 90 años

Hemingway en Finca Vigía con uno de sus gatos.

Historiadores y amantes de la buena literatura recuerdan que un día como hoy, pero hace 90 años llegó a este país el escritor estadounidense Ernest Hemingway.

Hemingway, quien tuvo un fuerte amor por este archipiélago y por su gente, sobre todo por los pescadores, vivió aquí por más de 20 interrumpidos años, debidos a sus idas y venidas, tanto a su país como a otras partes del mundo.

Ernest Hemingway es un hombre casi tan cubano como estadounidense, comentan entendidos, pues esta afirmación aparece marcada con una huella perenne entre rincones maravillosos de Cuba.

La ruta del escritor abarca La Bahía de La Habana, la propia Habana Vieja, el Hotel Ambos Mundos, el Bar-Restaurante Floridita, Las Terrazas de Cojímar, la Cervecería Hatuey (complejo actual de lugares y salones), la Marina Hemingway, Finca Vigía y cayos Mégano y Coco.

El llamado “Dios de Bronce” de la Literatura norteamericana separó para sí espacios con mucho carácter, en el que se reunía con amigos, conversaba, bebía o escribía.

También seleccionó corrientes para pescar o rutas para perseguir submarinos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, todos esos lugares indicados en la actualidad para un buen paseo.

Por ello, Papa Hemingway es un cubano, así se le consideró en vida y ahora aún está presente su estirpe de aventurero o de simple ser humano capaz de escoger los mejores lugares.

Todos vienen porque todos quieren ver a Papa (Hemingway)

Nacido el 21 de julio de 1899 en Oak Park, Chicago, llegó por primera vez a Cuba, a La Bahía de La Habana, el 1 de abril de 1928, a las 22:50 hora local, durante una noche nublada y de horizonte brumoso, como rezan notas de la época.

Los especialistas consideran que el escritor arribó en el vapor Orita de bandera inglesa y así consta la entrada de esa embarcación en los libros del Castillo del Morro, la fortaleza más emblemática de La Habana, la capital insular.

Llegaba en ese entonces acompañado de su segunda esposa Pauline Pfaiffer en un viaje desde Francia hacia Key West, con escala en La Habana. Ella llevaba cinco meses de embarazo.

Un año después, el joven reportero se acerca a las aguas cubanas en el barco Anita para pescar agujas. A partir de esos encuentros amó entrañablemente a Cuba.

Sin embargo, otros autores consideran que llegó a la Isla atraído por una tormentosa mujer, nombrada Jane Mason.

Para esta versión, transcurría 1929 cuando el multimillonario estadounidense George Grant Mason -representante de la Pan American Airways- se trasladó a la capital cubana con su esposa, una turbulenta dama que se aburría.

En el radio de acción de la mujer apareció Hemingway (29 años), quien sucumbió ante sus encantos. Pero estos son asuntos de la estela de misterios que dejó el novelista en esta Isla.

Hemingway en Finca Vigía.

(Tomado de Prensa Latina)