Strike 3: “Oye, que me voy pa´ Ciego”

Pinar del Río ganó 3 a 2 a Ciego. Foto: Ricardo López Hevia/ Granma

A la heroica, Pinar del Río descontó una nueva raya al Tigre y puso 3-2 el play off al triunfar ocho carreras contra siete, en un partido (otro más) donde las tensiones subieron a las nubes y las inflamaron con alevosía. El viernes, en el José Ramón Cepero, Yosvani Torres buscará equilibrar la situación ante Dachel Duquesne.

Highlights

*Era, otra vez, la oportunidad de Ciego de Ávila para reconquistar el trono fuera de sus predios. Y era, hoy como ayer, la ocasión para que Pinar del Río volviera a atravesarse. Cada uno con sus lesionados, con sus armas y sus motivaciones. Se jugaba el partido final en la vega de tabaco, y de ganar el humo habría que regresar allá, a la selva, donde mejor rugen Machado y sus muchachos. “Oye, que me voy pa Ciego”, corearon ininterrumpidamente, y con razón, las rítmicas tribunas del Capitán San Luis, ese estadio que jamás deja solos a sus hombres.

*Las dos B: Baños contra Blanco. Duelo previsible y planteado desde los primeros compases del encuentro. El slider del pinareño, un cuchillo afilado, provocando montones de swines al aire. Los envíos laterales del granmense-avileño, el mejor pitcher del país en esa línea, haciendo estragos con un diseño zigzagueante, tendiente a abrir con recta adentro a los derechos y con lanzamientos afuera a los dos zurdos Lázaros, Ramírez y Blanco. Personalmente, suelo disfrutar esas pulseadas entre serpentineros con dominio de la zona. Y era el caso.

*Me encantó la propuesta agresiva del cuerpo técnico de Ciego, que tras caer la víspera apeló a ‘escribir con prosa ágil’. Esto es, a explotar su velocidad en los senderos, un recurso que les dio de inmediato las primeras dos carreras. Una de ellas empezó con un corrido y bateo donde el torpedero local salió a cubrir segunda a pesar de que en home había un derecho, y cristalizó con doble robo demorado en las piernas de Luis Robert Moiran. La otra, nuevamente a través del hit and run, rematada por el tubey de Osvaldo Vázquez.

*En esta pelota suceden cosas increíbles, y un ejemplo elocuente aconteció en el mismísimo capítulo inicial. Donal Duarte, que si de algo está sobrado es de experiencia, se pasó demasiado en la intermedia tras el hit de Saavedra y quedó atrapado en una trampa que nadie se creía. Pero casi se salva –y esto tampoco parecía verosímil- cuando los avileños jugaron mal tácticamente y dejaron el segundo saco sin protección alguna. Ninguna de estas cosas debería pasar en el máximo nivel de nuestro béisbol, pero pasan.

*Los anfitriones igualaron en la parte baja del cuarto combinando hits de los Alarcones, boleto a Michael González y una línea bombeada de Andy Sarduy que se abrió por la raya del derecho hasta alcanzar categoría de doblete. Y echaron tierra por medio en el score una entrada más tarde, cuando el indiscutible de Yosvani Alarcón empujó a Dennis Laza (quien corría por Lázaro Emilio) y decretó la expulsión del hasta entonces dominante Blanco. 3x2.

*Fue el inning decisivo en el ataque verde. El relevista Denis Castillo concedió una base, y su reemplazo, el espigado Yasmani Insua, otra más que provocó una anotación ‘de caballito’. En medio del alboroto de la gente –enfrascada en simpáticos cánticos como “se formó el relajo” y “a pululu”-, Machado convocó al box a Leorisbel Sánchez, y el imparable al izquierdo de Sarduy pasó por debajo del guante de Luis Robert, llegando hasta las cercas. Todo el mundo para el plato, de fiesta en Pinar, 7x2, y en mi mente sonaban las palabras que ayer en la mañana me dijera Saavedra, entrevistándolo: “Cuidado, que todavía no estamos muertos”.

*El sexto inning pudo darle comienzo a una remontada de los Tigres, mas no la hubo. A Baños le llenaron el circuito sin sacar ningún out, y Yaifredo Domínguez se hizo cargo con una excelente salida que obligó a roletear a Yeniet Pérez -para doble matanza- y Yoelvis Fiss. Todo marchaba sobre ruedas. Nada hacía presagiar el estrés del epílogo.

*A la hora de recoger los bates, un error de Reinier León se combinó con el descontrol de Yaifredo Domínguez y Ciego puso el juego 8x4 con las bases llenas y sin out. Así, Gallardo debió llamar a su paño de lágrimas, Moinelo, que ayer había trabajado en abundancia, y Moinelo dio un boleto, y entró una carrera forzada, y el empate se puso en el circuito. Mas el siniestro de Río Feo forzó la rolata de Raúl González y le recetó a José Adolis García su cuarto strike out del choque. Entonces se produjo un nuevo doble robo, un tiro malo a segunda de Olber Peña y la historia se puso 8x7, con Ariel Borrero al bate. Tensión extrema. Corazones ripiados. Dientes que no pararon de chirriar hasta el ponche espectacular al número “53” de Villa Clara, con una recta a 91 millas por hora.

Positivo: Sobre todo, la apertura de Vladimir Baños y el bateo oportuno de Andy Sarduy.

Negativo: El bullpen de los Tigres lució desorientado. Tanto como José Adolis García.

Preocupante: Para Ciego, el crecimiento anímico de los Vegueros.

Incomprensible: El repentino descontrol de Yaifredo Domínguez en el noveno episodio.

Recomendable: El San Luis pide a gritos una tribuna en los jardines y una torre de luz en el right center. Y además, que le devuelvan la gigantografía que hermana a Omar Linares con Urquiola.