México nos cantó lindo y bonito en Quisqueya

México fue superior a Cuba durante todo el partido. Foto: EFE.

Santo Domingo.- Un amplio coro acompañado de las matracas mexicanas llenó el estadio de Quisqueya Juan Marichal, tras el último out que puso a los Venados de Mazatlán en la final de la 58 Serie del Caribe de Béisbol, tras vencer 7-2 a los Tigres de Ciego de Ávila.

El canto “lindo y bonito”, contagió a quienes disfrutaron de un encuentro que tuvo dos momentos importantes: el primer tercio inmaculado para ambos conjuntos; y una segunda parte en el que la ofensiva mexicana volvió a mostrar porque fue unas de las más productivas con hombres en circulación.

Las tres anotaciones que abrieron la pizarra sobrevinieron con dos huellas imprescindibles de comentar: una bola que pareció ser strike para todos menos para el árbitro; y cierto descontrol del abridor Vladimir Baños y el relevista Liván Moinelo, autores de tres de los cuatro boletos concedidos por los cubanos en todo el partido.

Hay que reconocer que el mentor Roger Machado buscó todas las variantes para producir carreras: robos de base, emergentes y hasta intentos de toques de bola poco comprensibles, en tanto fue preciso para sacar los lanzadores. Sin embargo, ni así pudo remontar una pizarra que se abrió en el séptimo episodio con racimo de tres carreras, remolcadas todas por Yunieski Betancourt.

La garra de los tigres volvió a asomarse en el último tercio cuando descontaron una en el séptimo, gracias a imparable de Osvaldo Vázquez, el mismo que luego se quedaría retratado en el home con los ángulos repletos de compañeros y el marcador adverso 7-2.

Terminó así una lid para Cuba en el que muchas lecciones habrá que sacar en cuanto al nivel de ajuste de nuestros bateadores; el noble pitcheo presentado y la defensa lagrimosa. Por cierto, el día final que no se cometió pifia, sobrevino el más costoso revés.

 

Moralejas del partido

- Acertada la decisión de abrir con la batería Vladimir Baños-Frank Camilo Morejón, rota solo cuando el descontrol se apoderó del pinareño en el cuarto inning.

- No hay peor cuña que la del mismo palo, sentenció Yunieski Betancourt (cubano que juega con los Venados de Mazatlán) con su actuación dorada en el partido, que incluyó cañonazo para empujar la primera carrera y un doble decisivo que limpió las bases en el octavo.

- Cuando el batazo oportuno no llega del cuarto ni quinto bate no se puede aspirar a la victoria. Y así estuvieron Alfredo Despaigne y Yosvani Alarcón, respectivamente, en todo el partido.

- El intento de toque de bola con Osvaldo Vázquez en el séptimo, perdiendo por cuatro y par de corredores en base sin outs era inexplicable. Por suerte cambió las señas y salió el batazo que empujó la primera de Cuba.

- La base por bola intencional del séptimo capítulo a Cyle Hankend podría ser una jugada de libro, pero acercaba más al cajón de bateo al mejor bateador del equipo contrario (Betancourt), como en realidad ocurrió.

- No es posible pensar que con doce hombres dejados en circulación, siete de ellos en posición, se pueda aspirar a un triunfo en este nivel, que si bien no es mayor del béisbol en el mundo, sí reúne lo más talentoso y profesional del área, hasta donde lo deja la Major League Baseball.

- Nos faltó un pitcher cabecera y un jugador líder, que arrastrara al terreno a todo un colectivo. ¿Pero lo tenemos hoy en Cuba?

- Si los bateadores necesitan más de cinco partidos para realizar ajustes, no podremos nunca aspirar a ser competitivos en estas Series. Baste solo recordar que en la pasada Cepeda, Despaigne  Yulieski lo hicieron y tiraron del equipo. Ahora, solo Yulieski mostró su extraclase.

 

Este domingo discutirán el título los dos mejores conjuntos del campeonato: Venados de Mazatlán y Tigres de Aragua, en una final inédita desde la aplicación del sistema de muerte súbita, aunque los equipos mexicanos sí han estado en todas las finales desde el 2013.