Gobierno de Colombia, dispuesto a cese al fuego con FARC: De la Calle


Antonio Muñoz Lascarro, "Pastor Alape", miembro de las FARC pronuncia un discurso previo al inicio de una nueva ronda de los diálogos de paz con el gobierno de Colombia. Foto: Xinhua

El gobierno de Colombia está dispuesto a poner en marcha un cese al fuego con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), siempre y cuando sea bilateral, aunque no se descarta la posibilidad de romper las negociaciones con el grupo insurgente, dijo el jefe de la delegación del gobierno colombiano en las pláticas de paz, Humberto de La Calle.

"Estamos dispuestos a aceptar un cese del fuego, aun antes de la firma del acuerdo, en la medida que sea serio, bilateral, definitivo y verificable", sostuvo De la Calle, en declaraciones que dio a los principales medios colombianos publicados este domingo.

Aunque el presidente Juan Manuel Santos había condicionado el cese bilateral de la contienda a la rúbrica definitiva del acuerdo de paz, De La Calle dijo que la postura había "cambiado" y puede darse antes si las FARC "asumen su responsabilidad en materia judicial" y se someten a la "verificación nacional e internacional".

Sin embargo, el jefe de la delegación oficialista reconoció crudamente que "el proceso de paz está en el peor momento desde que iniciamos las conversaciones".

Por otro lado, Carlos Antonio Lozada, miembro negociador de la guerrilla instó este domingo al gobierno colombiano a aplicar los pactos logrados en las negociaciones de paz, que se realizan en La Habana, Cuba, contra drogas ilícitas en Colombia, ante el crecimiento del problema.

Las FARC "hacen pública su voluntad de acordar con el gobierno del Presidente Santos, y con plena participación de las comunidades, los procedimientos que sean necesarios para desarrollar desde ya el acuerdo firmado sobre el punto 4 de la agenda de La Habana", referido a ese tema, dijo a la prensa Lozada.

El punto 4 de las conversaciones está referido a la erradicación del cultivo y comercio de las drogas ilícitas y las medidas para compensar a las comunidades campesinas que dependen económicamente de esa actividad.

La principal guerrilla de Colombia, que desde noviembre de 2012 negocian en La Habana un acuerdo de paz con el gobierno de Santos en base a una agenda de seis puntos, dijo que el principio inicial de que nada está acordado hasta que todo este acordado "no puede ser excusa para que el gobierno y el Estado se sustraigan de sus obligaciones constitucionales".

(Tomado de La Jornada)