Mundialmente famoso Cabaret Tropicana cumple 75 años

Gala artística por el aniversario 70 del cabaret Tropicana en La Habana, Cuba, el 28 de diciembre de 2009. AIN FOTO/Abel ERNESTO

El famoso Cabaret Tropicana de La Habana cumplió este 31 de diciembre 75 años de abrir sus puertas, con una tradición de celebridades, colorido particular y el interés de visitarlo por viajeros de todo el mundo.

Por sus escenarios pasaron figuras, sus anfitriones siempre fueron destacadas personalidades del arte, cubanas y extranjeras, como una sin par Rita Montaner o el pianista y compositor Ignacio Villa "Bola de Nieve".

Por el lugar, además -entre muchas otras celebridades mundiales- paso la vedette Josephine Baker, con su revuelo de caderas y su embullo de pasos ondulantes que serían tono especial para el cuerpo de baile y las figurantes del Tropicana.

A fines de los años 30 comenzaron a rondar ideas sobre los terrenos de cierta parte del barrio de Marianao, en un extremo capitalino, un área llamada en ese entonces Villa Mina, propiedad que luego la viuda Chaumont de Truffin decidió arrendar para crear allí un night club.

Fue entonces el 31 de diciembre de 1939 cuando nació ese espacio para la diversión y el buen arte, con una serie de expectativas entre los habaneros adinerados de esa época.

De las 300 butacas que disponía cuando se inauguró, Tropicana aumentó sus capacidades a las más de mil sillas actuales, entre mesas y espacios reducidos.

En 1950 la escultora cubana Rita Longa, ya fallecida, terminó y colocó a la entrada una figura blanca de una danzarina clásica que con el tiempo se convirtió en el símbolo del Cabaret, hasta el punto de instituirse un premio (Trofeo Tropicana).

Pero Tropicana no es sólo el salón Bajo las Estrellas, existen además Los Jardines, otrora Casino, con música de violines y piano, el Bar Restaurante La Fuente y cafeterías.

Entre esta madeja estupenda está La Fuente de las Musas (o de las Ninfas) comprada para el Cabaret en 1952.

El ritmo de los más de 100 mil clientes que pasan por Tropicana de año en año (sobre todo españoles, italianos, alemanes y franceses), otorgó al lugar una especie de bandera de inmortalidad, nexo con lo mejor de la cubanía y estandarte del turismo insular.

(Información de Prensa Latina)