Diplomáticos intentarán desactivar crisis del Este de Ucrania

Soldado ucraniano oculto detrás de un árbol en Kramatorsk. Foto: Reuters.

Mañana en Ginebra se reunirán los jefes de la diplomacia de Estados Unidos, la Unión Europea, Ucrania y Rusia, en lo que oficia como una nueva oportunidad para desactivar la crisis internacional del Este de Ucrania.

No obstante, si el encuentro no suscita ningún acuerdo, todo hace pensar que no habrá una nueva oleada de sanciones económicas contra Rusia.

Es este el mensaje que el Gobierno de Barack Obama está lanzando.

“Estamos analizando de forma activa nuestras opciones”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.

Sin embargo, fuentes del Ejecutivo citadas por el diario The Washington Post declararon que, por el momento, Estados Unidos no se plantea ampliar las sanciones a Rusia.

Jean Psaky, máxima responsable de comunicación del Departamento de Estado, se limitó a decir que pueden «hacer preparativos para cualquier sanción adicional», pero eludió explicar si éstas van a imponerse o no.

Por el momento, Washington está manteniendo una actitud muy cauta en la crisis.

Aunque desde el punto de vista verbal el Gobierno de Obama ha dejado claro su rechazo a lo que considera casi una invasión encubierta del Este de Ucrania por Rusia, sigue insistiendo en que la vía negociadora permanece abierta.

La reunión en Ginebra, dijo, “es una oportunidad para que todos nos sentemos a la mesa y tengamos una discusión”.

La oposición republicana, con algunas excepciones, tampoco está usando la crisis ucraniana para atacar a Obama, y el presidente no ha hecho declaraciones al respecto en los últimos días.

Carney rechazó este martes de plano la entrega de armas al Gobierno de Ucrania, una posibilidad que había sido planteada el lunes John Shannon, un asesor del secretario de Estado, John Kerry.

Lo que Washington, sin embargo, sí está considerando, es ofrecer a Kiev ayuda no letal, como uniformes, vehículos, equipos de comunicaciones, que podrían mejorar de forma dramática las casi inexistentes capacidades de defensa ucranianas.

Una eventual escala de las sanciones podría incluir a los sectores minero y energético rusos, que son absolutamente indispensables para el funcionamiento de la economía de ese país.

Pero, al mismo tiempo, Rusia es el primer productor mundial de petróleo y el segundo de gas natural, por lo que unas sanciones en esas áreas tendrían implicaciones económicas que irían más lejos de la propia Rusia y podrían afectar directamente a la propia Ucrania y a la Unión Europea.

(Con información de elmundo.es)