Universidad 2014: Educar en el humanismo

Como parte de las jornadas del Congreso Internacional de Educación Superior Universidad 2014, sesionó el panel Humanismo y Educación, convocado por Red en Defensa de la Humanidad.

Coordinado por Fernando Rojas, Viceministro de Cultura de Cuba, contó con la participación de Atilio Borón, politólogo, sociólogo, director del Programa Latinoamericano de Educación a Distancia en Ciencias Sociales (PLED); Frei Betto, Eduardo Torres Cuevas, académico, historiador, pedagogo y director de la Biblioteca Nacional José Martí; Héctor Hernández Pardo, académico, diplomático, subdirector de la Oficina del Programa Martiano; y Luciano Vasapollo, Docente en la Universidad "La Sapienza" de Roma, Director científico del CESTES (Centro de Estudios para las Transformaciones Económico-Sociales).

Atilio Borón se refirió a los preceptos martianos de lo que debía ser la universidad. Cuestionó el hecho de que nuestras academias de Filosofía y Ciencias Políticas estudien muy bien a los europeos, mientras que los latinoamericanos son tenidos como “pensadores de segunda”. Contradictoriamente, comentó, en muchas universidades europeas se les dedica más atención al pensamiento de origen latinoamericano, mientras que se trata de “un enorme yacimiento de ideas no suficientemente usado en los procesos emancipatorios en América Latina”.

El doctor Torres Cuevas se refirió a la tradición pedagógica cubana ligada al humanismo, haciendo un recuento desde José Agustín Caballero, pasando por José de la Luz y Caballero y el Padre Félix Varela, hasta llegar a José Martí. Estos pensadores fueron partidarios de una formación ética, científica y moral desde los primeros años; sabedores de que la construcción espiritual del hombre se produce en medio de contradicciones permanentes.

Frei Betto, por su parte, se refirió a las características de la universidad que obedecen a sus orígenes en los monasterios de la Edad Media, alejados de la vida social. Marx convoca a cambiar el mundo, señaló; de modo que la universidad no puede reproducir el modelo que la concibe como parte de un sistema de clases, una empresa de fabricación de mano de obra calificada. Las bombas de Hiroshima y Nagasaki fueron hechas por hijos e hijas de la universidad. ¿Por qué universidad y no pluriversidad?, desafiaba el intelectual brasileño.