"Para el ahorro, los viejos deben morir pronto"

Taro Aso. Foto: Getty Images

"Las personas mayores deben darse prisa y morir para aliviar los gastos del Estado en su atención médica". Así de contundente fue el ministro japonés de Finanzas, Taro Aso, quien arremetió, en una reunión del Consejo Nacional de Seguridad Social, contra las tácticas de reanimación y los tratamientos para prolongar la vida.

Las declaraciones alarmaron en su país, donde el 25 por ciento de la población (128 millones) es mayor a los 60 años de vida. De hecho Aso tiene 72 años. En 50 años este sector será del 40 por ciento de los habitantes, situación que implicará altos costos en sanidad y pensiones.

En 2010, 4.6 millones de personas mayores vivían solas, y el número de los que murieron en el hogar aumentó un 61 por ciento entre 2003 y 2010, según la oficina de bienestar social y de salud pública en Tokio.

El ministro apuntó que los adultos mayores se ven obligados a vivir cuando quieren morir: "Yo me despertaría sintiéndome mal si sé que el tratamiento está pagado por el gobierno.

De acuerdo con el diario The Guardian, actualmente el 40 por ciento de los hogares japoneses que reciben ayuda social tienen algún miembro mayor de 65 años.

Esto implica importantes gastos sociales en pensiones y sanidad, que han llevado al gobierno nipón a aumentar 10 por ciento los impuestos sobre el consumo a pesar de que recortará en los próximos presupuestos, que entran en vigor en abril, esta aportación.

El rotativo británico señaló que el ministro Taro Aso es uno de los políticos más ricos de Japón, quien ha cuestionado el deber del Estado con los adultos mayores. Ya en 2008, cuando era primer ministro, se refirió a los pensionados como cargas fiscales, y les exigió cuidar su salud.

"Veo gente de 67 años o 68 constantemente ir al médico y me pregunto: ‘¿Por qué tengo que pagar por las personas que sólo comen y beben, y no hacen ningún esfuerzo?'", dijo hace cinco años.

The Guardian señaló que Aso tuvo que disculparse posteriormente y aseguró que se refería a una preferencia personal. "Les dije lo que yo personalmente creo, que es importante no prolongar la vida con tratamientos y ser capaz de pasar los últimos días de vida en paz".

(Con información de La Razón)