En el populoso y nada elitista cine Yara de La Habana, el director de filmes como Alicia en el pueblo Maravillas (1995); Quiéreme y verás (1997); Kleines Tropicana (2000) y Lisanka (2009) disfrutó de una calurosa ovación cuando Ana, al final de la cinta, enfocaba con una cámara imaginaria su entorno habanero. La película de Ana fue reconocida además en los apartados de mejor guión, mejor actuación femenina (Laura de la Uz), y recibió también el premio de distribución en territorio venezolano por parte de Amazonia Films.
Eduardo del Llano -quien colabora por quinta oportunidad con Daniel Díaz Torres-, fue el autor del guión de esta coproducción de Cuba, Austria y Panamá. La fotografía corrió a cargo de Raúl Pérez Ureta, la edición de Manuel Iglesias, el sonido de Esteban Vázquez y Osmany Olivare, la dirección de arte de Aramís Balebona, y la música original es de Lucía Huergo.
Paula Alí, Tomás Cao, Blanca Rosa Blanco, Enrique Molina, el austriaco Michel Ostrowski y el alemán Tobias Langhoff forman parte de un excelente reparto de actores y actrices; pero es preciso resaltar la agradable sorpresa de ver a Yuliet Cruz en un papel bien interpretado de principio a fin.
La protagonista, Laura de la Uz, quien entrega una Ana por momentos triste o molesta, con cara de meretriz o mujer conmovedora, nos presenta en este filme su mejor actuación dentro de una fructífera carrera cinematográfica, teatral y televisiva. Esta bien puede ser La película de Laura -me atrevería a decir que es, también, La película de Daniel, porque el tenaz cineasta logró una pieza sin costuras y que el espectador agradece.
Poco antes de que arrancara el Festival el director declaró "...es una historia que está inspirada en hechos reales, que aborda un tema tan serio como el de la prostitución... que no es solo un asunto de intercambio sexual pagado; sino que puede abarcar otras esferas de la vida, cuando se hacen cosas en las que no se cree, ni gustan, a cambio de beneficios. Pero todo esto bajo el peculiar prisma de una actriz obligada por las circunstancias a simular, a fingir un personaje que es, a la par, una máscara que le permite expresar verdades y sentimientos muy auténticos".
Al referirse al desempeño de Laura afirmó: "Como protagonista, sus aportes y sus motivaciones le han otorgado una verdad y naturalidad insuperables a un personaje que enriqueció y matizó de una forma que siempre agradeceré, superando mis expectativas y a veces limitaciones en ciertos rasgos de la caracterización original, y para mi total compenetración con el personaje. Lo mismo debo decir de Yuliet Cruz, que otorgó a un personaje que pudiera asociarse a algunos clichés, una singularidad y humanidad no exentas de gracia e ironía, que enriquecieron sin dudas lo que presentaba el guion y apartaron a su Flavia de los esquemas al uso".
Daniel, como siempre, ya está inmerso en otro proyecto; mientras, junto con su equipo, disfruta de los comentarios, en su mayoría favorables, de La película de... Laura.
(Tomado de La Jiribilla)