El estadio del fútbol de Vélez Sarsfield, en el oeste de la ciudad de Buenos Aires, congregó a organizaciones políticas, sociales y sindicales que apoyan al gobierno y demostraron su respaldo a la gestión kirchnerista.
La mandataria, única oradora del acto, estuvo acompañada por los miembros de su gabinete, gobernadores, legisladores, intendentes, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y Familiares de Desaparecidos, entre otras entidades.
"Con trabajo, esfuerzo, compromiso y sacrificio personal" la presidenta destacó los cambios que se gestaron en el período e instó, en especial a los jóvenes, "a tomar la posta y la bandera" de la militancia.
Se trata -dijo- de "seguir con los ideales de 200 años de historia, para que las Islas Malvinas" vuelvan a ser parte del territorio nacional "por el camino de paz".
Al recordar las presidenciales del 2003 -que ganó Néstor Kirchner pese a haber quedado detrás de Carlos Menem en la primera vuelta, quien decidió no presentarse al balotaje- la presidenta llamó a las nuevas generaciones militantes ("nosotros estamos viejos", dijo) "a seguir escribiendo su propia historia, unidos y organizados".
Tema central del acto fue también la reciente expropiación de las acciones que Repsol tiene en YPF, el 51 por ciento, cuyo proyecto de ley fue aprobado en el Senado por enorme mayoría y será tratado la semana próxima en Diputados.
Al respecto la mandataria subrayó que YPF no pertenece a un gobierno sino al conjunto de los argentinos.
"Jamás permitiremos que escriban la historia argentina desde afuera", enfatizó Cristina Fernández al inicio de su discurso de 37 minutos en total y de tono enfático por una parte y de evocación familiar por otra.
La presidenta no olvidó agradecer a la oposición que acompañó en el Senado el proyecto de expropiación de YPF."Gracias a todos los que lo hicieron posible. Esta no es obra de un partido o de un sector, es de todos los argentinos y para todos los argentinos", sostuvo.
(Con información de ANSA)