A los 40 años, Vera consideró que era "el momento ideal para retirarse", dijo un reporte de la televisión cubana.
Vera ganó 176 juegos y perdió 66 en 17 Series Nacionales con el equipo de su ciudad natal, Santiago de Cuba, con el que conquistó seis títulos. Su mejor año fue el 2000, cuando acumuló 17 victorias con un promedio de efectividad de 0.97, ambas plusmarcas históricas del béisbol cubano.
El año pasado, Vera terminó con una balance de ocho juegos ganados y tres perdidos.
El espigado derecho se caracterizaba por amplios recursos en la lomita, su arte de soltar la pelota por al lado del brazo y colocarla bajito para sorprender al bateador. No tenía una velocidad supersónica, aunque llegaba a las 90 millas. Su aplomo en el montículo lo hacía lucir como un hombre sin nervios.
"Por no estar en su mejor forma", según la palabras del manager de Cuba, Alfonso Urquiola, el santiaguero quedó excluido de la novena cubana para el próximo Mundial de Panamá y los Juegos Panamericanos de Guadalajara.
Con Cuba, Vera ganó el oro olímpico (2004) y dos medallas de plata (2000 y 2008), en tanto en el segundo Clásico Mundial obtuvo dos victorias y un promedio de efectividad de 1.69.
Vera fue el ganador del histórico juego entre Cuba y los Orioles de Baltimore, cuando los cubanos como visitantes se impusieron 12-6.
(Con información de AP)