OTAN lanza 11 bombardeos diurnos sobre Trípoli

Aviones de combate de la OTAN lanzaron hoy 11 bombardeos sucesivos contra esta capital en vuelos rasantes y a pleno día, causando daños significativos a unidades militares y dependencias del Gobierno, informaron autoridades libias.

Portavoces del Ministerio de Información señalaron que la serie de ataques estuvo antecedida por las ya habituales incursiones aéreas de madrugada sobre Trípoli y otras regiones del país, pero esta mañana impactaron cerca de complejos residenciales de Muamar El Gadafi.

Las fuentes apuntaron que las bombas cayeron en instalaciones "militares y semi-militares" pertenecientes a la Guardia Popular y Revolucionaria, un extenso destacamento de élite leal al líder libio.

Testigos dijeron escuchar fuertes explosiones en el centro de la ciudad capital en inmediaciones de Bab Al-Aziziyah, una de las sedes de El Gadafi que ha sido golpeada con severidad y de manera sistemática por los cazas de la alianza atlántica en las últimas semanas.

La OTAN, que justifica su misión en Libia para supuestamente proteger a civiles, decidió extenderla hasta septiembre y amplió su poder de fuego aéreo con helicópteros británicos para atacar cada vez con más frecuencia áreas residenciales en centros urbanos como Trípoli.

Gruesas columnas de humo negro eran visibles en los alrededores de Bab Al-Aziziyah, así como en instalaciones de la televisión estatal que reportó haber sufrido anoche y esta madrugada bombardeos de sus estaciones de telecomunicación en el oeste de la ciudad.

Los ataques ocurren mientras crece la presión diplomática extranjera sobre El Gadafi para que abandone el poder, al tiempo que el Gobierno libio también envió emisarios a contactar con algunas potencias mundiales como China.

El jefe del panel de la Unión Africana para Libia y presidente de Mauritania, Mohamed Ould Abdel Aziz, afirmó hoy que la renuncia de El Gadafi "se ha hecho necesaria para poner fin al conflicto", una postura defendida también por Rusia.

El lunes, el enviado especial del presidente ruso para África, Mijail Margelov, se entrevistó en Benghazi con líderes del opositor Consejo Nacional de Transición en un intento de facilitar un diálogo entre ambos beligerantes y acabar con cuatro meses de violencia.

Al mismo tiempo, el ministro libio de Relaciones Exteriores, Abdul-Ati Al-Obeidi, viajó hoy a Beijing para converser con autoridades chinas en lo que analistas creen es un intento de Trípoli por recuperar respaldos en la arena internacional tras el distanciamiento de Moscú.

(Con información de Prensa Latina)