Durante una conferencia de prensa conjunta, ofrecida por ambos mandatarios en el Palacio de la Moneda, el presidente norteamericano insistió en que su país colabora con sus aliados europeos en las acciones militares contra Libia en cumplimiento de la Resolución 1973 de las Naciones Unidas, que autorizó el establecimiento de "una zona de exclusión aérea" sobre el país norafricano, anticipó que los países reunidos en la Liga Árabe serán parte de la partida y afirmó que una vez cumplida la primera parte de "la misión" el Pentágono sería el encargado de informar sobre el desarrollo de las operaciones y el traspaso de la coordinación general al comando superior de la OTAN.
Obama ha hecho un llamamiento a todos los países de la región a apoyar "el derecho de los pueblos a decidir su futuro, incluido el pueblo de Cuba", al tiempo que se ha comprometido a emprender esfuerzos "para quebrar esa tendencia" en la isla y "dar respuesta al pueblo de Cuba que merece el derecho de la democracia".
"Continuemos buscando la independencia del pueblo cubano y yo haré ese esfuerzo para tratar de salir de esta historia", ha afirmado el mandatario estadounidense.
En la segunda escala de su gira latinoamericana, Barak Obama repitió que Gadafi representa "una amenaza humana" para su pueblo y que Estados Unidos "no actuará solo, ni tomará acciones unilaterales", como sucedió en otras intervenciones internacionales.
El presidente chileno, por su parte, afirmó que "una persona que ataca a su pueblo no merece seguir gobernando", y reclamó que la nueva alianza con su socio norteamericano debería ser una "alinaza 2.0", moderna y ágil.
Obama, su esposa Michelle y sus dos hijas fueron recibidos en el aeropuerto de Santiago de Chile por el Canciller, Alfredo Moreno, e inmediatamente se dirigieron al palacio de La Moneda, sede del gobierno, donde se impusieron severísimas medidas de seguridad.
(Con información de EFE)