Roberto Rivelino
La mítica selección brasileña de fútbol de México-1970 tiene en Roberto Rivelino, a uno de esos cracks de huella imperecedera, facilidad para patear el esférico y habilidad de regate en un pequeño espacio.Colocado por Mario Zagallo en la punta izquierda, jugó cinco de los seis partidos de Brasil en la cita mexicana, donde marcó tres goles y fue pieza importante para garantizar a Brasil el tricampeonato.
Por sus actuaciones notables fue alineado en el once ideal de la prensa especializada y recordado como una de las estrellas de esa justa universal.
En especial se recuerda la disertación ofrecida y la primera diana en el encuentro de cuartos de final ante Perú, un duelo cargado de perforaciones y cientos de anécdotas.
Rivelino, dotado de una gran garra y temperamento explosivo, marcó el primer tanto en la victoria por 4-2 ante un plantel andino, que fue un digno de aquel equipo legendario, integrado por figuras de la talla de Pelé, Gerson, Tostao y Jairzinho.
Un pase hacia atrás de Tostao dentro del área le permitió a Rivelino, nacido el 1 de enero de 1946, sacar un zurdazo raso, con curva y pegado al palo, para abrirles a los suramericanos el camino a la semifinal.
El resto de la historia es conocido, victorias de 3-1 frente a los uruguayos y de 5-2 ante los italianos en la final le dieron a la formación de Zagallo la Copa Jules Rimet.
La "Patada Atómica", como le apodaban a Rivelino por su peculiar e imparable forma de golpear el balón, no pudo darle más títulos a Brasil en los mundiales siguientes, Alemania-1974 y Argentina-1978.
En la justa germana llevó a los auriverdes al cuarto lugar, pero con un equipo partido por la falta de comunicación entre los jugadores y cuatro años después, fue convocado por el entrenador Claudio Coutinho, pero sufrió una lesión.
Hizo un gran sacrificio y consiguió participar en tres partidos de esa lid, en la que los suramericanos quedaron terceros, pese a no perder ningún encuentro.
Con información de Prensa Latina