Según el portavoz de BP, Tom Mueller, esperaban detener la fuga este fin de semana pero decidieron una mejor preparación y la adopción de medidas extras para asegurar el resultado.
El procedimiento que se empleará será la inyección de lodo pesado a una profundidad de mil 500 metros, algo que se había ejecutado antes en aguas pocos profundas. "Vamos a tomarnos nuestro tiempo. Esto no se ha hecho antes y tenemos que asegurarnos de que todo esté bien'', precisó Mueller.
Si la operación del lodo resulta, los ingenieros colocarán el cemento en el lugar para detener en forma permanente la fuga.
Mientras tanto se mantienen las especulaciones sobre la cifra del crudo derramado en las aguas del golfo y el estimado más conservador la sitúa en seis millones de galones, más de la mitad del escape del tanquero Exxon Valdez en 1989, hasta ahora considerada la mayor tragedia de este tipo en el país.
(Con información de Prensa Latina)
