"Lo cubano me define": Carlos Acosta en nuevo programa de Amaury Pérez

Carlos Acosta y Amaury Pérez. Foto: Petí

A mediados del próximo marzo la Televisión Cubana, en coproducción con el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), comenzará a transmitir el programa "Con 2 que se quieran", conducido por el cantautor Amaury Pérez Vidal, quien entrevista a personalidades de la cultura cubana y universal.

El programa, dirigido por el realizador Rafael Solís, tendrá unos 45 minutos de duración, será televisado entre semana por el canal Cubavisión y abrirá con una canción de Amaury -"Con 2 que se quieran"-, interpretada por él y por Silvio Rodríguez.

Con Amaury como conductor y entrevistador han estado o estarán en el estudio el cineasta italiano Giuseppe Tornatore y los cubanos Omara Portuondo, Miguel Barnet, José María Vitier, Juan Formell, Rosita Fornés, Nancy Morejón y muchos otros.

Cubadebate tuvo acceso en la tarde de ayer al estudio de Prado y Trocadero, del ICAIC, donde se grabó la entrevista al bailarín cubano, estrella del Royal Ballet de Londres, Carlos Acosta. Cortesía del programa, reproducimos los primeros diez minutos de la conversación con Amaury. El diálogo todo, se lo aseguramos, es de una franqueza y emotividad inolvidables:

Amaury Pérez: Estamos en Prado y Trocadero, en los  legendarios estudios del ICAIC, en este su programa "Con 2 que se quieran", hoy con un invitado que honra nuestro espacio, nuestro sitio y nuestro país, uno de los más grandes bailarines que ha dado Cuba, para mí el más grande que ha dado Cuba. Bienvenido Carlos Acosta Quesada...

Tu papá era camionero, ¿cómo era la relación con tu padre?

Carlos Acosta: Mi relación con mi padre fue un poco traumática, en el sentido de que era una figura que inspiraba mucho respeto. Siempre fue muy duro con nosotros, muy estricto y hablaba poco. Tuve que esperar a crecer para conocer de sus orígenes, que también son los míos. Para mí y para mis hermanas nuestra niñez fue traumática.

Amaury Pérez: ¿Cuántos hermanos son ustedes?

Carlos Acosta: Por parte de padre somos 11 hermanos; por mi madre, 3. Imagínate, él era camionero. Ya tú sabes cómo es eso...

Amaury Pérez: Tú naciste un sábado 2 de junio de 1973. Se acerca inevitablemente un momento traumático en la vida de un bailarín, el retiro. No sé si lo tienes en planes. Yo te vi en Manon, en plenitud de facultades. ¿Has pensado en el retiro?

Carlos Acosta: Pienso en él todos los días. El retiro es una palabra que deberíamos comenzar a definirla. Yo no creo que un artista se retira. Uno va evolucionando, va mutando hacia otras áreas. No voy a seguir bailando (Ballet) Clásico eternamente. El instrumento de nosotros es el cuerpo. El (Ballet) Clásico es una técnica antianatómica, va en contra de la anatomía del cuerpo humano. Nosotros no estamos diseñados para bailar así, de esa manera. Por esa actividad, después de tantos años, uno desarrolla lesiones, traumatismos en las articulaciones... Y por otra parte, Romeo, por ejemplo, es un personaje de 16 ó 17 años; el príncipe Sigfrido, por ahí... Uno va creciendo, va madurando y alejándose de esas edades, y cuando vienes a ver, tienes un Romeo con 50 años, que no me interesa hacer. No sería creíble el personaje, porque han pasado los años, no puedes dar el brinco que todo el mundo espera. Por eso, como artista, he tratado de cultivar otros ámbitos, porque sé que llegará un momento en mi carrera que no podré hacer Ballet Clásico.

Amaury Pérez:-Tú hablabas del salto que no podrás dar con más edad, ¿cuánto de arte y cuánto de acrobacia tiene el Ballet?

Carlos Acosta: -El Ballet es un arte físico, eminentemente. Reúne muchos requisitos, incluso muchas artes en una: el diseño, la música, etc. Somos atletas. Enseguida que se abre la cortina y apareces en el escenario, tú estás haciendo ejercicios. Tiene elementos acrobáticos, porque es una actividad física, pero hay repertorios y "repertorios". Por ejemplo, hay ballets que son vehículos para el despliegue de la técnica y los saltos -como Diana and Acteon, El Corsario y Don Quijote-. Pero también hay otras obras clásicas, como el Apollo de Balanchine, que es más suave para el cuerpo, que no requiere esos saltos descomunales, pero el intérprete debe tener cierta madurez para entender el mensaje y llevarlo hasta el público. Manon, que tú viste, es un ballet que tiene una exigencia física, pero no es Don Quijote. Manon son dos parejas que están enamoradas, hay una dramaturgia con muchos dúos, sin esos brincos del Cazador, ni Don Quijote...

Amaury Pérez:-Pero en Manon hay un desplazamiento...

Carlos Acosta: -Sí, pero no es el fin. Hay otros ballets que el fin es esa acrobacia a la que yo llamo el "factor wow", que es para que la gente diga "wow". Hay otro repertorio donde prima la emoción, el hacerte llorar, transportarte a una época como es el caso de Manon -1700-. Hay muchos niveles. La clave es cultivarlo todo. Y esa es la misión del artista. Por eso no me he encasillado en lo clásico. Bailo el guaguancó, la charanga, lo clásico, lo que aparezca...

Amaury Pérez:-De la manera en que te expresas y mueves las manos, me da la impresión de que fuiste un muchacho que le diste a tus padres ciertas preocupaciones, ¿fue así o no? ¿Eras mala cabeza?

Carlos Acosta: -No, mala cabeza no. Fui un muchacho nacido y criado en Los Pinos, y esa es la esencia que me define, esa es mi raíz... El día que pierda eso, entonces me pierdo yo como ser humano. En mi medio se gesticulaba mucho, y creo que el cubano es así, gesticula mucho, y no es una cuestión de haber nacido en Los Pinos. Los cubanos somos así, al caminar estamos bailando, bailamos sentados... Lo heredamos, creo que está en nuestra historia.

Amaury Pérez:-¿Tu padre no tenía ningún prejuicio porque tú bailaras Ballet Clásico?

Carlos Acosta: -No, al contrario, por eso es que mi historia es muy bonita. Porque los hombres lo que quieren, cuando tienen un hijo, que sea pelotero o futbolista, que era lo que yo quería ser.  El fútbol era mi pasión. Pero, ¿ballet? ¿Un camionero? Cuando él me dijo: "ballet", yo le respondí: "¿se come eso?" No tenía idea de qué era, y creo que él tampoco. Porque yo lo que hacía era breakdance. "Si te gusta bailar -me dijo-, ah, bueno, puedes ir a la Escuela de Ballet", en L y 19, en El Vedado. Y por ahí fue que yo empecé en el Ballet.

Amaury Pérez:-Tú has estado mucho tiempo fuera de Cuba, en una compañía, en otra... ¿Cómo se puede vivir tanto tiempo fuera de Cuba y no perder la identidad?

Carlos Acosta: -Chico, yo no sé... En mi caso, descubrí el ballet casi por accidente, porque no era mi vocación. Yo quería ser futbolista. Pude luego hacer la carrera internacional, pero en mi interior siempre he llevado mis orígenes. Lo que más me  llena es estar con mi familia. Mi carrera me alejó de mi seno familiar. Todo lo cubano me encanta, porque lo cubano me define... Lo que me ha dado mayor felicidad es no haber perdido nunca contacto con Cuba. He vivido en Estados Unidos, en Italia, llevo 12 años en Londres, pero a mí ninguno de esos países me define, a pesar de que yo me tomo un té contigo, y sabroso. Disfruto no perderme, algo que siempre he tenido presente. La gloria, el éxito, el Príncipe Charles, la Reina, sí, todo eso está muy bien, pero yo soy de aquí. El ron y el dominó es lo mío. Para mí eso es esencial.

(Fragmento)

Carlos Acosta entrevistado por Amaury Pérez (Foto: Petí)

Presentación del Royal Ballet de Londres, en Cuba